Erythroxylum coca

especie de planta
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Erythroxylum coca, de nombre común coca (del quechua: kuka), es una especie sudamericana de la familia de las eritroxiláceas, originaria de las escarpadas estribaciones de los Andes amazónicos.[1]​ Es una especie cultivada originaria de los Andes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Chile, Perú y zonas occidentales del noroeste de Argentina pero también crece de manera silvestre.[6]

Erythroxylum coca

Planta de coca
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Malpighiales
Familia: Erythroxylaceae
Género: Erythroxylum
Especie: Erythroxylum coca
Lam., 1786
Variedades
Sinonimia
  • Erythroxylum bolivianum, (Burck, 1890)[4]
  • Erythroxylum chilpei, (E.Machado, 1968)[5]
  • Erythroxylum peruvianum, (Mitchel. & Pascal., )

La planta de coca ha tenido y tiene un papel importante en las culturas andinas, ya que es utilizada durante diversas ocasiones: trabajo agrícola, faena comunal, minero, construcción, marcado de animales, artesanías, hogar, fiestas costumbristas, patronales, carnavales, ofrendas, misas, velorios y entierros.[7]​ También es utilizada por sus propiedades medicinales y nutritivas. Finalmente, las hojas también son utilizadas para la adivinación y con fines apotropaicos (o de protección).[8][9]

Es utilizada en todos estos aspectos desde hace miles de años por culturas prehispánicas andinas como las muisca, aimara y quechua; así como culturas amazónicas. La planta de coca se hizo conocida en el mundo entero por su alcaloide, el cual se obtiene mediante un proceso químico descubierto en el siglo XIX en Europa, el clorhidrato de cocaína (también llamado coca o cocaína), una sustancia que es un potente estimulante del sistema nervioso central y con alta tendencia a provocar dependencia. Desde 1885, extractos de la hoja de la coca han sido y vienen siendo utilizados en los productos Coca-Cola.[10][11]

Descripción

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La planta de la coca es un arbusto que crece hasta los 2,5 m de altura, de tallos leñosos y hojas elipsoidales, medianas, muy fragantes y de color verde intenso. Sus flores son minúsculas y de color blanco. Sus frutos, de color rojo, no tienen pulpa ya que son como semillas de forma ovoide y miden alrededor de 1 cm de largo.

Distribución y hábitat

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Geográficamente, el cultivo de Erythroxylum coca o Erythroxylum coca var. coca se extiende desde Ecuador hasta Bolivia, a ambos lados de la cordillera. Esta variedad de coca no se encuentra presente en Colombia o en la selva baja o llano amazónico, como si ocurre con Erythroxylum novogranatense var. novogranatense (coca colombiana) y Erythroxylum coca var. ipadu (coca amazónica).[12]

La coca crece adecuadamente en las tierras cálidas y húmedas de los Andes (región Yungas o Selva alta), en un rango de altitud que va desde los 500 hasta los 2000 m s.n.m.[12]​ Sin embargo, cultivos en altura fuera de ese rango son posibles en determinadas regiones. Crece incluso bajo la sombra de grandes árboles en las regiones tropicales.

Taxonomía

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Erythroxylum coca fue descrita por Jean-Baptiste Lamarck y publicado en Encyclopédie Méthodique, Botanique 2: 393 en 1786.[13]

Etimología

Erythroxylum: nombre genérico compuesto que viene del griego ἐρυθρός - eruthros, que significa 'rojo', y del griego ξύλον - xulon, que significa 'madera'.[14]

coca: epíteto que proviene de la palabra quechua kuka que identifica la planta.

Importancia económica y cultural

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Mujeres recolectando hojas de coca en Bolivia, grabado en madera circa 1867

En Bolivia y Perú, las formas tradicionales de uso y consumo de la hoja de coca, así como su cultivo, son legales por parte de cada gobierno hasta cierta cantidad en toneladas y hectáreas para, justamente, evitar la producción de cocaína. Esta planta es apreciada por la mayoría de la población indígena de cada país, especialmente en las zonas rurales para hacer rituales de agradecimiento a la madre naturaleza. La coca se cosecha hasta tres veces al año de manera manual en la zona de las Yungas bolivianas (en el Departamento de La Paz, Bolivia), se cosecha 4 veces al año en el Chapare del Departamento de Cochabamba (Bolivia) y hasta seis veces en el Alto Huallaga (Perú). En Colombia, el cultivo de hoja de coca está prohibido en todas sus formas por parte del estado si se pasa de las 20 unidades o plantas;[15]​ aun así, los indígenas en los resguardos de la Sierra Nevada de Santa Marta y en el Departamento del Cauca cultivan ciertas cantidades para sus rituales religiosos. Las hojas son arrancadas por el peciolo y secadas al sol para su posterior venta y comercialización. Una misma planta puede ser cosechada durante diez años.

