Usuario:Angus/Tapices
Los tapices de la catedral de Palencia están documentados y perfectamente descritos, tanto su historia como el tema que se desarrolla. Fueron adquiridos en los Talleres de Bruselas y en los de Marche-Crétif, que era el tapicero de Francisco I de Francia. Son tres series bien diferenciadas que siguen ciclos narrativos distintos, cuyos donantes fueron el obispo Juan Rodríguez de Fonseca y el Dr. Arroyo, canónigo de Palencia y magistral de Valladolid.
Tapicería de los Talleres de Bruselas
editarEs una serie de cuatro tapices con temas bíblicos, aunque el nº cuatro hay que considerarlo como perteneciente a otro ciclo que se titula Vicios y Virtudes. Fueron realizados entre los años 1505 y 1515, con un tejido combinado de lana y seda y con una urdimbre compuesta de siete hilos por cm. Sus dimensiones son de 8,50 x 4,25 metros. Pertenecen a la catedral desde 1527.
Hay noticia de estos tapices en distintos folios del libro de Actas Capitulares desde 1521 a 1530 y en los inventarios de 1623. En el folio 234 de las Actas se dice que el 25 de enero de 1527 el Cabildo dio un poder al arcediano de Carrión Alonso de Fonseca y al canónigo Gregorio del Castillo para una entrevista con Antonio de Fonseca, Comendador Mayor de Santiago y Contador Mayor de Castilla, para que dicho señor entregue
«quatro paños o tapices que mandó a la dicha iglesia el Señor D. Juan Rodríguez de Fonseca»
En el folio 241 se habla del poder dado al canónigo Hipólito Delgadillo para recibir del Comendador Mayor de Castilla los referidos tapices. En el folio 245, en abril de 1527 el Deán y el Cabildo de la catedral dan cuenta de haberlos recibido:
«… conocieron aver recibido del Señor Ypolito Delgadillo canónigo de la dicha yglesia quatro tapices que mando a la dicha iglesia el señor don Juan de Fonseca, de buena memoria, obispo que fue de Burgos y primero de Palencia, porque el señor Antonio de Fonseca Comendador Mayor de Castilla de Orden de Santiago et Contador Mayor de Castilla y hermano de dicho Señor Obispo los dio al Señor Ypolito Delgadillo y él agora los a traydo y ya están puestos al momento de la dicha yglesia y en poder de la sacristía de la dicha yglesia y tenía cada uno tres escudos [….]»
En los libros de los inventarios se describen los cuatro tapices pertenecientes al grupo del Antiguo Testamento donados por Juan de Fonseca, de los cuales sólo se conservan tres pues el cuarto tapiz (que es de la misma dimensión y del mismo taller) pertenece a otra serie titulada "Vicios y Virtudes".
Temas y personajes
editarLas representaciones parecen imitar las escenas teatrales de las obras que se venían representando en la época en los jardines o salones de los palacios. Los temas sirven como enseñanza de la doctrina cristiana con la ayuda de personajes alegóricos. Su lectura puede hacerse complicada si se desconoce la técnica de la narración que en ningún caso es lineal. Casi siempre empieza el ciclo en el espacio superior de la izquierda para seguir después en zigzag o saltando de un extremo al otro, o de arriba abajo y después dando un cambio. La escena principal suele estar en el centro y con un tamaño mayor que el resto.
Los personajes reales se mezclan con los simbólicos, situados todos ellos entre hojarascas y representaciones arquitectónicas. En muchos de los casos llevan escrito su nombre sobre la vestimenta, facilitando así la comprensión y la situación. En las esquinas de abajo se ven las figuras de profetas o evangelistas portando filacterias cuyas leyendas están escritas en letra gótica y en latín y que dan título al tapiz correspondiente además de hacer las veces de un resumen de la historia contada.[1]
Bordura
editarLa bordura está ricamente adornada con ramos de flores de color rojo y rosa fuerte, con margaritas y flores blancas anudadas con cintas rosas. Entre la verdura del follaje pueden verse algunos pajaritos.
En esta serie bíblica se ve el escudo del Juan Rodríguez de Fonseca superpuesto en la bordura de la parte de arriba, repetido tres veces, dos en los extremos y una en el centro. No están entremezclados con el tejido por lo que se cree que estos tapices estaban ya confeccionados en los talleres de Bruselas y el obispo no hizo sino adquirirlos. Los escudos no tienen el capelo catedralicio.
Materiales empleados y técnica
editarLos tapices fueron urdidos con lana y seda, ejecutados con una técnica perfeccionada y siguiendo fielmente los dibujos de los cartones. Los colores están distribuidos de manera muy harmoniosa entremezclándose los rojos, azules, verdes, ocres y blancos. Se conservan en buen estado; se aprecian algunos retupidos hechos en siglos posteriores (sobre todo en el XVIII) por manos expertas que no alteraron la obra original.
Ex Aegypto vocavi filivm mevm
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«Desde Egipto llamé a mi hijo
El tapiz es un resumen de la infancia de Jesús. [2]El personaje que está sentado abajo en el extremo de la derecha presenta esta leyenda del título en su filacteria. El personaje frontero porta una filacteria sin leyenda. Desde su posición está señalando la escena principal con la mano derecha enguantada sobre la que se ven escritas dos letras: 'XV'.
