Voluntarismo (política)

corriente política libertaria

Voluntarismo, Voluntarismo político o Voluntarismo Libertario, es una filosofía pacifista y política de que todas las formas de gobierno, asociación u organización social, en todas las escalas, deben ser voluntarias. Fundamentado en la teoría libertaria, el voluntarismo argumenta que al ser la asociación y el acuerdo voluntario (basado en la naturaleza jurídica del contrato como institución), la única forma legítima de organizar una sociedad, entonces debe existir un libre mercado de sistemas jurídicos, políticos y económicos, y debe aceptarse toda forma voluntaria de organización social o de Gobierno.[2]​ El argumento voluntarista indica que, siempre que sea respetado el derecho individual de la propiedad de uno mismo, la no agresión, la propiedad privada, y la secesión, puede usarse cualquier medio encaminado a alcanzar una sociedad libre; en caso contrario el individuo estaría legitimado a la autodefensa. Los voluntaristas piensan que al día de hoy las formas de gobierno coercitivas están directamente en contradicción con la posición voluntarista, y defienden la eliminación del poder coactivo del aparato estatal, el monopolio de la violencia.

El símbolo V de Voluntario gráfica un apretón de manos utilizando la combinación aurinegra del anarcocapitalismo y el voluntarismo actual, significando acuerdos pacíficos.[1]

La filosofía voluntarista es rastreada relacionada al anarquismo individualista anglosajón. Históricamente el nombre "voluntarista" fue promovido en la política por Auberon Herbert, un discípulo del liberal manchesteriano Herbert Spencer y colaborador a la distancia del periódico anarquista Liberty, de Benjamin Tucker.[3]​ Auberon Herbert (1838-1906) era un político inglés, y si bien nunca se consideró a sí mismo anarquista, fueron los anarcoindividualistas con quienes más intercambió criterios; Tucker diría de él "un anarquista en todo, menos en el nombre". Herbert consideraba que entender su postura como anarquía o "no gobierno" era un desacierto, puesto que incluso un régimen voluntario, fragmentado, descentralista, y no obligatorio que proponen algunos anarquistas, es de alguna forma un gobierno que mantiene el orden y la libertad alejados del crimen.[4]

En la década de 1950 un grupo de anarcocapitalistas estadounidenses comenzó a denominarse de esta forma bajo una teoría similar, inspirados por Herbert, bajo la idea de la libertad de mercado para elegir entre sistemas de gobierno y modelos económicos distintos, o gobierno voluntario. Según Brian Doherty, esto se debía a que el término "anarquismo" causaba miedo y se lo asociaba a la violencia, incluso Murray Rothbard utilizó un tiempo ese concepto. A partir de la década de 1980 Carl Watner, Wendy McElroy y Robert LeFevre retoman el término con el mismo sentido clásico de gobiernos voluntarios, aunque le adicionaron una interpretación para la práctica política: la facción no-reformista o no-electoral libertaria que aboga por la desobediencia - punto de vista no necesariamente compartido por todos quienes se autodenominan voluntaristas, puesto que otros sí favorecen participar de reformas políticas y elecciones como una forma de autodefensa no-violenta contra el monopolio de la violencia.

Referencias

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Enlaces externos

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