El uso de las hojas de coca en el área andina se remonta, cuando menos, a unos seis mil años antes de nuestra era.[16]​ Se han hallado evidencias arqueológicas y arqueobotánicas en varias culturas ubicadas en el Periodo Formativo como Valdivia hasta el Horizonte Tardío como la Inca.[17]​ Hasta el día de hoy continúa siendo común su uso entre los actuales grupos indígenas y tradicionales de las zonas andinas del noroeste de Argentina, Bolivia, Chile, el sur de Colombia, Ecuador y Perú.[18]

Hasta antes del surgimiento del imperio incaico (aproximadamente en el año 1400 de nuestra era), el uso de la coca estaba al alcance de la población en general. No obstante, en tiempo de los incas la coca pasó a ser controlada por el Estado inca y a ser considerada un artículo de lujo; y utilizada durante los ritos sacerdotales únicamente por los emperadores incas y nobles. Posteriormente, sin embargo, su consumo fue estimulado por los conquistadores españoles para extender las horas de trabajo de la mano de obra originaria y desde entonces su uso volvió a ser ampliamente difundido entre la población indígena de los Andes.[cita requerida]

Acullicar

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El chacchar, mambear, piqchar o acullicar (términos de idiomas originarios andinos) es el acto de introducir las hojas de coca en la boca y humedecerlas con saliva, formando un bolo, el cual se mantiene entre los dientes y la parte interna de los carrillos, para lentamente extraer las sustancias activas y estimulantes. Para lograr los efectos deseados, es necesario agregar periódicamente un poco de componente alcalino a la mezcla, usualmente ceniza alcalina (mayormente bicarbonato de calcio de origen vegetal). Esto se logra con la llipta, lliqta o toqra (un comprimido de ceniza en forma de panecillos o bloques fabricados de la ceniza del tallo de la quinua) o simplemente con la ayuda de un palillo previamente humedecido con saliva y sumergido en cal apagada dentro de un puru (en estos casos ocasionalmente se observa quemaduras en la mucosa bucal de algunos "acullicadores" que utilizan este sistema). Además de usarse para mitigar las sensaciones de hambre, sed o cansancio, puede usarse con fines rituales tradicionales y sociales. En este sentido, el 6 de diciembre de 2005, en Perú el Estado declaró oficialmente a los usos culturales tradicionales de la hoja de coca como patrimonio cultural inmaterial de la nación.[19]​ Con esta medida, se buscaba darle oficialmente el valor cultural, social y espiritual del consumo tradicional de la hoja de coca, y legitimar su uso ancestral.

En Bolivia, akullicar es una práctica común en la dieta del boliviano promedio, esta costumbre no solo se restringe a la población indígena, también lo realizan los mestizos o blancos. Cabe la aclaración de que el consumo es mayor en la gente que vive en la zona occidental del país, correspondiente a los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba. Es muy frecuente que cuando se llega al aeropuerto de La Paz, personas que provienen de lugares bajos (es decir, que viven en alturas menores a 1000 metros sobre el nivel del mar) tengan que tomar té o mate de coca, ya que su consumo hace menos agresiva la permanencia en alturas superiores a los 3500 metros sobre el nivel del mar.

