Usuario discusión:Leopoldoquezada/Transubstanciación
Concepto
editarTransubstanciación es una doctrina católica de la Eucaristía, definida por un canon del Concilio de Trento como "la conversión maravillosa y singular de toda la sustancia del pan en el cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en su sangre, permaneciendo sólo la especie del pan y del vino. Significando "especie" para estos efectos, los "accidentes" del pan y del vino: color, gusto, cantidad,etc.).Esta conversión se opera, de acuerdo a lo establecido en el Catecismo Católico en la plegaria eucaristíca con la consagración, mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo[1]. Se considera que bajo las especies consagradas del pan y del vino, "Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad" (cf Cc. de Trento: DS 1640; 1651)" [2] Dicha presencia eucaristíca se mantiene mientras subsistan las especies eucarísticas. [3]
Este dogma se basa en el sentido literal e inmediato de las palabras de Cristo en la Ultima Cena: "esto es mi cuerpo...y mi sangre" Marcos14:12-16 16:22-26; Mateo 26:26-28; Lucas 22, 14-20. Si bien en San Juan no se hace meción a la instauración de la Eucaritía, Jesús hace mención a dar de comer su carne como aliemtno de vida eterna (Jn 6: 51-58). Los cristianos de la Iglesia ortodoxa aceptan también esta doctrina, opuesta a la doctrina luterana de la consubstanciación. Los protestantes la rechazan.
Doctrina de la transubstanciación
editarLa doctrina de la transubstanciación halla su base en la narración bíblica de la última cena y en la interpretación literal que de ella se hace. Se basa en las palabras de Cristo(Mateo 26, 26-29, Marcos 14, 22-25, Lucas 22, 14-20):
:“Tomen y coman, esto es mi cuerpo”... “Tomen y beban, esto es mi sangre”
Que -de acuerdo a este dogma- deben ser interpretados literalmente sin interpretaciones simbólicas.
Esta presencia real fue negada por diversos grupos de manera directa o indirecta, como los docetas, los gnósticos y más tarde por Wicleff, Calvino, Zwinglio, y en cierto aspecto Lutero, quien elaboró la doctrina de la Consubstanciación que aunque no negaba la presencia real, hacía permanecer la substancia del pan y el vino al lado de la substancia del cuerpo y sangre de Cristo.
La doctrina de la Transubstanciación fue declarada sobre todo contra las sectas espiritualistas nacidas de la iglesia católica en el siglo XII, como los albigenses, cátaros o petrobrusianos, quienes atacaban la jerarquía eclesial, con ello el poder del sacerdote de consagrar y por último la presencia real de Cristo en la eucaristía. La doctrina fue reafirmada por el concilio de Trento esta vez contra los reformadores.
Para entender la doctrina de la transubstanciación se emplean dos términos filosóficos básicos: substancia y accidentes. Substancia es aquello que hace que una cosa sea lo que es. Accidentes son las propiedades no esenciales y que son perceptibles por los sentidos. Por ello en la transubstanciación la substancia del pan cambia, por un milagro y por las palabras de la consagración que pronuncia el sacerdote, y se convierte en la substancia del cuerpo de Cristo, el pan ya no tiene lo que lo hacía pan, ahora es el cuerpo de Cristo, de igual manera pasa con el vino, pero permaneciendo los accidentes del pan y el vino como su olor, textura, sabor. Como la substancia es la de Cristo, cualquier pedazo minúsculo contiene a Cristo todo entero, igualmente cualquier gota del vino. De este modo comiendo sólo el pan o bebiendo sólo el vino se come o bebe el cuerpo entero de Cristo.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma al respecto:
- "La presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la verdadera Sangre de Cristo en este sacramento, `no se conoce por los sentidos, dice S. Tomás, sino solo por la fe , la cual se apoya en la autoridad de Dios'. Por ello, comentando el texto de S. Lucas 22,19: `Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros', S. Cirilo declara: `No te preguntes si esto es verdad, sino acoge más bien con fe las palabras del Señor, porque él, que es la Verdad, no miente" (S. Tomás de Aquino, s.th. 3,75,1, citado por Pablo VI, MF 18) [4]
Versión actual
editarReferencias
editar- ↑ Compendio del catecismo de la Iglesia Católica, 283
- ↑ Catecismo de la Iglesia Católica nº 1406-1419
- ↑ Op cit.
- ↑ Catecismo de la Iglesia Católica nº 1381
Bibliografía
editar- Royston, E. Diccionario de religiones. Fondo de cultura económica. Mexico, 1994
- Catecismo de la Iglesia Católica Compendio. San Pablo. Santiago de Chile, 2006.