Záynab bint Yahsh

esposa de Mahoma

Záynab bint Yahsh (en árabe: زينب بنت جحش‎; c. 590–641) fue la séptima de las esposas de Mahoma y, por lo tanto, considerada por los musulmanes como Madre de los Creyentes.[1]​ Estuvo casada de forma breve con el hijo adoptivo de Mahoma, Zayd ibn Harithah, durante un año aproximadamente. También era prima-hermana de Mahoma.[2]​ El padre de Mahoma era el hermano de la madre de Zaýnab, Umaimah bint Abd al-Muttálib.[3]

Záynab bint Yahsh
Información personal
Nombre en árabe زَيْنَبُ بِنْتُ جَحْشِ Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 592 Ver y modificar los datos en Wikidata
La Meca (Arabia Saudí) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 642 Ver y modificar los datos en Wikidata
Medina (Califato ortodoxo) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Jannatul Baqi Ver y modificar los datos en Wikidata
Residencia Medina y La Meca Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Islam Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Jahsh ibn Riyab Ver y modificar los datos en Wikidata
Umama bint Abdulmuttalib Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge

Biografía

editar

El padre de Záynab fue Yahsh ibn Riyab, un inmigrante de la tribu Asad ibn Juzaymah que se había asentado en La Meca bajo la protección del clan omeya. Su madre era Umayma bint Abd al-Muttalib, del clan Háshim de la tribu de los coraichitas y hermana del padre de Mahoma.[4]: 33  Por lo tanto, Záynab y sus cinco hermanos eran primos hermanos de Mahoma.

Záynab era talentosa curtiendo y trabajando con pieles. Siguió trabajando en esta línea a lo largo de su vida, incluso cuando ya no necesitaba el dinero.[4]: 74, 77 

Su hermano, Ubayd-Allah ibn Yahsh, dejó el islam por el Cristianismo. La esposa de su hermano Ramlah bint Abi Sufyan, se casaría más tarde con Mahoma. Tenía una hermana llamada Hammanah bint Yahsh.

Matrimonios

editar

Primer matrimonio

editar

El primer matrimonio de Záynab ocurrió probablemente antes de la fundación del islam. Se desconoce el nombre de su primer esposo, pero se menciona que ya había muerto para cuando ocurrió la Hégira en el año 622 d. C.[5]: 180  En ese momento, Záynab, que se había convertido al islam, se encontraba entre aquellos que acompañaron a su hermano Abdallah en la Hégira a Medina.[6]

Matrimonio con Zayd ibn Harithah

editar

Tras la migración a Medina, Mahoma propuso a la familia de Záynab el matrimonio con su esclavo liberto e hijo adoptivo, Zayd ibn Harithah. Zayd había nacido en la tribu Kalb pero había sido secuestrado en su niñez por comerciantes de esclavos, y vendido a un sobrino de Jadiya bint Juwaylid, quien a su vez lo había dado a su esposo Mahoma como un regalo de bodas. Tras unos años, Mahoma liberó a Zayd y lo adoptó como su hijo.[7]: 6–10 

Záynab provenía de un linaje aristocrático, teniendo un estatus social más alto. Por estos motivos sus hermanos rechazaron la propuesta y ella la desaprobó.[8]​ Mahoma, sin embargo, estaba decidido a eliminar esas diferencias de clase que se solían hacer en la Arabia preislámica. También quería establecer la legitimidad y el derecho a la igualdad de trato de los hijos adoptados. Finalmente, Záynab, accedió a desposarse con Zayd y se casó con él en el año 626. Sin embargo, en menos de un año, Zayd se divorció de Záynab.[9]

Circunstancias del divorcio

editar

El matrimonio duró menos de dos años.[10]

Según el historiador y biógrafo de Mahoma Ibn Sa'd (784/785 - 845 d. C.), un día Mahoma fue a la casa de Zayd a buscarlo pero este no se encontraba en casa, por lo que Záyna salió a hablar con él. Tras conversar, según Ibn Sa'd el profeta la admiró y se dio vuelta murmurando algo que no se alcanzó a entender, aunque dijo en voz alta, '¡Gloria a Alá, el Inmenso! ¡Gloria al que vuelve los corazones'. Cuando Zayd regresó a su casa, Záyna le contó de la visita, tras lo cual Zayd fue al profeta y le dijo, 'Mensajero de Alá, escuché que fuiste a mi casa. ¿Por qué no entraste?' Al parecer, Zaid no logró aproximarse a ella a partir de ese día. Zaid dijo, 'Mensajero de Alá, me divorciaré de ella.' El profeta le dijo 'Mantén tu esposa,' pero Zayd se separó de ella.[11]

