Para que se produzca correctamente el aprendizaje experimental es necesario que quien aprende tenga la intención de hacerlo. También debe recibir el suficiente estimulo para que asimile el aprendizaje de la forma más activa posible. [1]

En base a las consideraciones de Kolb, acerca de las etapas que se encuentran involucradas en el ciclo de aprendizaje experimental, Jennifer A. Moon sostiene que este tipo de aprendizaje es más eficaz cuando se tiene en cuenta las siguientes variantes: 1) cuando el aprendiz se encuentra en una fase reflexiva 2) el aprendizaje que surge como resultado de la experiencia 3) cuando el aprendiz relaciona sus exeriencia y sus reflexiones a lo que la autora denomina: "retroalimentación".[2]

La mayoría de los educadores coinciden que la experiencia es un insumo importante dentro del aprendizaje. Valoran a su vez el papel de las emociones y sentimientos que se involucran al aprender, [3]​ lo que no significa que sean factores imprescindibles, lo que sí resulta fundamental es que el individuo se involucre directamente en la experiencia y luego reflexione sobre las mismas mediante variadas habilidades analíticas, con el fin de que obtengan una mejor comprensión de los nuevos conocimientos y retengan la información durante un tiempo más extendido.

La reflexión es una parte crucial del proceso de aprendizaje experimental , en este sentido Dewey escribió que las " porciones sucesivas de pensamiento reflexivo crecen fuera de sí y se apoyan entre sí ", funcionando como un andamio.[3]​ Esto refuerza el hecho de que el aprendizaje experimental y el aprendizaje reflexivo son dos procesos que están constantemente en interacción, apoyándose un proceso sobre otro.

El facilitador o maestro de esta experiencia no tiene una tarea fácil, sin embargo, si éste tiene la destreza necesaria puede llevar a cabo la tarea, por ejemplo con preguntas acertadas que guíen al aprendiz. Bajo estas condiciones sí se puede dar una apertura al correcto aprendizaje experimental.

Si bien es la experiencia del alumno lo más importante para el proceso de aprendizaje , también es importante no olvidar la riqueza de la experiencia de un buen facilitador. Sin embargo , mientras que un facilitador o "maestro " , puede mejorar la probabilidad de que se produzca el aprendizaje experiencial , un facilitador no es esencial para transitar el proceso . Más bien, el mecanismo de aprendizaje experiencial es la reflexión del alumno en las experiencias, utilizando habilidades analíticas.[4]

Daremos un ejemplo práctico para explicar de qué se trata la implementación de estas prácticas:

  1. Kolb, D (1984). Experiential Learning as the Science of Learning and Development. Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall. 
  2. Chickering, A (1977). Experience and Learning. New York: Change Magazine Press. p. 63. 
  3. a b Moon, J. (2004). A Handbook of Reflective and Experiential Learning:Theory and Practice. London: Routledge Falmer. p. 126. 
  4. Rodrigues, C. A. (2004). The importance level of ten teaching/learning techniques as rated by university business students and instructors. Journal Of Management Development, 23(2), 169-182.