Pintura del Realismo

movimiento artístico francés en la pintura
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Realismo es la denominación de un estilo o movimiento pictórico que se dio en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo principal representante es Gustave Courbet. El propio pintor fue quien acuñó el término al denominar Pavillon du réalisme ("pabellón del realismo") al local que hizo construir a sus expensas para alojar una provocativa exposición de 1855, alternativa al Salón de París en el que su obra El taller del pintor había sido rechazada. Considerada el manifiesto del estilo, provocó un sonoro escándalo en los medios artísticos por su antiacademicismo y su crudeza, que se calificaba de obscenidad.[1]​ En el mismo pabellón se exhibía Entierro en Ornans (pintado en 1849). Courbet consideraba que "el arte debe ponerse al servicio del hombre" representando la realidad tal cual es, sin intelectualizarla ni ocultarla tras los artificios del academicismo o el romanticismo, dignificando el trabajo y dando el protagonismo a las clases populares; no solo con un propósito testimonial, sino de denuncia.[2][3]

El taller del pintor, de Courbet, cuadro de 1855 que dio origen a la definición del movimiento.
Entierro en Ornans, de Courbet, 1849.

Posteriormente se identificó con el movimiento especialmente a Honoré Daumier, Jean-François Millet y Jules Breton, así como a otros pintores (Jean-Louis-Ernest Meissonier, Henri Fantin-Latour, Thomas Couture, Jean-Léon Gerome, etc.) El crítico de arte Jules Champfleury definió teóricamente la estética del movimiento.[4][5]​ Se ha reivindicado la invisibilización de mujeres pintoras de la época, particularmente Rosa Bonheur.[6]

Pintura y literatura del realismo

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Se suelen identificar los principios estéticos del realismo pictórico con los del realismo literario contemporáneo (Honoré de Balzac). El compromiso con las clases bajas y los movimientos políticos de izquierda (en el contexto de la revolución de 1848) marcó la sensibilidad social e ideológica de este grupo de pintores realistas, que conectaría con la vertiente más comprometida socialmente del realismo literario: el naturalismo posterior (Émile Zola).

Realismo francés del siglo XIX frente al realismo en las artes

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No debe confundirse el realismo como estilo o movimiento pictórico con el realismo en las artes, un principio general que puede encontrarse en muy distintos estilos artísticos a lo largo de la historia de la pintura.

Realismo y escuela de Barbizon

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El realismo pictórico francés está íntimamente conectado con la denominada Escuela de Barbizon, de temática paisajista, a la que también pertenecía Millet, y que contaba con pintores como Jean-Baptiste Camille Corot, Narcisse-Virgile Díaz de la Peña, Théodore Rousseau o Charles-François Daubigny.

Realismo frente a romanticismo y academicismo

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Ya desde épocas anteriores se apreciaba un cansancio de los valores románticos y el deseo, entre los artistas más inquietos, de incorporar las experiencias más directas y objetivas en sus obras. El proceso es gradual aunque rápido, y entre el romanticismo pictórico y el realismo se establece una continuidad, sin embargo sus planteamientos ideológicos y formales serán muy distintos. También se establece una relación compleja entre el realismo y el academicismo de la pintura neoclásica, debido a que todavía existe entre los dos una competencia evidente. También es cierto que se influyen mutuamente. Así, aunque los pintores realistas sean excluidos de las grandes muestras oficiales, la pintura académica evidenciará una atención mayor hacia la observación directa de la naturaleza y la realidad del momento.

También en la pintura francesa, como en las demás escuelas nacionales, muchos pintores son identificados con una cierta clase de "realismo" sin pertenecer al movimiento realista de Courbet, como por ejemplo, el realismo costumbrista de inspiración fotográfica de Émile Friant. También el academicista Jean-Léon Gérôme fue un firme defensor de la fotografía, a la que consideraba capaz de sacar a la luz la verdad.[13]

Realismo frente a impresionismo: Manet

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Le Déjeuner sur l'Herbe, de Manet, 1863.
 
Torero muerto, de Manet, 1864.

Lo fluido de la transición entre ambos movimientos quedó ejemplificada con la trayectoria artística de Édouard Manet, el precursor del impresionismo, que en realidad no respondía a las convenciones técnicas del tratamiento de la luz y el color de los impresionistas y puede enmarcarse aún dentro del realismo.[15]

Alguna parte de la obra de los pintores impresionistas, neoimpresionistas y postimpresionistas mantuvo el compromiso social con la representación de las clases populares y la dignificación del trabajo.