El historiador del siglo IX al-Tabari da dos relatos independientes de una visita que Mahoma hizo a la casa de Zayd. La cortina de piel de que servía como puerta de entrada a la casa de Zayd se abrió, revelando accidentalmente a Záynab vestida solo con su camisón. Záynab se levantó para vestirse y le dijo a Mahoma que Zayd no estaba en casa, pero que podía visitarla. Sin embargo, el profeta no entró. Mahoma exclamó para sí mismo: '¡Alabado sea Alá, que hace volver los corazones!' y entonces se fue.[12]: 181 [13]: 1–4 

Cuando Zayd regresó a casa, Záynab le contó lo que había sucedido. Zayd fue donde Mahoma y le dijo: 'Profeta, me enteré de tu visita. Quizás admiras a Záynab, así que me divorciaré de ella'. Mahoma respondió: 'No, teme a Alá y conserva a tu esposa'.[13]: 2 [14]​ Después de esto, hubo conflictos entre la pareja, y Záynab expulsó a Zayd de su cuarto.[12]: 181 

Esta historia ha sido rechazada por la mayoría de estudiosos musulmanes,[15][16][17]​ principalmente por carecer de una cadena de narraciones y su ausencia completa en cualquier hadiz auténtico. Para algunos comentaristas[18]​es absurdo que Mahoma se haya dado cuenta repentinamente de la belleza de Záynab tras haberla conocido de toda su vida. Si la razón de que Mahoma se casara con ella hubiera sido su belleza, se habrái casada con ella desde el comienzo en vez de arreglar su matrimonio con Zayd.[19]​Evaluaciones historiográficas de esta narrativa sugieren que fue un invento que se desarrolló más de un siglo después de la muerte de Mahoma.[20][21]

Zayd se divorció de Záynab en diciembre de 626.[12]: 182 

Matrimonio con Mahoma

editar

Preparativos para el matrimonio

editar

Mahoma esperaba críticas si se casaba con Záynab. La costumbre preislámica desaprobaba el matrimonio entre un hombre y la exesposa de su hijo adoptivo, al considerarse incesto.[22]​ La sociedad árabe habría visto esta unión como profundamente errónea; porque consideraban que un hijo adoptivo era verdaderamente un «hijo», que un hombre se casara con la esposa de su hijo adoptivo, incluso si ella estaba divorciada, se consideraba incestuoso.[23][24]​ Por lo tanto, Mahoma «ocultó en su corazón» la idea de casarse con ella. Como muestra de este conflicto interior, se crearía el siguiente aleya:

Y cuando decías al que había sido objeto de una gracia de Alá y de una gracia tuya: «¡Conserva a tu esposa y teme a Alá!», y ocultabas en tu alma lo que Alá iba a revelar, y tenías miedo de los hombres, siendo así que Alá tiene más derecho a que Le tengas miedo. Cuando Zayd había terminado con ella, te la dimos por esposa para que no se pusiera reparo a los creyentes que se casan con las esposas de sus hijos adoptivos, cuando éstos han terminado con ellas. ¡La orden de Alá se cumple!
Corán 33:37

Tras la implementación de esta aleya, Mahoma procedió a rechazar las normas árabes existentes e imponer su ideología.[25][26]​ A partir de entonces, para que Mahoma se pudiera casar con la esposa de su hijo adoptivo, se suprimió el estatus legal de la adopción bajo Islam. Zayd no sería considerado hijo de Mahoma, por lo que volvió a ser conocido por su nombre original de 'Zayd ibn Harithah' en lugar de 'Zayd ibn Muhammad'.[12]: 9 

En la Arabia preislámica los árabes solían considerar a una persona adoptada exactamente como un hijo o hija real en lo que respecta a los derechos, incluido el derecho a la herencia y las santidades.[27]

Desde entonces, después del matrimonio, los niños fueron considerados apadrinados en lugar de adoptados, y perdieron sus derechos de herencia y fueron conocidos como hijos de padres biológicos. Los niños apadrinados después de alcanzar la pubertad no pueden vivir con la familia patrocinadora. Los niños apadrinados se tienen que autofinanciar después de la pubertad. El propósito era proteger los derechos de los niños biológicos hacia los niños apadrinados y posibilitar que el padrino masculino se pudiera casar con la mujer apadrinada adulta.[28]

