El bovaje consistía en un impuesto que usualmente cobraban los reyes de la corona de Aragón al comienzo de su reinado. Se cobraba en dinero o también en labores y prestaciones en forma de trabajos o servicios personales, pero inicialmente consistía en marcar las parejas de bueyes, hecho que le dio nombre.[1]​ Posteriormente llegó a ser más extensivo.

El bovaje ya existía en la época de Ramón Berenguer III (1096-1131)

Pedro el Grande hizo también uso de este impuesto a su advenimiento al trono en el año 1276. Para la labor confío en un grupo de judíos que protagonizaban en los asuntos financieros de la corona. Mosé Ravaya y Jucef fueron los encargados de recaudar el dinero. Se nombraron delegados en los diversos obispados, en Gerona, en la región de Amer, fue Astrug Ravaya y como testimonio de la labor de éste y sus subordinados, existe el cuaderno de contabilidad con la mayoría de los asientos escritos en catalán y algunos en hebreo. En el libro se recogen diversas anotaciones y pagos que tienen relación con la recaudación del impuesto.

Referencias

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  1. silmarillion (10 de febrero de 2005). «Libreta de los recaudadores del impuesto de bovaje». Archivado desde el original el 20 de enero de 2012. Consultado el 22 de octubre de 2010.