Realismo en otros países

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Es problemática la aplicación de la etiqueta realista a los pintores de otras escuelas nacionales. La mayor parte de las veces se hace con criterios cronológicos, para englobar a los pintores de mediados del siglo XIX, aun cuando se incurra en la impropiedad de incluir a autores cuya obra se sitúa en la ortodoxia academicista del neoclasicismo o en la tradición romántica. Los géneros de más éxito de la época (la pintura de historia, el retrato, el paisaje y la escena de género) pueden ser tratados desde una perspectiva convencional, costumbrista, o bien de forma rupturista, como hicieron Courbet y Corot.

A medida que se avanza hacia finales del siglo XIX, las fronteras entre el realismo y el impresionismo en cada uno de los pintores que se etiquetan como realistas son difusas, por cuanto ambos estilos coinciden en la preocupación por la luz y el uso de la pincelada suelta, que da a las obras un aspecto esbozado (non finito).

Inglaterra: pintura victoriana

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Visita privada a la Royal Academy, 1881, de William Powell Frith, 1883. Representa a un grupo de "autoelegidos críticos del gusto en arte y moda... [y] a un bien conocido apóstol de la belleza [(Oscar Wilde)] rodeado por un rebaño de ansiosos adoradores" visitando la exposición estival de la Royal Academy.[17]

El amplio periodo denominado época victoriana (1837-1901) presenció muy diferentes estilos en la pintura británica.[18]​ La vertiente más conservadora o academicista estuvo representada por la Royal Academy, pero ya con las estéticas del posromanticismo se dieron todo tipo de variantes, no incompatibles entre sí, como la pintura animalista (James Ward, Edwin Landseer, Briton Rivière, Francis Barraud, etc.) el esteticismo (George Frederic Watts, Frederic Leighton, James Abbott McNeill Whistler, Coutts Lindsay, Evelyn De Morgan, etc.), las fantasiosas reconstrucciones de la antigüedad (classical revival, en las que destacaron Lawrence Alma-Tadema, calificado irónicamente como marblelous, un juego de palabras entre "maravilloso" y "mármol" -"marmolilloso"-[19]​ o Albert Joseph Moore) y entre las opciones más rupturistas, estimuladas por las reflexiones teóricas de John Ruskin, estuvo el movimiento Arts and Crafts dirigido por William Morris.

Suele considerarse que el movimiento pictórico británico paralelo al realismo francés fue el grupo de pintores de la Hermandad Prerrafaelita (John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti, William Holman Hunt) y los de su entorno, como Edward Burne-Jones o Ford Madox Brown,[20]​ pero se trata ya de estéticas posrománticas. También se han denominado pintores realistas ingleses a los de la escuela de Newlyn, de cronología posterior.[21]

España

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También se suelen denominar como "realistas" a los pintores de mediados del siglo XIX en España: Federico de Madrazo (que también puede ser clasificado como romántico) y las siguientes generaciones de esa familia, Claudio Lorenzale, Carlos de Haes, Ramón Martí Alsina, José Casado del Alisal, Vicente Palmaroli, Antonio Gisbert, Eduardo Rosales, Mariano Fortuny (muy vinculado con la familia Madrazo), etc.; así como los géneros de mayor éxito del momento: la pintura preciosista, el retrato, el paisajismo y la pintura de historia (o realismo retrospectivo,[23]​ a pesar de sus convencionalismos académicos); incluso recibe esta denominación la producción de temática social (pintura social) de pintores de finales del siglo XIX y comienzos del XX, a pesar de su mayor lejanía cronológica y estética (Joaquín Sorolla, Ramón Casas, José María López Mezquita).[24]​ Intermedia entre una y otra generación está la de Antonio Muñoz Degrain, Francisco Domingo Marqués, Francisco Pradilla, José Moreno Carbonero, etc.

