Usuario:RoyFokker/Agenda de Arte

Arte paleocristiano

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Simbología

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Catacumbas

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Sarcófagos

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Iglesias

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Personajes

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Bibliografía

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  • Fabrizio Bisconti (ed), Temi di iconografia paleocristiana, Pontificio Instituto de Arqueología cristiana, Ciudad del Vaticano 2000, ISBN 88-85991-26-2
  • Martine Dulaey, I simboli cristiani. Catechesi e Bibbia (I-VI secolo), Edizioni San Paolo, 2004, ISBN 88-215-5088-5
  • Jean Danielou, Los símbolos cristianos primitivos, Editorial EGA, Bilbao 1993, ISBN: 84-7726-063-X versión en italiano en google books
  • Gerhart B. Ladner, Il simbolismo paleocristiano. Dio, cosmo, uomo, Jaca Book, Milán 2008
  • RomArcheologica. Guida alle antichità della città eterna. Le chiese paleocristiane di Roma, Elio di Rosa Editore, Roma 2003, ISBN 88-7369-046-7
  • José Pijoán, Summa Artis. Historia general del arte, vol. VII: Arte cristiano primitivo. Arte bizantino, hasta el saqueo de Constantinopla por los cruzados el año 1204, Espasa Calpe, Madrid 1947
  • Vincenzo Fiocchi Nicolai – Fabrizio Bisconti – Danilo Mazzoleni, Las catacumbas cristianas de Roma. Origen, desarrollo, aparato decorativo y documentación epigráfica, Schnell & Schneider, Regensburg 1999
  • Sandro Carletti, Guía de la catacumba de Priscila, Pontificia Comisión de Arqueología Sacra, Ciudad del Vaticano 1985
  • Antonio Baruffa, Le catacombe di san Callisto. Storia – Archeologia – Fede, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1996, ISBN 88-209-2289-4

Arte barroco

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El arte barroco es el arte de la contrarreforma. Como tal tiene y manifiesta un interés apologético que viene a ser como una nueva síntesis del mensaje cristiano con los aspectos culturales y las circunstancias:

Conocedores profundos del alma humana, los hombres de la Contrarreforma vislumbraron estas condiciones de lucha mental, y es respondiendo a ellas como el arte religioso barroco, con una finalidad pedagógica, se dirige esencialmente a la emoción; a la representación mental, tomando esta expresión en el sentido de la psicología y al pie de la letra, en el sentido escenográfico y a la sugestión; valiéndose de los tres grandes rasgos de repetición, afirmación y prestigio
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El arte barroco es una forma de escritura, por lo tanto, contará poco el que los caracteres sean bellos o feos en sí, mientras sea importante la idea que expresen
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Desde el punto de vista puramente plástico, podemos observar el hecho de que al final de la evolución de todos los ciclos artísticos se produce el recargamiento y la complicación de formas decorativas y un aumento en la libertad de movimiento. Así ocurrió al final del ciclo clásico con el helenismo, y al final del ciclo medieval con el gótico flamígero
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Es tal la influencia de la contrarreforma y de la Compañía de Jesús en el arte que temas antes no tratados como la muerte o el éxtasis se introducirán en la pintura y en la escultura de la mano de los ejercicios espirituales ignacianos. Así siguiendo la indicación de san Ignacio de meditar en la muerte con un cráneo en la mano, se hará presente en el arte con diversas representaciones de cráneos y esqueletos:

Los cráneos humanos acompañarán a la representación de los Santos contemporáneos como San Francisco Javier y hasta, lo que es extraordinario, la de los Santos antiguos como el San Francisco de Zurbarán, tan lejano de la alegría platónica del Pobrecillo de Asís.
 
Valdés Leal ha expresado este mismo poder de exactitud de la Muerte como docente en su luneto Finis gloriae mundi de La Caridad de Sevilla en que, sobre el cadáver del obispo, mísera carne envuelta en lujosos atavíos en desorden, las balanzas de la justicia, exactamente niveladas, llevan en un platillo la expresión «ni más» y en el otro la expresión «ni menos»
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El otro tema recurrente es el éxtasis:

El arte barroco lo ha cultivado de tal modo, que en la iconografía de los santos no solamente contemporáneos, sino también antiguos, raro es encontrar escenas de la vida terrena, como si toda la existencia del santo se concentrara en sus momentos de contacto con lo sobrenatural
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En arquitectura:

Han observado todos los tratadistas la tendencia a la fusión de las formas debida a este espíritu, que en arquitectura se manifiesta en la adaptación curvilínea de unas dentro de otras y en su coordinación hacia un efecto único, para lo cual las plantas redondas u ovaladas, la cruz griega y la cúpula sirven admirablemente.
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Tortuosidad y brillo serán características que se introducen en el arte y que buscan mostrarse.

Junto a la cultura promovida por el movimiento contrarreformista, otro elemento del tiempo influyó y mucho en el arte barroco: el éxito del teatro. Con la fantasía alimentada por el teatro y reconocida por el concilio de Trento, los artistas al igual que los predicadores encontraron mucho terreno inexplorado para seguir temas cristianos y mostrarlos ya no desde el punto de vista del dogma o como mera catequesis sino para transmitir emociones.

  • Cirici Pellicer, El barroquismo, Editorial Ramón Sopena, Barcelona 1963

Arquitectura del barroco

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Pintura del barroco

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