Usuario:Azcarlos2/Pruebas
Huelga de Río Blanco
editarEl valle de Orizaba, que durante el final del siglo XIX fue conocido como el «Manchester mexicano» por el nivel manufacturero con que contaba en la época.[1] Fue testigo de una rebelión obrera,[2] que al igual que en muchos otras partes del mundo terminó en hechos sangrientos entre los obreros y los empresarios protegidos por los gobiernos.[3]
La abundancia fluvial, la localización estratégica entre el puerto de Veracruz y la ciudad de México, así como también, la llegada del ferrocarril en la zona, hicieron del valle de Orizaba una importante zona industrial.[1] Un problema entre las importantes casas francesas, y los pequeños comerciantes franceses, buscando obtener el control del comercio textil hizo que los segundos buscaran otras alternativas, esta alternativa fue, la compra de una fabrica en Orizaba llamada Cerritos, otros pequeños comerciantes optaron por seguir sus pasos comprando algunas otras viejas fabricas o construyendo, muchas de las cuales se convertirían en las más importantes de México.[4]
En 1889 con un capital de 2 500 000 pesos, se crea la Compañía Industrial de Orizaba (Cidosa), la cual inicia la construcción de la fabrica textil Río Blanco en terrenos comprados a la comunidad de Tenango e inaugurada en 1892 por el Gral. Porfirio Díaz. Cidosa, que había sido formada por varios comerciantes franceses también contaba con las fabricas de San Lorenzo, Cocolopa y Cerritos; las cuales hacían principalmente el proceso de hilar y tejer la tela, especializandose en blanqueado y estampado la fabrica Río Blanco.[5] En ese momento, Río Blanco se convirtió en la fabrica textil más grande de México y Cidosa en el consorcio textil más importante del país.[6]
Otro grupo de comerciantes franceses crea en 1896 la Compañía Industrial Veracruzana (Civsa) con un capital de 3 350 000 pesos e instalando en el municipio de Necoxtla la fabrica denominada Santa Rosa la cual fue inaugurada el 15 de mayo de 1899 por el Gral. Porfirio Díaz. Al igual que Cidosa, instalo su propia planta hidroeléctrica y realizando el proceso textil desde el hilado, hasta el empacado.[7]
La instalación de estas empresas fue tan importante que, aunque se instalaron en zonas totalmente despobladas causaron la creación de poblaciones en las dos fabricas más importantes, las de Río Blanco y Santa Rosa, en donde se formaron los asentamientos que denominaron; Tenango de Río Blanco y Santa Rosa Necoxtla respectivamente.[8] Laboraban para Civsa al rededor de 2000 personas, mientras que para Cidosa al redor de los 6000 trabajadores.[7] Atrallendo desde el principio migración laboral proveniente de los estados de México, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Michoacán, Queretaro y del Valle de México.[9] Esto también debido a la baja población con la que contaba el valle de Orizaba, pues cuando se instalaron estas dos grandes fábricas no había suficiente fuerza obrera en la región, lo ocasiono una baja producción en sus inicios.[10]
Muchos de estos trabajadores ya eran obreros experimentados en el tejido, otros tantos eran «tejedores» de segunda generación, algunos más intercalaban las actividades, dedicandose también a la agricultura (denominados obreros-campesinos). [9] Entre los grupos más numerosos de migrantes se encontraban los provenientes del estado de Oaxaca y Puebla, entre los tantos grupos se encontraban varios trabajadores ya relacionados con las modernas forma de lucha laborales, lo que tal vez propicio las tempranas huelgas sucitadas.[11] En San Lorenzo 1881, en Cerritos 1884, en Santa Rosa 1899 y Río Blanco en 1900.[12]
En la mayoría de los pueblos de compañía de México se contaba con un nivel académico superior a la media nacional, el valle de Orizaba no era la excepción, pues iban desde un 50% de analfabetismo en Río Blanco hasta un 62% en Santa Rosa, que contrastan contra una media del 78% para toda la República Mexicana en el año 1900, aunque el nivel de preparación de los hombres era superior al de las mujeres de la zona, las mujeres residentes del valle de Orizaba se encontraban mucho más preparadas que en cualquier otra parte del país. Así también los trabajadores de la industria textil del valle eran jóvenes y solteros, el 60% era menor de 24 años y solo el 5% eran mujeres.[13]