Se ha señalado al escritor naturalista Narcís Oller y al crítico Josep Yxart como los primeros teorizadores del realismo pictórico en España, a partir de una exposición de Bartolomeu Galofre (1886).[25]

Italia

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La mayor parte de los pintores italianos de mediados del siglo XIX prolongan las estéticas académica o romántica (Francesco Hayez, Massimo d'Azeglio, Salvatore Fergola, Francesco Podesti, Giacinto Gigante, Alessandro La Volpe), algunos de ellos, paisajistas de la escuela de Posillipo.[30]

En cambio, se ha identificado con el realismo francés el movimiento pictórico italiano contemporáneo denominado macchiaioli, que también es un precedente del impresionismo.

Puede decirse que el movimiento de los macchiaioli es un precedente del impresionismo, es más, no tiene mucho que ver con éste. La poética de los macchiaioli es una poética decididamente realista que, en todo caso, concuerda con el realismo de Courbet y con los paisajistas de Barbizon, aunque con una clara tendencia a la tradición local y una inclinación hacia lo anecdótico. Sobre la base de su orientación realista... se opone al romanticismo moderado y purista de los pintores académicos.

Alemania y Austria

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El gran peso del romanticismo alemán (y movimientos paralelos, como el nazarenismo o la escuela de Düsseldorf) hace que la pintura realista en Alemania no se defina con claridad, identificándose con la etiqueta importada de Francia a los pintores de la segunda mitad del siglo XIX que se dedican al paisaje y al costumbrismo. Se caracterizaron por el interés por la luz y la factura preimpresionista, y algunos evolucionaron posteriormente hacia el impresionismo alemán y las vanguardias. Entre ellos destacan Adolph von Menzel, Wilhelm Leibl, Max Liebermann, Franz von Lenbach y Hans Thoma.[32]Franz Xaver Winterhalter destacó como retratista de las casas reales. El denominado círculo de Leibl (Leibl-Kreis) formado en Múnich en torno a Wilhelm Leibl (Hans Thoma, Otto Scholderer, Wilhelm Trübner, etc.) se vio influido por la estancia de Courbet en esa ciudad entre 1868-1869.[33]

En el Imperio austríaco (desde 1867 Imperio austrohúngaro) el gusto artístico de mediados del siglo XIX continuó dominado por el conservadurismo del Biedermeier y los movimientos innovadores no terminaron de triunfar hasta la Sezession de finales de siglo. Pintores importantes de la época fueron Ferdinand Georg Waldmüller y Hans Makart.

En los años centrales del siglo XIX hubo un importante tratamiento del paisaje alpino por pintores locales (François Diday, Alexandre Calame, Samuel Birmann, etc.)[34]​ A Albert Samuel Anker se le suele denominar "pintor nacional" de Suiza por sus representaciones de la vida social.[35]Arnold Böcklin suele ser etiquetado como "simbolista".

Países escandinavos

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La pintura rusa del siglo XIX se identifica con los movimientos europeos contemporáneos, aunque la etiqueta "realismo ruso" se aplica más habitualmente al realismo socialista del siglo XX.

El grupo más identificable con el realismo pictórico es el denominado peredvizhniki ("vagabundos" o "itinerantes"), caracterizado por su oposición a las restricciones académicas.[36]

Estados Unidos

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A mediados del siglo XIX hay un florecimiento de la escuela estadounidense de pintura (escuela del río Hudson, los denominados luministas estadounidenses, algo después -desde 1880- el colonial revival[37]​), que evolucionó más adelante hacia el impresionismo (tonalismo, impresionismo estadounidense). La equivocidad del término "realista" hace que se aplique, además de a estos pintores de la segunda mitad del XIX, a otros que tienen muy poco que ver con ellos, como los del denominado realismo estadounidense de comienzos del siglo XX (escuela Ashcan); así como al realismo genérico de los pintores de tradición academicista, entre los que destacaron dos pintores nacidos en Estados Unidos, pero que desarrollaron la mayor parte de su obra en Europa, y que, aunque se relacionaron con el realismo, el impresionismo y otros movimientos posteriores, no se identificaron propiamente con ninguno de ellos: James McNeill Whistler y John Singer Sargent.[38]

Australia

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Los pintores englobados a partir de 1891 en la denominada escuela de Heidelberg, a pesar de ser identificados con el impresionismo australiano, realizan una obra más identificable con la tradición paisajista anterior.[39]

Contexto histórico

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La definitiva implantación de la burguesía como clase dominante la hace pasar de revolucionaria a conservadora. Las causas de 1789 quedaron superadas por el disfrute del éxito económico y de los placeres de la vida moderna.