Patrimonio cultural

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En 2014 el Parlamento Andino durante su cuadragésima sesión en la localidad boliviana de Coroico declaró al chacchado de la hoja de coca como Patrimonio Cultural y Ancestral de los pueblos de Los Andes. En esta sesión participaron parlamentarios del Estado Plurinacional de Bolivia, la República de Colombia, la República del Ecuador y la República del Perú.[20][21][22]

Usos medicinales

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La hoja de coca posee efectos medicinales que son utilizados en la medicina tradicional andina y amazónica como: analgésico gástrico y anorexígeno, contra el dolor de las hemorragias menstruales, contra picaduras de arácnidos e insectos, carminativo, antidiarreico, contra el mal de altura o soroche, contra el cansancio y la fatiga, digestivo, contra el dolor de muelas y contra el asma.[23]

Desde los estudios farmacológicos, se han evaluado y confirmado los siguientes efectos biológicos de la hoja de coca:[24]estimulante del sistema nervioso central,[25]antioxidante,[26]antiartrítico (reduce la resorción ósea),[27]antiviral, antibacteriano, citotóxico, analgésico,[28][29][30]​ contra el mal de altura, anestésico,[31]​ hemostático, cardiotónico,[32]​ antianémico,[33]​ actividad anoréxica,[34]​ hipoglucemiante,[35]​ y antiulcerogénico.[36][37]

Mamacoca

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Mamacoca presentando la hoja sagrada al Viejo Mundo. Ilustración en el libro The History of Coca: The Divine Plant of the Incas (1901) de William Golden Mortimer.
En la cosmovisión andina, Mamacoca o Cocamama (en ortografía quechua contemporánea: Kuka Mama),[38]​ hace referencia al espíritu de la planta de la coca (Erythroxylum coca) en los Andes de Sudamérica.[39]​ Al espíritu se le atribuye el género femenino.[40][41]​ Desde esta concepción, Mamacoca es un «sujeto no humano con agencia» social que puede enseñar saberes a las personas curanderas de la medicina tradicional en los Andes y en la Amazonía.[42][43]​ Asimismo, en contextos más allá de los terapéuticos, Mamacoca ocupa también la función de mediadora entre los humanos y las otras formas de existencia a través de las ofrendas y la lectura de las hojas.[43]

Usos rituales

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Campesino de Piscobamba chacchando coca desde un puru. Es una costumbre ancestral, da vigor, y según ellos, presagia el porvenir.

En términos de la población originaria y rural de los Andes, la hoja de coca es considerada por mucha gente como una planta "mágica", debido a que sus propiedades estimulantes la hacen una planta excepcional y de ahí se deriva su papel de ofrenda a la tierra como agradecimiento a los frutos obtenidos de ella, y también como elemento central en ceremonias tradicionales propiciatorias para obtener la buena voluntad de las fuerzas naturales en las actividades humanas (siembra, cosecha, crianza de animales, etc.).[44]​ Otros de los usos rituales o místicos más difundidos son el soplar las hojas al viento ('soplar un kintu'), o dejarlas caer al azar, para leer la suerte, el destino, curar el "mal de amores", así como el ofrecerlas como tributo a los dioses y en lugares sagrados o Apus para congraciarse con las fuerzas de la naturaleza.[45][46]

Como planta maestra utilizada en dietas amazónicas, la coca brinda al dietante balance y equilibrio, estimula la producción onírica, permite centrarse y alinearse en los niveles físico, mental y emocional.[47]

Otro uso ritual es la lectura de hojas de coca: una forma de adivinación que utiliza las hojas de la planta de la coca.[48]​ Es una práctica tradicional de los Andes del noroeste de Argentina, Bolivia y Perú.[49]​ Es utilizada como una forma de diagnóstico en la medicina tradicional andina.[50]

Usos como saborizante

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La empresa multinacional estadounidense The Coca-Cola Company es la única corporación en el mundo autorizada a importar, procesar y usar comercialmente hojas de coca para la elaboración de la bebida Coca-Cola.[45]​ El artículo 27 de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 fue desarrollado de manera ad hoc para tal fin.[51]​ Las hojas de coca son adquiridas legalmente con permiso del Departamento de Justicia de los Estados Unidos a través de Empresa Nacional de la Coca en Perú.[52][10]

Referencias históricas

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Hojas de coca.