El gobierno del Gral. Porfirio Díaz elogiaba la construcción de empresas, y consideraba a sus dueños como «apóstoles del empleo» pues para el ofrecían empleos y hacían la felicidad de muchas familias, al dar a la clase proletariada los medios para defenderse en contra de los grandes instigadores del vicio; la ociosidad y la miseria. Por lo tanto merecían su apoyo, ya que estas empresas traían prosperidad a la república, dentro de estos apoyos se incluían someter protestas obreras por medio de la fuerza publica o el ejército.[14]
Después de las primeras huelgas se impuso una intensa calma, hasta que en 1906 los trabajadores empezaron a demostrar su descontento con nuevas huelgas, publicaciones en periódicos y la formación del Gran Círculo de Obreros Libres. [14] En 1905 fue fundado el Partido Liberal Mexicano (PLV), que nació a partir de varios clubes liberales formados entre 1900 y 1905, todos ellos continuadores del Club Liberal Ponciano Arriaga. Este nuevo partido ejerció una gran influencia entre el proletariado textil a través de publicaciones como Regeneración, El Colmillo Público, El Hijo del Abuizote o El Paladín, [15] siendo así uno de los principales incitadores de la huelga.[16]
El Paladín, de la ciudad de México, era considerado un periódico radical. Algunos trabajadores textiles, pertenecientes al Club Melchor Ocampo, escribían a esta publicación constantes cartas, a sabiendas de que al hacerlo recibirían represalias, como ser expulsados de las fabricas o ser consignados por revoltosos. Estos escritos iban siempre firmados por seudónimo, pues según sus propios redactores «entre anónimo y seudónimo hay un abismo». Además de este club, existían otras entidades parecidas, las sociedades mutualistas, como la Sociedad de Socorros Mutuos o el Círculo Liberal Mutualista, al que pertenecía Camerino Z. Mendoza. Estas sociedades estaban formadas principalmente por artesanos, comerciantes y pequeños industriales.[17]
El Gran Círculo de Obreros Libres (Gcol) formado en 1906, y que tuvo sus inicios en casa de Andrés Mota, con pequeñas reuniones en las cuales se discutía la necesidad de formar una organización obrera más militante. Este pequeño grupo, bien acogido por José Rubias fue haciéndose poco a poco más grande hasta convertirse en el Gcol. [18] Manuel Ávila mostró el programa del PLM a los obreros, [19] falleciendo apenas un mes después de la creación del Gcol, del cual fue el primer presiente, asumiendo entonces el cargo José Neira, [18] amigo cercano de Camilo Arriaga, mantuvo el contacto con el PLM.[19]
El 7 de diciembre de 1906 Abraham Trujillo inicio una manifestación callejera inisitando a una revolución en México de "Dinero y trabajo", dos días después se lanzaba un código de trabajo influenciado por el programa del PLM a lo cual los patrones tomaron represarías haciendo un cese de labores el 22 de diciembre de 1906, cuatro días después representantes obreros dialogaban con Porfirio Díaz.
El 4 de enero de 1907 Diáz resolvio a favor de los empresarios, y afirmaba que no se permitirian más huelgas en México, así todos los obreros deberían regresar a laboral el día 7 de enero, lo cual fue acatado, sin embargo, un incidente en la tienda de raya que termino en un forcejeo entre obreros irritados termino matando a un empleado, poco después la tienda estaba en llamas.
Las fuerzas federales, que rápidamente llegaron al lugar siniestrado, encontraron a un puñado de obreros que ocupaban el palacio municipal, contra los cuales abrieron fuego, muchos de estos obreros emprendieron la huida a Nogales, donde poco después las fuerzas federales hicieron de nuevo aparición.