El papel del artista pasa a ser despertar la adormecida conciencia social sobre los terribles problemas sociales de la industrialización: trabajo infantil y femenino, jornadas laborales interminables, depauperación, condiciones insalubres de las ciudades industriales, desarraigo de la emigración rural, etc.

El desencanto con la reconducción conservadora de la revolución de 1848, que terminó implantando el Segundo Imperio Francés de Napoleón III, llevaron a los artistas a centrarse en lo social. La Comuna de París (1871) fue una nueva oportunidad de hacerles pasar al primer plano de la actividad política.

Contexto filosófico

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Augusto Comte elaboraba la filosofía del positivismo, que proponía como única fuente de conocimiento la observación y la experiencia. Los avances de la ciencia y la técnica fomentaron la formulación de una doctrina optimista, la del progreso social. En vez de soñar con la mejoría de la vida, hay que partir de la realidad. El hombre es representado en sus tareas normales y el tema de la fatiga se convierte en motivo de inspiración.

Contexto ideológico

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Destrucción de la Columna Vendôme, durante la Comuna de París (1871). El responsable cultural de la comuna era precisamente Courbet, que fue procesado por el hecho.

El realismo se vinculó a las ideas socialistas más o menos definidas. Aunque con claras diferencias entre los distintos autores, en general, se aprecia un interés por la situación de las clases más desfavorecidas de la sociedad surgida de la Revolución industrial. Algunos, adoptan una actitud absolutamente comprometida con los intereses del proletariado, participa en acontecimientos políticos del momento y hace un arte combativo. Otros, mantienen una postura más moderada, y endulzan de alguna forma su visión de la realidad.

La estética realista

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Los pintores realistas franceses de mediados del siglo XIX compartieron una estética basada en la representación directa de la realidad. La manera cómo se materializaba este principio básico varió desde la crudeza objetiva de Courbet hasta la simplificación gráfica de Daumier, pasando por el filtro idealista de Millet. En cualquier caso, todos compartían la radicalidad de los temas: ante la trascendencia que concedían al tema romanticismo y academicismo, los realistas entendían que no hay temas banales y que, en consecuencia, cualquier cuestión puede ser objeto de interés pictórico.

Este planteamiento tiene una enorme importancia en un momento en el que la pintura está sometida a las reglas de la crítica oficial: los temas, las actitudes, las composiciones y hasta las medidas de los cuadros tienen que ajustarse a estos rígidos criterios. Ante esta situación, los pintores realistas defienden una pintura sin argumento, una captación simple de la realidad, en la cual lo fundamental es la forma en que se representa la imagen, y no su desarrollo narrativo.

El realismo es un término confuso y de muy difícil definición en lo que respecta a las artes plásticas; en general, sólo alude a una cierta actitud del artista frente a la realidad, en la que la plasmación de esta no tiene que ser necesariamente copia o imitación, aunque sí ajustarse a una cierta verosimilitud. Los realistas intentaban plasmar objetivamente la realidad; representar el mundo del momento de una manera verídica, objetiva e imparcial. No podían idealizar. La única fuente de inspiración en su arte debía ser la realidad; y no podían admitir ningún tipo de belleza preconcebida. La única belleza válida debía ser la que suministraba la realidad, y ellos, como artistas, debían reproducir esa realidad sin embellecerla. Cada ser u objeto tiene su belleza peculiar, que es la que debían descubrir.

La característica principal de su estética es la reflexión sobre la realidad, sin idealizar ni la sociedad, ni la naturaleza, ni el pasado, como lo había hecho el romanticismo. Dejaron a un lado los temas sublimes y se centraron en la vida cotidiana. El romanticismo y su idealización de la historia, de la sociedad y sobre todo de la naturaleza, cuyo tratamiento era un motivo de evasión, dio paso al interés por la realidad en sí misma.

