Usuario discusión:150.214.205.79/Taller
--Martaappu (discusión) 10:36 21 oct 2019 (UTC)En los últimos años, estamos asistiendo a una pequeña revolución en las escuelas, tanto a nivel metodológico como a nivel de contenidos. Esto se debe, entre otros motivos, a que cada vez son más necesarias las habilidades digitales para poder desenvolvernos en nuestra sociedad (García-Valcárcel y Caballero-González, 2019). Por ello, cada vez son más los centros que incorporan en su día a día el fomento de las habilidades de programación. De manera específica, el uso de la Robótica Educativa se está convirtiendo en una opción en auge para desarrollar estas habilidades en diferentes edades. De hecho, se ha demostrado que, gracias a diferentes actividades de robótica, es posible desarrollar habilidades del pensamiento computacional (García-Valcárcel y Caballero-González, 2019).
Según Bers, Flannery, Kazakoff, & Sullivan (2014), el conocimiento se construye gracias a la interacción y el contacto con el elemento a estudiar y, por eso, la robótica como recurso didáctico se convierte en una gran estrategia para fomentar un verdadero aprendizaje significativo. Esta robótica educativa se lleva a cabo, generalmente, a través de tres formas diferentes: en primer lugar, utilizándolo como elemento principal de aprendizaje; el segundo, como medio de aprendizaje; y en el tercer lugar, la robótica es únicamente un complemento del proceso de enseñanza-aprendizaje (García-Valcárcel y Caballero-González, 2019). Los dos primeros, implican una metodología más compleja ya que están más relacionados con la construcción de los robots y, por tanto, se utiliza en niveles superiores; mientras que el último, se utiliza como un recurso más dentro del aula y, por ello, ya se está utilizando en educación primaria e incluso, en educación infantil (García-Valcárcel y Caballero-González, 2019; Aranda, Estrada y Margalef, 2019).Para ello, suelen utilizar un robot, el cual se podría definir, según Da Silva y González (2017), como un objeto físico y tangible el cual interacciona con el medio gracias a las instrucciones programadas. Así, en la robótica educativa, estos robots son utilizados para fomentar diferentes habilidades cognitivas como el pensamiento abstracto, la creatividad, la lógica, etc.
Pero la robótica educativa no es un recurso sin más, si no que tiene una base teórica y se basa en diferentes enfoques pedagógicos (Ruiz, Hernández y Cebrián, 2018). En primer lugar, está basado en el constructivismo, ya que son los propios alumnos los que interaccionan y programan el robot, lo que facilita que construyan ellos mismos sus propios aprendizajes. Por otro lado, se encuentra relacionado con el construccionismo de Papert, ya que el alumnado implicado tiene un importante papel activo y una alta motivación. Por último, podemos asociarlo también con el conectivismo, también llamado teoría del aprendizaje para la era digital, puesto que se establecen conexiones entre las redes. Por todo ello, para poder llevar a cabo la robótica educativa, es necesario poner al alumno en el centro, de manera que el proceso de enseñanza-aprendizaje parta de sus intereses, motivaciones y características; se lleve a cabo de manera globalizada; utilice las tecnologías propias del siglo XXI y donde el alumno tenga un papel activo.