Registro arqueológico

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La evidencia de uso de la hoja de coca más antigua es de por lo menos hace 8000 años, datado con la técnica de C-14, en restos arqueobotánicos en el sitio Nanchoc, en el valle del Alto Zaña, Cajamarca, en el norte del Perú.[16][53]

Se han encontrado también restos de los alcaloides cocaína y benzoilecgnonina en una bolsa de la cultura Tiwanaku de hace 1000 años en el sitio Cueva del Chileno en Bolivia.[54][55][56]

Primeras descripciones de uso en los siglos XVI y XVII

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Los colonizadores europeos le dieron diferentes denominaciones, mientras los nativos la conocían como hoja sagrada por su expresa utilización entre los miembros de la casta superior de los nobles. Al parecer, durante el incanato el uso de esta hoja estaba restringido entre el resto de la población, por lo que también tenía la categoría de presente real para recompensar servicios.[cita requerida]

Algunos opinan que las facultades provocadas por la hoja de coca se consideraban como un hecho sobrenatural y por ello estaba presente en actos funerarios, entre otros. La utilización de hoja de coca está arraigada en la cultura boliviana y peruana.La eficacia de la hoja de coca como estimulante fue reconocida por los españoles desde el mismo momento en que llegan a Sudamérica en el siglo XVI. En los documentos etnohistóricos coloniales, cronistas de indias como Américo Vespucio, Gonzalo Fernández de Oviedo, Bartolomé de las Casas, Pedro Cieza de León, Juan de Betanzos, Agustín de Zárate, Cristóbal de Molina, Pedro de Aguado, Girolamo Benzoni, Juan de Matienzo y Hernando Colón, entre otros, describen los usos de las variedades de la hoja de coca por las culturas americanas desde Panamá hasta Chile y Argentina.[57]

En el siglo XVII, por ejemplo, el científico y sacerdote jesuita español Bernabé Cobo en su Historia del Nuevo Mundo (1653), brinda una descripción de uso personal de las hojas de coca:[58]

Su temperamento es caliente y seco con muy buena estipticidad[nota 1]​; mascada de ordinario, aparta de los dientes toda corrupción y neguijón[nota 2]​, y los emblanquece, aprieta y conforta. A mí me sucedió, que llamando una vez a un barbero para que me sacara una muela, porque se andaba y me dolía mucho, me dijo el barbero que era lástima sacarla, porque estaba buena y sana; y como se hallase presente un amigo mío religioso, me aconsejó que mascase coca por algunos días. Hícelo así, con que se me quitó el dolor de la muela y ella se afijó como los demás.
Cobo (1653): 216.[60]

Las descripciones de los viajeros del siglo XIX

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Sus efectos fueron descritos con lujo de detalles por los grandes viajeros foráneos del siglo XIX. Uno de ellos, el erudito botánico e historiador británico Sir Clements R. Markham (1830-1916), recomendó el uso de la coca a todos los turistas y extendió esta recomendación a los miembros de los clubes de alpinismo de Europa:

I chewed coca, not constantly, but very frequently,

from the day of my departure from Sandia, and,
besides the agreeable soothing feeling it produced,
I found that I could endure long abstinence from food
with less inconvenience than I should otherwise have felt,
and it enabled me to ascend precipitous mountain-sides
with a feeling of lightness and elasticy,
and without losing breath.
This latter quality ought to recommend its use
to members of the Alpine Club,

and to walking tourists in general.
Masqué coca, no constantemente, pero con frecuencia,

desde el día de mi partida de Sandia y,
junto al agradable sentimiento de consuelo que producía,
hallé que podía resistir una larga abstinencia de comida
con menos molestia de la que en otra forma hubiera sentido;
me permitía ascender escarpadas montañas
con una sensación de ligereza y elasticidad,
sin perder el aliento.
Esta última cualidad debería recomendarla
a los miembros del Clup Alpino

y a los turistas caminantes en general.
Markham (1862): 238.[61][62]
 
Hojas y frutos.

La cortesía de los establecimientos turísticos de la sierra peruana al ofrecerles una taza de infusión de coca a los visitantes de las serranías del Perú, no es desde luego, una "mala costumbre" indígena, sino por el contrario una amable bienvenida moderna recomendada muy efusivamente por Alexander von Humboldt, D´Orbigny, Von Tschudi, Markham, Mantegazza, De Castelnau, Herndon, Gibbon, Squire, Marcoy y muchos otros. El trueque del acto de chaqchar la coca por el más refinado consumo de la infusión es una adaptación costumbrista cuya real efectividad es puesta en duda por muchos. En otras palabras, la hoja de coca es mucho más efectiva para paliar el mal de altura cuando se le agrega la sustancia alcalina al formarse el bolo de hojas en la boca, ya que sus sustancias activas son catalizadas mediante el uso del bicarbonato y son más eficientemente absorbidas por el cuerpo.