Académicos han señalado a esta sura como un ejemplo de una revelación egoísta que refleja los deseos de Mahoma en lugar de la voluntad de Dios.[29][30][31][32][33]

Según la traducción en inglés del libro Las esposas del Mensajero de Alá Muhammad Swaleh Awadh, afirma que Záynab y Mahoma ya estaban casados en el quinto año de la Hégira. Como Záynab había estado casada con el hijo adoptivo de Mahoma, en la Arabia preislámica no estaba bien visto su matrimonio.[34]​ El Corán, sin embargo, confirmó la validez de este matrimonio. Así que Mahoma rechazó las normas árabes existentes.

Algunos historiadores musulmanes han abordado la discrepancia entre los pensamientos privados de Mahoma y sus palabras refiriéndose no aun deseo de casarse con Záynab, sino solo a un conocimiento profético de que el matrimonio había de suceder.[35][36]

La boda

editar

Mahoma se casó con Záynab tan pronto como ella completó su periodo de espera tras su divorcio, el 27 de marzo de 627.[37]: 182  Entró en la casa de ella cuando ella no lo esperaba y sin tocar a la puerta. Ella le preguntó: «¿Va a ser así, sin testigo alguno ni valí para nuestra unión?» Mahoma le respondió: «Alá es el testigo y Gabriel es el valí».[38][39]

Mahoma dio a Záynab una dote de 400 dírhams.[40]​ Posteriormente organizó un banquete de bodas para ella y sacrificó una oveja. Anas ibn Malik dijo que hubo más de setenta invitados, y que ninguna de las otras esposas de Mahoma tuvo tan gran banquete.

Muerte

editar

Ella fue la primera de las esposas de Mahoma en fallecer después de él. Murió durante el califato de Úmar ibn al-Jattab en el año 23 de la Hégira.

