Andrés Rosón

sacerdote católico dominicano

Andrés Antonio Rosón Mota (Santiago de los Caballeros, Partido de la Vega Real, 1797-Baní, Distrito de Compostela de Azua, enero de 1862) fue un presbítero, político y legislador dominicano.

Andrés Rosón
Información religiosa
Ordenación sacerdotal 21 de enero de 1821
por Pedro Valera y Jiménez
Información personal
Nacimiento 1797
Bandera de España Santiago de los Caballeros, Partido de la Vega Real, Capitanía General de Santo Domingo, Virreinato de Nueva España, Reinos de España e Indias
Fallecimiento Enero de 1862 (65 años)
Bandera de España Baní, Distrito de Compostela de Azua, Provincia de Santo Domingo, Reino de las Españas
Alma máter Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (Santo Domingo)

Gran parte de su ministerio sacerdotal transcurrió como párroco en Baní y fue elegido diputado en el primer Congreso Constituyente de la República Dominicana, participando activamente en la creación de la Constitución de San Cristóbal de 1844, lo que lo convierte en uno de los "padres de la Constitución".

Fue postulado como candidato para ser arzobispo metropolitano de Santo Domingo tras el fallecimiento en 1860 del arzobispo electo Antonio Cerezano Camarena, quien murió en Puerto Rico antes de asumir su función. Esta candidatura fue impulsada tanto por presidente Pedro Santana como por el Senado Consultor, aunque finalmente no llegó a concretarse.[1]

Biografía

editar

Andrés Antonio Rosón Mota nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros en 1797, hijo del capitán Cayetano Rosón y de Antonia de Mota Ruiz. Su padre y un hermano suyo fallecieron trágicamente en Santiago de los Caballeros a manos de las huestes del general Moyse Louverture durante la invasión francesa a la capitanía general de Santo Domingo en 1801, comandada por Toussaint Louverture, gobernador general de Saint-Domingue.

En el breve período de la España Boba, durante la reapertura de la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (Santo Domingo), el joven Andrés Antonio Rosón, a la edad de 18 años, aparece en los registros universitarios de los años 1815 y 1816. Fue testigo del bautismo de José María Serra de Castro el 19 de diciembre de 1819 y del de Rosa Duarte el 28 de junio de 1820. Tras completar sus estudios eclesiásticos, fue ordenado presbítero el día de Nuestra Señora de la Altagracia, en 1821, por el arzobispo de Santo Domingo, Pedro Valera y Jiménez (1757-1833), el primer obispo dominicano de la Iglesia de Santo Domingo.

Después de su ordenación sacerdotal, se desempeñó como secretario del arzobispo hasta 1830, cuando el prelado dominicano partió hacia Cuba el 28 de julio de ese mismo año, luego de haber sido víctima de un intento de magnicidio perpetrado por un haitiano. El arzobispo Valera profesaba un profundo afecto y agradecimiento hacia el reverendo padre Andrés Rosón. En testimonio de dicha estima, antes de su fallecimiento, lo designó como uno de los herederos de sus bienes en Santo Domingo, compartiendo esta distinción con el padre Tomás de Portes e Infante (1777-1858).

En 1835, fue nombrado párroco de la parroquia Santa Bárbara de la ciudad de Santo Domingo, y en ese mismo año asumió la parroquia Nuestra Señora de Regla de la villa de Baní, donde desarrolló su labor pastoral hasta su fallecimiento en 1862, dedicando casi 30 años a esta comunidad.

El 7 de mayo de 1842, un devastador terremoto azotó la región, destruyendo por completo la Iglesia de Baní. Fue en este contexto donde el reverendo Andrés Rosón tomó la iniciativa de reconstruir el templo, un proyecto que sería respaldado por el general Félix Marcano. La nueva iglesia de madera fue finalmente concluida en mayo de 1846. Esta edificación sería posteriormente visitada por el agente y teniente estadounidense David Dixon Porter, quien quedó impresionado por la notable participación de los habitantes en las misas. El pueblo contaba con 4 650 habitantes. Trágicamente, la iglesia construida por el padre Andrés Rosón se vería consumida por un incendio en 1882, que además arrasó 50 viviendas.

El presbítero Andrés Rosón apoyó la Reforma Haitiana de 1843 impulsada por Charles Rivière-Hérard y pronunció homilías en contra de la ocupación haitiana de Santo Domingo. El 28 de febrero de 1844, el sacerdote Andrés Rosón respaldó la independencia dominicana. Como representante de Baní, participó activamente en la Asamblea Constituyente de San Cristóbal, donde contribuyó a la elaboración de la primera Constitución de la República, promulgada el 6 de noviembre de 1844. Formó parte de la comisión que redactó la Constitución de San Cristóbal de 1844, junto con Buenaventura Báez, Manuel María Valencia, quien fue ordenado sacerdote en 1848, Vicente Mancebo y el padre Julián de Aponte. Se opuso al artículo 210, que otorgaba poderes extraordinarios al presidente en tiempos de guerra.

