Conquista de Tenerife
La conquista de Tenerife fue el proceso histórico por el cual la isla de Tenerife, en el archipiélago atlántico de Canarias, fue incorporada a la Corona de Castilla entre 1494 y 1496 mediante la ocupación militar del territorio habitado por los aborígenes guanches. Fue la última isla canaria en ser conquistada, formando parte de la denominada etapa realenga de la conquista pues fue asumida por los Reyes Católicos.
Conquista de Tenerife | ||||
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Parte de la conquista de las islas Canarias | ||||
La batalla de Acentejo, óleo sobre lienzo de Gumersindo Robayna, Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. | ||||
Fecha | 15 de abril de 1494-29 de septiembre de 1496 | |||
Lugar | Tenerife (islas Canarias) | |||
Casus belli | Expansión europea en el Atlántico | |||
Resultado | Victoria castellana | |||
Consecuencias | Incorporación de la isla a la Corona de Castilla, colonización europea y desaparición de la cultura aborigen | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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Antecedentes
editarA finales del siglo xv Tenerife permanecía como la isla más indómita del archipiélago dada su gran población y la belicosidad de los guanches, habiendo tenido varios intentos infructuosos de conquista por parte de los detentores del señorío de Canarias.
Finalmente, en diciembre de 1493 el capitán Alonso Fernández de Lugo obtuvo de los Reyes Católicos la confirmación de sus derechos de conquista sobre la isla de Tenerife y, a cambio de renunciar a la prima prometida por la conquista de La Palma, reclamó el gobierno de la isla, aunque no obtuvo participación en el quinto real.
La financiación de la conquista fue llevada a cabo con la venta de sus plantaciones de azúcar en el valle de Agaete, obtenido tras la conquista de Gran Canaria, y asociándose con comerciantes italianos asentados en Sevilla.
Tenerife estaba dividida en el momento de la conquista en nueve reinos o menceyatos. Por su actitud ante los castellanos, cabe distinguir los bandos de paces, que se mostraron neutrales o proclives a los castellanos. Eran los bandos del sur y del este (Anaga, Güímar, Abona y Adeje), es decir, aquellos que habían tenido más contacto con los castellanos a través de la actividad misionera. El bando de guerra agrupaba a los menceyatos del norte (Tegueste, Tacoronte, Taoro, Icod y Daute).
La conquista
editarEn abril de 1494, y procedente de Gran Canaria, desembarcó el conquistador en la costa de la actual Santa Cruz de Tenerife con una tropa de peninsulares y canarios formada por unos dos mil hombres de a pie y doscientos a caballo. Tras levantar un fortín se dispuso a adentrarse hacia el interior de la isla. Intentó un acercamiento a los bandos de guerra y a Bencomo, mencey del más importante menceyato hostil le ofreció amistad, la aceptación del cristianismo y el sometimiento a la autoridad de los Reyes Católicos. El rechazo de las dos últimas condiciones hizo inevitable el enfrentamiento.
El primer encuentro armado fue la célebre primera batalla de Acentejo que tuvo lugar en las proximidades del barranco de Acentejo. El ejército conquistador se adentró por el norte de la isla en dirección al valle de La Orotava con el objetivo de doblegar a los guanches en el núcleo de su resistencia. Los guanches esperaron emboscados a los castellanos que, sorprendidos sufrieron un grave descalabro, perdiendo en la batalla el ochenta por ciento de sus fuerzas. Alonso Fernández de Lugo pudo escapar hacia Gran Canaria, donde preparó un nuevo asalto con tropas mejor adiestradas y más recursos financieros aportados por comerciantes genoveses y nobles castellanos. Los guanches, dueños de la situación, destruyeron el fortín construido por los castellanos.
Tras esto, con un ejército mejor armado y entrenado, Alonso de Lugo retornó a Tenerife. Tras reconstruir el fortín de Añazo, se dirigió hacia los llanos de Aguere (La Laguna), donde en noviembre derrotó a Bencomo en la conocida como batalla de La Laguna. La caballería y los refuerzos aportados por Fernando Guanarteme fueron decisivos para la victoria castellana. Numerosos guanches, entre ellos Bencomo y su hermano Tinguaro, quedaron muertos en el campo de batalla.
Posteriormente se desató una epidemia que diezmó a los isleños, dejando a la mayoría que sobrevivieron enfermos o débiles, lo que se conoce como la modorra guanche, aunque su exacta dimensión e importancia en el resultado de la batalla permanece controvertida por algunos historiadores.
En diciembre de 1495, los castellanos volvieron a penetrar hacia el norte de la isla en dirección a Taoro. Varios cientos de guanches los esperaban en un barranco cerca del actual municipio de La Victoria de Acentejo, no lejos de donde se produjo la primera batalla de Acentejo. La victoria castellana en la segunda batalla de Acentejo facilitó el hundimiento de la resistencia aborigen y el acceso al valle de Taoro quedó abierto. La batalla decidió la conquista de la isla de Tenerife y el punto final de la conquista de las islas Canarias.
Notas
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Referencias
editarBibliografía
editar- Espinosa, Alonso de (1967) [1594]. Historia de Nuestra Señora de Candelaria. Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones. Consultado el 30 de junio de 2024.
- Rumeu de Armas, Antonio (1975). La Conquista de Tenerife (1494-1496). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. ISBN 84-500-7108-9. Consultado el 30 de junio de 2024.
- Aznar Vallejo, Eduardo (1981). Documentos Canarios en el Registro General del Sello (1476-1517). San Cristóbal de La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. ISBN 84-00-04928-4. Consultado el 17 de febrero de 2024.
- Bernáldez, Andrés (1870). Historia de los Reyes Católicos D. Fernando y Dª Isabel I. Sevilla: Imprenta de D. José María Geofrin. Consultado el 2 de febrero de 2024.
- Carriazo y Arroquia, Juan de Mata (1946). «El capítulo de Canarias en la "Crónica de Juan II" (Versión original, inédita, de Alvar García de Santa María)». Revista de Historia (San Cristóbal de La Laguna: Universidad de La Laguna) (73): 1-9. ISSN 0213-9464. Consultado el 18 de febrero de 2024.
- Cebrián Latasa, José Antonio (2003). Ensayo para un diccionario de conquistadores de Canarias. Islas Canarias: Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. ISBN 84-241-5235-2. Consultado el 2 de febrero de 2024.
- Torriani, Leonardo (1959) [1590]. Descripción e historia del reino de las Islas Canarias: antes Afortunadas, con el parecer de sus fortificaciones. Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones. Archivado desde el original el 23 de noviembre de 2018. Consultado el 29 de agosto de 2019.
- Viera y Clavijo, José de (1950-1952) [1772]. Elías Serra Rafols, ed. Noticias de la historia general de las Islas Canarias (definitiva edición). Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones. Archivado desde el original el 27 de junio de 2021. Consultado el 29 de agosto de 2019.