Se ubica en la aldea Shigaraki, ciudad de Koka, prefectura de Shiga, Japón a tan solo unos minutos de la antigua capital Kioto. Aunque ahora no parezca tan importante, Shigaraki llegó a ser la capital de Japón durante cuatro años. Cuando el emperador Shomu decidió establecer aquí la capital (antiguamente la capital cambiaba virtualmente con cada emperador japonés) en el año 724. No obstante, un gran terremoto seguido de un incendio forestal obligó a la población a abandonar el proyecto de mantener a Shigaraki como la ciudad capital en el año 728-729 . A pesar de esto, el desarrollo cultural no se detuvo y Shigaraki continuaría siendo uno de los centros artísticos más antiguos, importantes y emblemáticos del país. Principalmente dedicado a la alfarería, escultura y confección de cerámica. Esta última se convertiría en la actividad más importante y característica de la región debido al auge de la ceremonia del té durante el Shogunato Ashikaga (1338-1573). Siendo el centro cerámico más antiguo de Japón. Esto y más sobre la historia de Shigaraki y el papel que ha tenido en la historia del antiguo Japón puede ser encontrado dentro del Museo Miho. Ubicado en las colinas que se encuentran alrededor de la ciudad, cercano a al Templo Shumei, un poco escondido ya que la mayor parte del museo es subterránea. Este museo recibe su nombre de Mihoko Koyama, una de las más importantes herederas de Japón (recibió de sus padres la textilería Toyobo, una de las industrias fundamentales en la reconstrucción de aquella nación en el periodo post guerra) y fundadora de la secta Shumei (1970). Quien encargó este proyecto al afamado arquitecto sino-americano I M Pei con el fin de exponer los tesoros y reliquias de la ciudad además de algunas piezas internacionales y otras propias de la misma Mihoko. Con lo que se obtuvo una colección altamente seleccionada y privada. El museo fue construido entre los años 1970s y 1990s. Aunque no fue inaugurado sino hasta el año 1997. Se edificó cercano al templo Shumei con la idea de crear una especie de parque cultural “escondido” en las colinas de la ciudad. Este templo es también el recinto central de Shinji Shumekai: el grupo religioso fundado por la propia Koyama en 1970 y que actualmente tiene cerca de 300 000 seguidores. El museo cuenta con 18000 metros cuadrados de superficie. De los cuales la mayoría se encuentran ocultos debajo de las colinas. La parte superior que compone el techo se asemeja a las pirámides de cristal que diseñó Pei para renovar la explanada del Museo de Louvre en París, Francia. Pei admitió haber modificado en algunas ocasiones la estructura principal del museo con base en los artículos exhibidos. Menciona que, al notar que el 90% de la colección original de Koyama eran juegos de té y objetos de cerámica, se preguntó si el público estaría dispuesto a realizar el viaje hasta el museo solo para ver más de lo que tiene la mayoría de los museos japoneses. Con lo que sugirió a Koyama adquirir otro tipo de objetos que ayudaran a comprender la historia de su país desde otro punto de vista. Este perspectiva propuesta por el arquitecto trataba cómo occidente había influido en el arte y el comercio, y con esto al desarrollo del país del sol naciente. Enfocándose en la Ruta de la Seda y sus vínculos con las culturas clásicas. Koyama aprobó esta sugerencia y comenzó a adquirir piezas extranjeras, enriqueciendo la diversidad del Museo Miho en unos pocos años. Por lo cual, el arquitecto de origen chino se topó con la necesidad de cambiar el diseño original añadiendo salas dedicadas a zonas específicas de la Ruta de la Seda. Algunas de las piezas más destacables que se exhiben de forma permanente en el museo Miho incluyen: • El Buda de piedra más grande del mundo. Data del siglo II y fue encontrado en Pakistán. • Copas persas de oro aproximadamente del período conocido como las Guerras Médicas. • Estatuillas de Faraones y Dioses Egipcios de la misma antigüedad. • Pinturas de jardines romanos del siglo 1 adC cercanas al volcán Vesubio. • Mosaico de piso denotando el momento en que Dionisio descubre los Naxos de Ariadne. • Existe una exposición permanente que muestra piezas en vidrio de distintas partes y etapas de Japón conocida como “Las Bellezas del Vidrio Nipón”.

Adicionalmente, en el año 2009 se abrió una exposición temporal conmemorando el onceavo aniversario de apertura del museo. El título de esta exposición fue Los Vientos de Eurasia hacia Silla y contenía tesoros y reliquias de Japón del siglo 7, pero principalmente de la antigua capital coreana Gyeongju. Esta exposición estuvo disponible al público entre marzo y junio del 2009.

Como curiosidad, en el año 2001 el Museo Miho formó parte de una controversial negociación con el gobierno chino. Al descubrirse que una de sus piezas: una estatua budista de piedra labrada con una estatura de 1.21 metros había sido robada de la provincia de Shandong, China en 1994.

Más tarde, la administración del Museo Miho emitió una conferencia de prensa para firmar un acuerdo en el que se comprometía a devolver la pieza al gobierno de la nación cantonesa sin cargos. Aunque nunca se aclaró a quién se le había comprado ni por qué monto.

Por su parte del tratado, China admitió que el museo no había actuado de mala fe al hacerse con tan valioso material. Así mismo, se comprometió al préstamo de esta figura sin cargos hasta el año 2007, en el que tendría lugar una exposición de arte de la provincia china en la que la estatua fue robada. Esto como parte de una colaboración cultural y artística por parte de ambos países y gobiernos.