Referencias

editar
  1. Abdulmálik ibn Hisham. Notes to Ibn Ishaq's "Life of the Prophet", Note 918. Translated by Guillaume, A. (1955). The Life of Muhammad, p. 793. Oxford: Oxford University Press.
  2. Bewley/Saad 8:72; The History of al-Tabari. Volume VIII: The Victory of Islam, p. 4 .; The History of al-Tabari. Volume XXXIX: Biographies of the Prophet's Companions and Their Successors, p. 180 .; cf Guillaume/Ishaq 3; Maududi (1967), Tafhimul Quran, Chapter Al Ahzab
  3. Lings, Martin. 1983, ed. Muhammad: his life based on the earliest sources. p. 201. 
  4. a b Muhammad ibn Saad, Kitab al-Tabaqat al-Kabir. Translated by Bewley, A. (1995). Volume 8: The Women of Madina. London: Ta-Ha Publishers.
  5. Muhammad ibn Jarir al-Tabari. Tarikh al-Rusul wa'l-Muluk. Translated by Landau-Tasseron, E. (1998). Volume 39: Biographies of the Prophet's Companions and Their Successors. Albany: State University of New York Press.
  6. Muhammad ibn Ishaq. Sirat Rasul Allah. Trad. Guillaume, A. (1955). Life of Muhammad, p. 215. Oxford: Oxford University Press.
  7. Muhammad ibn Jarir al-Tabari. Tarikh al-Rusul wa'l-Muluk. Translated by Landau-Tasseron, E. (1998). Volume 39: Biographies of the Prophet's Companions and Their Successors. Albany: State University of New York Press.
  8. Watt (1974). p. 158.  Falta el |título= (ayuda)
  9. Maududi. p. 112.  Falta el |título= (ayuda)
  10. Maududi (1967), vol. 4, p. 112-3
  11. Ibn Sa'd's Kitab al-Tabaqat al-Kabir. Vol- 8, Translated by Bewley, The Women of Madina, Ta-Ha publishers, page- 72-81.
  12. a b c d Muhammad ibn Jarir al-Tabari. Tarikh al-Rusul wa'l-Muluk. Translated by Landau-Tasseron, E. (1998). Volume 39: Biographies of the Prophet's Companions and Their Successors. Albany: State University of New York Press.
  13. a b Muhammad ibn Jarir al-Tabari. Tarikh al-Rasul wa’l-Muluk. Translated by Fishbein, M. (1997). Volume 8: The Victory of Islam. Albany: State University of New York Press.
  14. See also Bukhari 9:93:516.
  15. Ibn Al-’Arabi, Ahkam Al-Quran (3/1543)
  16. Sirat-Un-Nabi, by Allama Shibli Nu'Mani
  17. Qadhi, Yasir, Seerah of Prophet Muhammad 69 - The Prophet's Marriage to Zaynab (en inglés), archivado desde el original el 22 de diciembre de 2021, consultado el 2 de mayo de 2020 .
  18. P. ej., Qadi Iyad ibn Musa al-Yahsubi
  19. «The Prophet's Marriage to Zaynab bint Jahsh». Islam Today. Archivado desde el original el 6 de abril de 2015. Consultado el 2 de mayo de 2015. 
  20. Ashraf, Hasan. «The Prophet’s ﷺ Marriage to Zaynab bint Jaḥsh: A Reexamination from a Historiographic Perspective HISTORY LIFE OF THE PROPHET (SEERAH) The Prophet’s ﷺ Marriage to Zaynab bint Jaḥsh: A Reexamination from a Historiographic Perspective». Yaqeen Institute. Consultado el 12 de abril de 2022. 
  21. «Prophet Muhammad and Zainab: Background to the Marriage | ICRAA». ICRAA.org (en inglés estadounidense). 1 de mayo de 2018. Consultado el 10 de julio de 2022. 
  22. "For in the time of ignorance they regarded the marriage with an adopted son’s wife as illegal as that with the wife of a natural son." Koelle, S. W. (1889). Mohammed and Mohammedanism Critically Considered, p. 497. London: Rivingtons.
  23. "...the marriage of a man with the wife of his adopted son, even though divorced, was looked upon by the Arabs as a very wrong thing indeed." Sell, E. (1905). The Historical Development of the Quran, pp. 149–150. London: Society for Promoting Christian Knowledge.
  24. "This liberality did not prevent severe comments from those who regarded adopted sonship as real sonship — for which view Mohammed’s institution of brotherhoods gave some support — and who, therefore, regarded this union as incestuous." Margoliouth, D. S. (1905). Mohammed and the Rise of Islam, Third Edition, p. 321. New York: G. P. Putnam’s Sons.
  25. Lecker, M (2002). «Zayd B. Haritha». Encyclopaedia of Islam 11 (2nd edición). Brill Academic Publishers. p. 475. ISBN 9004127569. 
  26. Watt, W. M. (1956). Muhammad at Medina, pp. 330-331. Oxford: The Clarendon Press.
  27. IslamKotob. Tafsir Ibn Kathir all 10 volumes (en inglés). IslamKotob. 
  28. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas :0
  29. "Being the wife of an adopted son, she was unlawful to the Prophet, but a pretended revelation (see Qur’ān, Sūrah xxxiii. 37) settled the difficulty, and Muḥammad married her." Hughes, T. P. (1885). A Dictionary of Islam: Being a Cyclopædia of the Doctrines, Rites, Ceremonies, and Customs, together with the Technical and Theological Terms, of the Muhammadan Religion. London: W. H. Allen & Co.
  30. "However, Muhammad did this, and had to justify his action by alleging that he had for it the direct sanction of God. It was first necessary to show that God did not approve of the general objection to marriage with wives of adopted sons, and so the revelation came thus: Nor hath He made your adopted sons to be as your sons.—Súratu’l Ahzáb (33) v. 4.... Having thus settled the general principle, the way was clear for Muhammad to act in this particular case, and to claim divine sanction for setting at nought the sentiment of the Arab people. So the revelation goes on to say: And remember when thou (i.e. Muhammad) said to him (i.e. Zaid), unto whom God had shown favour and to whom thou also hadst shown favour, ‘Keep thy wife to thyself and fear God;’ and thou didst hide in thy mind what God would bring to light and thou didst fear man; but more right had it been to fear God. And when Zaid had settled to divorce her, we married her to thee, that it might not be a crime in the faithful to marry the wives of their adopted sons when they have settled the affairs concerning them. And the order of God is to be performed. No blame attaches to the Prophet where God hath given him a permission.—Súratu’l Ahzáb (33) vv. 37–8. This relaxation of the moral law for Muhammad’s benefit, because he was a prophet, shows how easy the divorce between religion and morality becomes in Islám." Sell, E. (1905). The Historical Development of the Quran (pp. 150–152). London: Society for Promoting Christian Knowledge.