Referencias

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  1. Mucho más explícita, El origen del mundo (1866).
  2. Web del Museo de Orsay (Musée d'Orsay, París): Ficha de El taller del pintor - Qu'est ce qui définit le réalisme? Réponse en images et à travers les œuvres du musée d'Orsay - Réalisme et naturalisme - Réalisme et naturalisme - Du CP à la terminale
  3. 3 minutos de arte: El taller del pintor - El realismo
  4. Musée d'Orsay. Cita como fuente a Champfleury: Del Realismo, Carta a la Sra. Sand, septiembre de 1855; y otros textos posteriores (1878). - Carta de Jules Campfleury a George Sand en Cartas de la Historia - Ficha de Retrato de Champfleury en Musée d'Orsay: "... novelista y crítico de arte,... es uno de los primeros defensores de Courbet. En París, se relaciona asiduamente con la brasserie Andler, lugar de reunión de los realistas. En el seno del grupo, se apoda a Courbet de "sumo pontífice" mientras que Champfleury es el "cardenal en acción". ... [Su] retrato ha servido de estudio para El taller del pintor. El escritor está presente con los amigos del artista, en la derecha de la composición..."
  5. Champfleury pertenecía a un círculo de amigos de Courbet que desde antes de la revolución de 1848 se reunía en la Brasserie Andler (el "Templo del Realismo", se la llamó posteriormente, pues fue allí donde surgió la idea de utilizar ese término), muy cerca del estudio de Courbet. Entre ellos estaban Charles Baudelaire, Pierre Proudhon y Max Buchon, primo y amigo de la infancia de Courbet. En el salón de 1848, año revolucionario, Courbet expuso diez obras. Siguiendo el consejo de Champfleury, Courbet abandonó su temática romántica para representar tipos de la vida cotidiana de Ornans (como el monumental Entierro en Ornans, que pintó desde 1849 y se mostró en el Salón de 1850-1851, donde recibió muy malas críticas). Proudhon interpretaba esta nueva temática desde un punto de vista político y social, yendo probablemente más allá de las intenciones de Courbet, aunque éste no le desmintió. El deseo de mantener una total independencia artística le llevó a rechazar el ofrecimiento del conde de Nieuwerkerke, director de Bellas Artes, que le proponía el encargo de una pintura de grandes dimensiones para la próxima Exposición Universal, sólo con el requisito de someter a revisión el bosquejo inicial. Las tres obras que presentó fueron rechazadas. Fue entonces cuando decidió presentar una exposición alternativa al Salón oficial de 1855. Gustave Courbet Archivado el 13 de agosto de 2006 en Wayback Machine. en wetcanvas.com
  6. Encina Villanueva Lorenzana, Rosa Bonheur, mujer y artista libre, conferencia en el Museo del Prado durante la exposición Invitadas, 2 de diciembre de 2020.
  7. Ficha en el Musée d'Orsay
  8. Ficha en el Musée d'Orsay
  9. POPSI, fuente citada en L'Enrôlement des volontaires de 1792.
  10. Jesús Yuste, Polifacético y sugestivo Delacroix, 27 de marzo de 2012.
  11. Ficha en el Musée d'Orsay
  12. M. Vottero, « L'atelier Gérôme à l'École des Beaux-Arts », Dossier de l'art, no 6 (hors-série),‎ 2010, p. 60-61. Fuente citada en La Vérité sortant du puits.
  13. La Vérité sortant du puits, armée de son martinet, pour châtier l'humanité
  14. Ficha en Sotheby's
  15. Édouard Manet en Museo Thyssen
  16. Ficha en el Musée d'Orsay - Richard Thomson, L’artiste en démolisseur - Ruines, rhétorique et révolution : Paul Signac et l'anarchisme dans les années 1890, Arts et Sociétés - SciencesPo Centre d'Histoire, n° 35.
  17. Entrecomillado de un texto del propio pintor, en My Autobiography and Reminiscences, 1887. Fuente citadas en A Private View at the Royal Academy, 1881.
  18. Bell, Clive (1927). Landmarks in Nineteenth Century Painting. London: Chatto & Windus. OCLC 852123682. Bills, Mark, ed. (2001). Art in the Age of Queen Victoria: A Wealth of Depictions. Bournemouth: Russell–Cotes Art Gallery and Museum. ISBN 0905173651. Y otras fuentes citadas en Victorian painting.
  19. Irina D. Costache, Clare Kunny, Historical Narratives of Global Modern Art, Taylor & Francis, 2023, nota 5:
    Punch quiped, "Marblelous! No doubt whose hand executed this . Evidently Alma Mater no , we mean ALMA TADEMA , " see Punch 90 ( May 8 , 1886 ) : 225 ; note that there was no standardized spelling for this portmanteau word , marble + marvelous . For this chapter I have chosen to use , marbelous , as it is a blend of Punch's " Marbellous " and " Marblelous . "