En su discurso del 24 de noviembre de 1845, el eclesiástico Andrés Rosón expresó que la Constitución: «si bien no puede decirse una obra más completa y perfecta, porque tal es el carácter de las producciones del hombre, a lo menos fue la que convenía a nuestra actual posición... Esta obra ha sido considerada por los hombres sensatos y religiosos como uno de los más insignes beneficios con que nos ha favorecido la Divina Providencia...».[2]

En su pastoral, le correspondió visitar la comunidad del entonces caserío San José de Ocoa, bajo su cuidado, especialmente durante la fiesta patronal de la Virgen de la Altagracia. En diciembre de 1846 y enero de 1847, comisionado por Tomás de Portes e Infante, vicario general de la arquidiócesis de Santo Domingo, visitó San José de Ocoa para administrar los sacramentos y fomentar la construcción de un templo. También promovió en Baní las fiestas patronales de la Nuestra Señora de la Regla, invitando a los predicadores más renombrados de la época, como el padre Valencia y el diácono Gabriel Moreno del Christo.

El 10 de agosto de 1848, el clérigo Andrés Rosón firmó, junto con otros ciudadanos de Baní, Azua, Santo Domingo y del Seybo, un manifiesto dirigido al Tribunado, rechazando el artículo 210 de la Constitución. Posteriormente, el 21 de enero de 1855, el cura Andrés Rosón, comisionado por el arzobispo Portes, bendijo e inauguró la primera Iglesia del caserío de Ocoa, estableciendo la primera ermita en la localidad.

El 15 de febrero de 1859, la cancillería dominicana, encabezada por Miguel Lavastida, presentó una terna al obispo Martinus Joannes Niewindt, vicario apostólico de Curazao, para la gobernanza de la arquidiócesis de Santo Domingo. La vacante se originó tras la muerte del obispo Portes y la salida del religioso Gaspar Hernández Morales, M. I., quien, nombrado sucesor, falleció en Curazao en 1858. La terna incluyó a Fernando Arturo de Meriño, Miguel Billini Hernández y Andrés Rosón. Finalmente, fue electo por el vicario apostólico el padre Meriño.[3]​ Entre 1859 y 1860, Rosón participó en las festividades de La Altagracia en Ocoa, realizando bautismos durante la novena y las patronales.

El 28 de junio de 1860, el ministro de Exteriores, Pedro Ricart y Torres, recomendó a Rosón como gobernador eclesiástico en una carta dirigida al arzobispo electo de Santo Domingo, Antonio Cerezano Camarena, quien fue ordenado sacerdote junto con Rosón en 1821 y falleció en la isla de Puerto Rico el 11 de julio de 1860 antes de asumir su función. El 7 de agosto de 1860, el presidente Pedro Santana comunicó al papa Pío IX la muerte del padre Cerezano y propuso a Rosón como arzobispo de Santo Domingo. El ministro de Relaciones Exteriores solicitó la intervención del embajador dominicano en España, Felipe Benicio Alfau, ante Tomás Iglesias y Barcones, patriarca de las Indias, para que Rosón fuera nombrado pronto. En septiembre de 1860, el Senado Consultor envió al Poder Ejecutivo una terna compuesta por Rosón, Antonio Gutiérrez (párroco del Seybo) y Manuel González Regalado (párroco de Puerto Plata), aunque Santana ya había enviado únicamente el nombre de Rosón para ocupar la sede vacante.[4]

Sin embargo, los cambios políticos derivados de la anexión a España en 1861 dejaron sin efecto la candidatura de Rosón al arzobispado. Rosón se unió al grupo de banilejos que apoyaron la anexión el 17 de marzo de 1861, convirtiéndose en uno de los principales eclesiásticos partidarios de este proceso. Además, fue padrino y maestro de Máximo Gómez, quien más tarde se convertiría en general en jefe de los mambises durante la guerra de independencia cubana. Aunque inicialmente se le había orientado hacia la vida eclesiástica, Gómez optó por la carrera militar. Estuvo al lado de Rosón durante sus últimos días, firmando junto a él su testamento en enero de 1862.[1]

El padre Andrés Rosón falleció a finales de ese mes, a la edad de 65 años.

Referencias

editar
  1. a b Camilo González, Gabriel Antonio (1992). Baní. Hombres y Tiempos. Colección Quinto Centenario (Primera edición). Santo Domingo: Amigo del Hogar. pp. 21, 24, 91-96, 103, 111, 115-118, 265, 604. 
  2. Polanco Brito, Hugo (1970). «La Iglesia Católica y la Primera Constitución Dominicana». Revista Clío. Año 1970 No. 125. 
  3. Sáez, José Luis (2007). Dantes Ortiz, ed. Documentos inéditos de Fernando Arturo de Meriño (Primera edición). Santo Domingo: Editora Búho. pp. 510-511. ISBN 978-9945-020-11-3. 
  4. Alfau Durán, Vetillo (1975). «EJERCICIO DEL PATRONATO, PRESENTACION DE ROSON». EL DERECHO DE PATRONATO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA. Santo Domingo: Editora Educativa Dominicana. pp. 45-46.