[20]
Los obreros pudiendo hacer poco en nogales, idignados por lo ocurrido en Río Blanco, decidieron regresar de nuevo al primer punto con el fin de recoger a sus muertos, pero fueron interceptados y atacados en el trayecto por fuerzas federales a cargo de Rosalindo Martínez.
El cónsul de los Estados Unidos en Veracruz, William W. Canada informo de lo ocurrido en Río Blanco señalando que las ejecuciones militares habían sido frecuentes sin desperdicio de tiempo con los hombres capturados en el acto, muchos de los cuales fueron enviados a las cárceles de Valle Nacional o Yucatán.
El cónsul mecionaba que los obreros iban contra los extranjeros, pues en su mayoría las fabricas textiles pertenecian a extranjeros, así que muchos colgaban banderas mexicanas en las ventanas para tratar de no ser atacados.
A su vez justificada el uso de la fuerza desmedida pues consideraba "la uncia medida para someter a los nativos revoltosos, los cuales cuando se exitan con licores fuertes y corrientes y son inflamados por las arengas incendiarias de sus llamados líderes laborales, son más bien salvajes que pacíficos ciudadanos y carecen totalmente de miedo a las consecuencias"
Entre los dirigentes huelguistas que sobrevivieron estabán José Neira y Heriberto Jara
[21]
Por lo general los supervisores tildaban de buena o muy buena conducta a la mayoría de los obreros, tal solo el 5.5% de los obreros eran tachados como violentos o agitadores, y tan solo del 2.8% se decía que eran alcohólicos, de los cuales algunos estaban cosinderados como «borracho pero trabaja bien».[22]
Referencias
editar- ↑ a b Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 48. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ Hernández Padilla, Salvador (1999). «La rebelión obrera de Río Blanca». En Jiménez Ricárdez, Rubén, ed. El magonismo: historia de una pasión libertaria 1900/1922. México, D. F.: Ediciones Era. p. 76. ISBN 9684111991. Consultado el 24 de noviembre de 2011.
- ↑ Womack, John, Jr (2007). «Prólogo». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. p. 13. ISBN 9706701451.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 58. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 59. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 62. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ a b Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 64. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 65. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ a b Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 67. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. pp. 74 y 75. ISBN 9706701451.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora; García Díaz, Bernardo (2007). «El escenario industrial». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga del río blanco. México, D. F. p. 68. ISBN 970-670-145-1.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. pp. 86 y 87. ISBN 9706701451.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. pp. 77 y 78. ISBN 9706701451.
- ↑ a b Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. p. 87. ISBN 9706701451.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. p. 88. ISBN 9706701451.
- ↑ Cockcroft, James D. (2004). «Huelgas y revuletas del PLV, 1906-1908». Precursores intelectuales de la revolución mexicana (1900-1913). Traducido por María Eunice Barrales. México: Siglo XXI. p. 127. ISBN 9682316316.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. pp. 90-91. ISBN 9706701451.
- ↑ a b Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. p. 92. ISBN 9706701451.
- ↑ a b Cockcroft, James D. (2004). «Huelgas y revuletas del PLV, 1906-1908». Precursores intelectuales de la revolución mexicana (1900-1913). Traducido por María Eunice Barrales. México: Siglo XXI. p. 130. ISBN 9682316316.
- ↑ Cockcroft, James D. (2004). «Huelgas y revuletas del PLV, 1906-1908». Precursores intelectuales de la revolución mexicana (1900-1913). Traducido por María Eunice Barrales. México: Siglo XXI. p. 131. ISBN 9682316316.
- ↑ Cockcroft, James D. (2004). «Huelgas y revuletas del PLV, 1906-1908». Precursores intelectuales de la revolución mexicana (1900-1913). Traducido por María Eunice Barrales. México: Siglo XXI. p. 132. ISBN 9682316316.
- ↑ Gómez Galvarriato, Aurora (2007). «De operarios a obreros: La organización laboral». En García Díaz, Bernardo, ed. La huelga de Río Blanco. México, D. F.: Secretaría de educación de Veracruz. p. 86. ISBN 9706701451.