    María Vázquez, No digas que era un sueño, El ojo en el cielo, 16 de enero de 2013:

    ... su investigación exhaustiva sobre los entornos cotidianos de la Antigua Roma, Grecia o Egipto llevó a muchos a burlarse de su estilo calificándolo de marblelous (juego de palabra, suma de marble y marvellous, que equivaldría a algo similar a «marmolilloso»)

    Expectativas, en HA!

  20. Realismo y prerrafaelismo inglés, en Artehistoria.
  21. Newlyn School (Encyclopedia of Irish and World Art) - Newlyn artists (The Lamorna Society).
  22. Camille Paglia, Sexual Personae - Art and Decadence from Nefertiti to Emily Dickinson, 1990, tomo 1, pg. 493: "In The Bower Meadow, which I think is Rossetti's version of Botticelli's imprisoned Primavera, the same woman appears in uncanny quadruplicate, changing only hair color and style, like a molting bird. The four women sing and dance with averted faces..."
  23. Museo de Zaragoza: secciones de arqueología y bellas artes, 1988, ISBN 8477530491, p. 189.
  24. Realismo y pintura social, Realismo para burgueses, La interpretación realista, Realismo y pintura de historia, Las novedades en España, El realismo preciosista: Fortuny y el fortunysmo, El paisaje realista; en Artehistoria.
  25. Alicia G. Andreu, Realismo y naturalismo en España en la segunda mitad del siglo XIX, Anthropos Editorial, 1988, ISBN 8476580967, p. 301.
  26. Carlos López Rodríguez, Próspero de Bofarull y Mascaró, Butlletí de la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona, vol. 51, pp. 417-26: "...El objetivo de esta conferencia fue el de conmemorar la devolución del retraro de Próspero de Bofarull y Mascaró, realizado por Claudio Lorenzale, del Archivo de la Corona de Aragón. El cuadro se encontraba en la Reial Academia de Bones Lletres desde el a60 1982 y se devolvió con motivo de la restauración del Palau del Lloctinent, sede central del Archivo. ... el retrato, al parecer póstumo, que le hizo el pintor Claudio Lorenzale..."
  27. Ficha en el Museo del Prado
  28. Ficha en el Museo del Prado
  29. Ficha en el Reina Sofía.
  30. Carmen del Vando, La historia de cómo Italia se sumo al romanticismo, 23 de febrero de 2019.
  31. El arte moderno: del iluminismo a los movimientos contemporáneos, AKAL, 1998, ISBN 8446000342, pg. 159.
  32. Ana María Preckler, Historia del arte universal de los siglos XIX y XX, Complutense, 2003, ISBN 8474917069, pg. 248 y ss.
  33. Robin Lenman, Artists and Society in Germany, 1850-1914, Manchester, Manchester University Press, 1997, p. 111 — « Lettre de Courbet à Jules Castagnary, Interlaken, 20 novembre 1869 », in: P. Ten-Doesschatte Chu, Correspondance de Courbet, Flammarion, 1996, p. 315, note 8. Fuentes citadas en Cercle de Leibl.
  34. Pintura alpina: el arte suizo y la alta montaña
  35. Therese Bhattacharya-Stettler, Dictionnaire sur l'art en Suisse, Institut suisse pour l'étude de l'art, 1998.
  36. Roy Bolton, Russia and Europe in the XIX c., pg. 108
  37. Richard C. Malley, The Colonial Revival in Art, Conecticut Historical Society Museum and Library, 10 de julio de 2014.
  38. * John Wilmerding "American Light. The Luminist Movement 1850-1875. Paintings Drawings Photographs." National Gallery of Art Washington 1980. Fuente citada en Luminism (American art style). Véase también en:Tonalism, en:American Impressionism y en:American realism.
  39. It is generally accepted that the artists of the Heidelberg School — Roberts, McCubbin, Streeton and their friends — introduced realism and impressionism* into Australian painting (Ursula Holff, Reflection on the Heidelberg School, 1885-1900, en Meanjin, Volúmenes 10-11, pg. 125).

Enlaces externos

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