Flagelación de Cristo en la columna

escena evangélica y un tema iconográfico muy frecuente en el arte cristiano
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Cristo en la columna o Cristo atado a la columna es una escena evangélica y un tema iconográfico muy frecuente en el arte cristiano, dentro del ciclo de la Pasión.

Flagelación de Cristo por Peter Paul Rubens
Vidrieras medievales en Suecia de la Iglesia de Dalhem, Suecia (c. 1240)

La escena transcurre en el Pretorio de Jerusalén (el centro de poder romano, dirigido por Poncio Pilato), a donde Jesucristo ha llegado por segunda y última vez, tras su paso por distintas instancias (Anás, Caifás y Herodes). Es exhibido ante la multitud (escena denominada Ecce homo), que prefirió liberar a Barrabás antes que a él, y (bien antes o después de esa exhibición) es despojado de sus ropas (no debe confundirse esa escena con la de el expolio, que es la previa a la crucifixión), vestido con un rico manto (no debe confundirse con la túnica de Cristo) y atado a una columna, donde será sometido a burlas (relativas a su presunto delito: pretender ser "rey de los judíos" -INRI-) y torturas (entre ellas, la flagelación y la coronación de espinas, denominaciones iconográficas que a veces son totalmente identificables con ésta y a veces se diferencian con precisión).

Los pasajes evangélicos que tratan este asunto están en Mateo 27,[1]​ Marcos 15,[2]​ Juan 18 y 19,[3]​ y Lucas 22 y 23[4]​ (en este evangelio la escena de golpes y burlas no se produce en el Pretorio, sino entre el prendimiento y la comparecencia ante Caifás).

La columna es a veces representada como una columna sustentante, que va de suelo a techo, o como una pequeña columna, de aproximadamente un metro de altura y provista de argollas. Cristo puede estar encadenado o atado a ella.

La Flagelación a manos de los romanos se menciona en tres de los cuatro Evangelios canónicos: Juan 19:1, Marcos 15:15, y Mateo 27:26, y era el preludio habitual a la crucifixión bajo la ley romana.[5]​ Ninguno de los tres relatos es más detallado que el de Juan: "Entonces Pilato tomó a Jesús y lo hizo azotar" (NVI). El relato comparable de Lucas, Lucas 22:63-65 es de los guardias del Sumo Sacerdote golpeando y burlándose de Jesús. En la Pasión de Cristo, el episodio precede a la Burlas a Jesús y a la Coronación con espinas, que según los Evangelios sucedieron al mismo tiempo o inmediatamente después. A diferencia de la flagelación, éstos no formaban parte del proceso judicial romano normal.[6]

Referencias del Nuevo Testamento

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Así que les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó para que fuera crucificado.[7]
Pilato, queriendo contentar a la muchedumbre, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.[8]
Entonces Pilato tomó a Jesús y mandó que lo azotaran. Y los soldados le pusieron en la cabeza una corona de espinas que habían trenzado y lo vistieron con un manto de púrpura.[9]

Interpretaciones de la Iglesia católica

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La cohorte romana sestaba compuesta por unos 625 soldados, cuyo cuartel era la Torre Antonia, junto al Templo. La componía mercenarios de otras zonas. Así se comprenden las burlas y la farsa del saludo: «Salve, Rey de los Judíos», y da un sentido al pasaje: al rechazo anterior de los judíos, le sigue ahora el de los gentiles. En este pasaje se pone de manifiesto el valor redentor universal de los sufrimientos de Cristo:

Contempla los salivazos de mi cara, que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas, que he soportado para reformar de acuerdo con mi imagen tu imagen deformada.[10][11]

En un relato sobrio, el evangelista pone de manifiesto las burlas en el palacio del sumo sacerdote, los azotes en la casa de Pilato, y ahora las groserías de los soldados. Éstos se burlan de la realeza de Jesús, pero

sus oprobios han borrado los nuestros, sus ligaduras nos han hecho libres, su corona de espinas nos ha conseguido la diadema del Reino, y sus heridas nos han curado.[12]

Los soldados hacen ridiculización de la realeza de Jesús pero, sin quererlo, le manifiestan como lo que es: Rey.

Cuando lo vistieron de púrpura para burlarse de Él cumplieron lo profetizado: era Rey. Y aunque lo hicieron para burlarse de Él, consiguieron que se adaptase a Él el símbolo de la dignidad regia. Y aunque le perforaron con una corona de espinas, sin embargo fue una corona, y fue coronado por unos soldados como los reyes son proclamados por los soldados. [13][14]

Los autores espirituales se han conmovido ante esta imagen de Cristo maltratado: «Mira cuál estaría aquel divino rostro:

hinchado con los golpes, afeado con las salivas, rasguñado con las espinas, arroyado con la sangre, por unas partes reciente y fresca, y por otras fea y denegrecida. Y como el santo Cordero tenía las manos atadas, no podía con ellas limpiar los hilos de sangre que por los ojos corrían; y así estaban aquellas dos lumbreras del Cielo eclipsadas y casi ciegas y hechas un pedazo de carne. Finalmente, tal estaba su figura, que ya no parecía quien era, y aun apenas parecía hombre, sino un retablo de dolores pintado por mano de aquellos crueles pintores y de aquel mal presidente. [15]
Los pecados, así los tuyos como los míos, como los de todo el mundo, fueron los verdugos que le ataron, y le azotaron, y le coronaron de espinas, y le pusieron en la Cruz. Por donde verás cuánta razón tienes aquí para sentir la grandeza y malicia de tus pecados.[16]

Galería de imágenes

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Entre otros artistas, el tema fue tratado en pintura por Caravaggio (Cristo en la columna, museo de Rouen, también denominado La flagelazione) y un pintor caravaggiesco como Pasquale Ottino; y en escultura por Gregorio Fernández (El Señor Atado a la Columna) y muchos otros imagineros españoles.

 
Cristo en la columna con cuatro santos, atribuido a Juan de Borgoña, h. 1500-1510.

Retablos y capillas

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Son muy numerosos los retablos y capillas con esta advocación:

Pasos y cofradías

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Son muy numerosas las cofradías, pasos y procesiones de Semana Santa, especialmente de la Semana Santa en España, que se denominan "de la Columna", del "Cristo de la Columna" o con expresiones similares:

Semana Santa de Ciudad Real Cristo de la Bondad y Virgen del Consuelo

  1. NVI
  2. NVI
  3. NVI, cp. 18; NVI, cp. 19
  4. NVI, cp. 22; NVI, cp. 23
  5. Schiller, 66; Académico en Newsweek
  6. Schiller, 66
  7. Facultad de Teología. Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 3154). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  8. Facultad de Teología. Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 3222). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  9. Facultad de Teología. Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 3403). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  10. Homilía antigua, en Liturgia de las Horas, Oficio de lecturas del Sábado Santo
  11. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 9229). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  12. san Jerónimo, en Catena aurea, ad loc.
  13. Cirilo de Jerusalén, Homilia in paralyticum 12
  14. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 9367). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  15. Fray Luis de Granada, Vida de Jesucristo 24
  16. Fray Luis de Granada, Vida de Jesucristo 15
  17. Ficha biográfica en Artistas cántabros de la Edad Moderna

Enlaces externos

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