Rodeada por el ceremonial, formalidades y controles ejercidos por la comunidad, raramente es objeto de abuso o descontrol que pueda causar daño a la salud. En las relaciones sociales de la cultura andina, la coca es un obsequio que significa amistad y generosidad. El acto de compartir la coca y consumirla conjuntamente con otros es un hecho muy importante que sella relaciones de confraternidad y confianza entre los participantes. Además, en la medicina tradicional no existe otro remedio con tantos y tan vastos usos cuya efectividad ha sido comprobada. En todos estos sentidos, además de su efecto bioquímico, la coca es uno de los componentes más destacados de la psicoterapia popular nativa, lo que la hace un indispensable elemento de apoyo para la seguridad emocional del hombre andino.

En Bolivia

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Para parte de la población boliviana, incluyendo mestizos, quechuas y aymaras, el consumo de hoja de coca es también parte de la tradición y hasta de la gastronomía del país. El akulliku (mascado de coca) ya era practicado desde antes de la llegada de los españoles a tierras andinas. En Bolivia, de acuerdo al estudio sobre la hoja de coca del gobierno ("Estudio Integral de la hoja de coca", Instituto Nacional de Estadística, Bolivia, 2013) el akullicador o mascador es un personaje que está presente en las actividades cotidianas del país (como es una fiesta o un velorio). En números redondos, 1 125 483 personas en Bolivia, es decir el 11,2 % de la población del país, practican el mascado de hoja de coca.

Propiedades de la planta

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Erythroxylum coca[63][64][65][66]
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 73 kcal 305 kJ
Carbohidratos 46.2 g
 • Fibra alimentaria 14.4 g
Grasas 5.0 g
Proteínas 18.9 g
Agua 6.5 g
Retinol (vit. A) 6598.68 μg (733%)
Tiamina (vit. B1) 0.35 mg (27%)
Riboflavina (vit. B2) 1.91 mg (127%)
Niacina (vit. B3) 1.3 mg (9%)
Ácido pantoténico (vit. B5) 0.685 mg (14%)
Vitamina B6 0.508 mg (39%)
Ácido fólico (vit. B9) 0.13 μg (0%)
Vitamina C 1.4 mg (2%)
Vitamina E 29 mg (193%)
Calcio 1540 mg (154%)
Cobre 1.21 mg (0%)
Hierro 45.8 mg (366%)
Magnesio 213 mg (58%)
Manganeso 6.65 mg (333%)
Fósforo 911 mg (130%)
Potasio 2.02 mg (0%)
Sodio 40.6 mg (3%)
Zinc 2.7 mg (27%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.

Su contenido en vitaminas y determinados oligoelementos hacen que al mismo tiempo la infusión de coca constituya un complemento nutritivo de la dieta diaria. Estudios de la Universidad de Harvard sostienen que en 100 gramos de coca se pueden tener casi dos gramos de potasio que son necesarios para el equilibrio del corazón y se le atribuyen además propiedades adelgazantes.[63]​ Sabiendo que estas tisanas son tan ricas en estos nutrientes, se convierten en alimento y en medicina.

Controversia acerca de la toxicidad

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Existe controversia sobre si la hoja de coca puede ser recomendada como alimento por sus contenidos de alcaloides, principalmente la cocaína (0.56 g por cada 100 g).[67]

No obstante, la dosis letal se estima entre 0.5 y 1.5 g,[68]​ y considerando que la administración por vía oral absorbe solo el 33 %,[69]​ la absorción a través del acullico sería de 0.33 g, en el caso improbable que por un lado se masticara 100 g y por otro que la absorción sea completa.[70]​ Se han realizado investigaciones sobre la cantidad de cocaína absorbida por el cuerpo humano a través del masticado de las hojas concluyéndose:

Es posible también que los efectos beneficiosos de masticar hojas de coca estén relacionados con los flavonoides encontrados en las hojas de coca y no por la liberación de la cocaína. La cantidad de cocaína que se libera en el proceso de masticación de estas hojas de coca es extremadamente pequeña y es poco probable que sea de cualquier beneficio fisiológico.
Casikar et al, 2010[71]

Estudios científicos determinaron que la cantidad en sangre entera de cocaína luego del acullicado de 30 g de hojas fue de 98 ng mientras que en una dosis de cocaína fue 4890 ng.[70]

En cuanto al mate de coca, investigaciones han determinado que por una bolsita de hojas de coca (1 gr de hoja), se extrae en promedio 4.14 mg (bolsa de Perú) y 4.29 mg (bolsita de hojas de coca de Bolivia) de cocaína,[72]​ cantidades muy por debajo de la dosis letal de 0.5 a 1.5 g.[68]

Aspectos farmacológicos

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La cocaína (metil benzoil ecgonina), el principal alcaloide tropánico presente en esta planta, posee propiedades estimulantes, anestésicas, terapéuticas y mitigadoras del apetito, la sed y el cansancio. Tradicionalmente, esta sustancia se ha obtenido en cantidades muy pequeñas y diluidas mediante la masticación con una sustancia alcalina de obtención natural (bicarbonato de calcio). También se obtiene de la hoja, de manera natural, otras sustancias ligeramente estimulantes mediante la infusión en agua hervida o el cocimiento (tisana), con un efecto similar al café o al té. Estas formas de consumo no causan dependencia ni tampoco ningún daño fisiológico, y su efecto estimulante tiene una duración similar al del café y el té.

La cantidad de cocaína contenida en las hojas frescas va desde un 0,4 % a un 1,0 % en peso. Aparte de esta sustancia, las hojas de la coca presentan otros alcaloides endógenos como tropacocaína, tropinona, higrina, cuscohigrina y cinamilcocaína, con sus isómeros trans cinamilcocaína y cis cinamilcocaína.[72][73][70][74][75]

La absorción de la cocaína en su forma tradicional es mucho menos rápida y eficiente que en las formas purificadas del clorhidrato de cocaína y no causa los mismos efectos psicoactivos y eufóricos asociados con el uso de la droga en su preparación química de laboratorio. La adicción, formación de hábito, daño corporal o neurológico u otros efectos nocivos del consumo de la hoja en su forma natural, no se han documentado ni demostrado científicamente.[70]

Nombre común

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  • Coca Huánuco, coca boliviana[76]
  • Fuhuza, nombre en Muysccubun.[77]
  • Bolivia: huara huara en idioma chácobo[78]
  • Hayo, otro nombre dado en Colombia[79]​.

Véase también

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  1. Estipticidad: de sabor metálico astringente.[59]
  2. Neguijón: Enfermedad de los dientes que los pone negros..[59]

Referencias

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  1. a b Biondich y Joslin, 2016, p. 1.
  2. Plowman, 1984, p. 68.
  3. «Tropicos | Name - Erythroxylum coca var. ipadu Plowman». www.tropicos.org. Consultado el 9 de mayo de 2019. 
  4. Erythroxylum coca en Tropicos, acceso el 21 de febrero de 2017.
  5. «Erythroxylum coca en PlantList». www.theplantlist.org. Archivado desde el original el 7 de marzo de 2014. Consultado el 7 de marzo de 2014. 
  6. Plowman, 1986, p. 13.
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  8. Rospigliosi, Fernando (2004). «Introducción». El consumo tradicional de la hoja de coca en el Perú (Lima: Instituto de Estudios Peruanos): 12. ISBN 9972-51-112-X. 
  9. Lezama, Vicente Torres (23 de diciembre de 2020). «Kallpachakuy: Coca, bebida y cigarro como fuerza y protección en la peregrinación a Qoyllurit´i». Anthropologica (Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú) 38 (45): 133-159. ISSN 2224-6428. doi:10.18800/anthropologica.202002.006. Consultado el 10 de agosto de 2023. 
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  11. «Transnational Institute – Coca Myths». www.tni.org (en inglés). Consultado el 18 de julio de 2021. 
  12. a b Plowman, 1986, p. 12.
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Estudios farmacológicos

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