  31. "But we learn the same lesson from all such investigations, and that is how completely Muḥammad adapted his pretended revelations to what he believed to be the need of the moment. The same thing is true with regard to what we read in Sûrah Al Aḥzâb regarding the circumstances attending his marriage with Zainab, whom his adopted son Zaid divorced for his sake. The subject is too unsavoury for us to deal with at any length, but a reference to what the Qur’ân itself (Sûrah XXXIII., 37) says about the matter, coupled with the explanations afforded by the Commentators and the Traditions, will prove that Muḥammad’s own character and disposition have left their mark upon the moral law of Islâm and upon the Qur’ân itself." Tisdall, W. S. C. (1911). The Original Sources of the Qur’ân (pp. 278–279). London: Society for Promoting Christian Knowledge.
  32. "But at Medina he seems to have cast off all shame; and the incidents connected with his marital relations, more especially the story of his marriage with Zainab the wife of his adopted son Zaid, and his connexion with Mary the Coptic slave-girl, are sufficient proof of his unbridled licentiousness and of his daring impiety in venturing to ascribe to GOD Most High the verses which he composed to sanction such conduct." Tisdall, W. S. C. (1895). The Religion of the Crescent, or Islâm: Its Strength, Its Weakness, Its Origin, Its Influence. Non-Christian Religious Systems (p. 177). London: Society for Promoting Christian Knowledge.
  33. "The scandal of the marriage was removed by this extraordinary revelation, and Zeid was thenceforward called not “the son of Mahomet,” as heretofore, but by his proper name, “Zeid, the son of Hârith.” Our only matter of wonder is, that the Revelations of Mahomet continued after this to be regarded by his people as inspired communications from the Almighty, when they were so palpably formed to secure his own objects, and pander even to his evil desires. We hear of no doubts or questionings; and we can only attribute the confiding and credulous spirit of his followers to the absolute ascendancy of his powerful mind over all who came within its influence." Muir, W. (1861). The Life of Mahomet, Vol. 3, p. 231. London: Smith, Elder and Co.
  34. Watt (1956). Muhammad at Medina. 
  35. Le Gassick/Ibn Kathir vol. 3 p. 198. "God stated, 'You hide within yourself what God makes evident.' Regarding this, 'Ali b. al-Husayn Zayn b. al-Abidin and al-Suddi said, 'He (the Messenger of God (SAAS)) knew that she was to be one of his wives and it is he who hid (this) within himself.' Many early authorities discussed this matter in various strange ways. Some of these are controversial and so we are omitting them."
  36. Haykal, M. H. (1933). Hayat Muhammad. Translated by al-Faruqi, I. R. A. (2005). The Life of Muhammad (pbuh), p. 340. Baltimore: American Trust Publications. "Muhammad … found himself disinclined to implement this judgment by marrying Zaynab after Zayd had divorced her. Indeed, the criticisms of the commonplace and the vituperations with which he was indicted in the public eye for breaking down such well established custom did, for a time, influence Muhammad's judgment and affected his decision. It was at this stage that the following divine criticism was addressed to Muhammad: 'Would you hide, O Muhammad, within yourself that which God was going to bring to light anyway? Would you fear the gossip of the people? Isn't God more worthy of being feared?' [Qur'an, 33:37] The truth is, however, that Muhammad was the exemplar of obedience to God; his life was the implementation of that which he was entrusted to convey to mankind. The outcome, therefore, was that Muhammad would not give any weight at all to the gossip of the people if he were to marry the ex-wife of his adopted son, since the fear of social condemnation is nothing comparable to that of condemnation by God, of disobedience to divine commandment. Thus, Muhammad married Zaynab in order to provide a good example of what the All-Wise Legislator was seeking to establish by way of rights and privileges for adoption."
  37. Muhammad ibn Jarir al-Tabari. Tarikh al-Rusul wa'l-Muluk. Translated by Landau-Tasseron, E. (1998). Volume 39: Biographies of the Prophet's Companions and Their Successors. Albany: State University of New York Press.
  38. Sa'id Ashur. Jurisprudence from Muhammad's life, p. 126.
  39. Ibn Hajar al-Asqalani. Al-Isaba fi tamyiz al-Sahaba, vol. IV, p. 307.
  40. Abdulmalik ibn Hisham. Notes to Ibn Ishaq's "Life of the Prophet", Note 918. Translated by Guillaume, A. (1955). The Life of Muhammad, p. 793. Oxford: Oxford University Press.