Por encima de este personaje hay un grupo de sibilas y sabios que también señalan la escena principal. Se continúa la lectura hacia la derecha, con la escena de la Visitación. Las dos mujeres, María y su prima Isabel se encuentran y se saludan mientras que sus hijos (que todavía no han nacido) forman parte también del encuentro; están representados simbólicamente por las figuras de dos jóvenes, siendo éste un recurso bastante común en el arte. Todos estos personajes llevan escrito su nombre. Los dos jóvenes están sobre un puente que representa otra alegoría en referencia al paso del Antiguo con el Nuevo Testamento.
Desde aquí pasa la lectura a la izquierda del tapiz en la parte alta de la esquina donde se narra la Circuncisión de Jesús; después y en el centro (por ser la principal) está la escena de la Epifanía cuyos personajes se ven encuadrados en una construcción arquitectónica. La Virgen tiene al Niño en brazos mientras los tres Reyes Magos se presentan en actitud de adoración y representando las tres edades del hombre: Melchor, la ancianidad; Gaspar, la madurez; Baltasar, la juventud. En esta época todavía no era costumbre que los Magos representaran las tres razas. Alrededor de los personajes principales aparecen las tres Virtudes (que llevan su nombre escrito) más la Humildad y la Castidad (que también lo llevan). Por encima de la escena principal a derecha e izquierda se ven dos templetes. En uno está narrada la Presentación de Jesús en el Templo y en el otro los Magos ante Herodes.
La última escena de este ciclo se sitúa en la esquina superior derecha. Se trata del Niño perdido y hallado en el Templo o Jesús entre los doctores. Mientras todos mantienen una conversación, José y María se van acercando a ellos en actitud doliente.
Accingere gladio tvo super femur tvvm, potentissime
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«Ciñe tu espada sobre el muslo, ¡Oh héroe!»
Este título dado al tapiz es exactamente la leyenda de la filacteria del personaje que está sentado a la derecha [3]frase que corresponde al salmo 44 atribuido tradicionalmente a David. La temática de este tapiz sigue dicho salmo manifestando la vida de Juan el Bautista y algo de la vida de Jesús. La estructura de la narración consta de nueve escenas divididas a su vez en tres espacios verticales a manera de tríptico.
La primera escena narra el bautismo de Jesús llevado a cabo por su primo Juan. El personaje de la esquina que está sentado y tiene una filacteria sin leyenda gira su cabeza hacia dicha escena como presentándosela al espectador. Algunos pequeños detalles ayudan a la comprensión del relato: la paloma (Espíritu Santo) sobre la cabeza de Jesús, el Padre Eterno, que aparece bendiciendo arriba entre nubes, el ángel arrodillado, que presencia el acto del bautismo, y los lirios simbólicos en el agua del río. Pueden apreciarse unos signos sobre la piedra que emerge del río que han sido interpretados como un nombre escrito en hebreo.
La segunda escena se encuentra en el espacio superior a la primera y narra la decapitación de Juan el Bautista con gran precisión y realismo, con los chorros de sangre que salen del cuerpo tendido en el suelo mientras Salomé recibe la cabeza en una bandeja dorada de manos del verdugo que está representado de espaldas, con la espada de la ejecución en la mano y ataviado con unas calzas ceñidas y una blusa blanca. Detrás de Salomé pueden verse otros dos personajes y en el fondo de la escena, un palacio con una ventana geminada donde se asoman otras dos personas que contemplan el episodio.
Pvtasne, mortvvs homo rvrsum vivat? Juxta est dies perdicionis
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«¿No crees que muerto el hombre volverá a vivir? Cerca está el día de la perdición»
[4]Es el tercer tapiz del tema del Antiguo y Nuevo Testamento. Su lectura comienza en la parte superior izquierda donde se encuentran tres escenas diferenciadas pero muy juntas: el pacto con Jacob, Jesús elige a Pedro, y el pacto del Señor con su Iglesia; esta tercera escena está cobijada por una estructura arquitectónica sujetada por unas columnas que se rematan en piñas que es el símbolo de la unidad de todos los creyentes, dentro del cristianismo. Además de las dos figuras principales (el Señor y la Iglesia que puesta de rodillas recibe un libro envuelto en un rico paño);[5] están también la Humildad y la Caridad (con su nombre escrito sobre el pecho) ambas con corona de oro, más otro grupo de personas. Toda la escena es una alegoría de la alianza mística o desposorios de Cristo con su Iglesia: La Iglesia debe actuar siempre con humildad y caridad. [6]
La lectura continúa desplazándose hacia la derecha donde se encuentra la escena principal colocada casi en medio del tapiz. Su disposición dibuja casi un triángulo. Se trata de la Ascensión del Señor [7]cuya figura protagonista tiene a sus pies a los Apóstoles y a la Virgen, todos en actitud de sorpresa y oración. Desde el punto de vista artístico, la figura de la Virgen destaca por su perfección y riqueza de detalles bordados, con su manto azul ribeteado de una rica cenefa con dibujo de flores, bordada en hilos de oro. Junto a Jesús ascendiendo hay un grupo de personas entremezcladas con los ángeles, que representan las almas de los justos. La figura de Jesús lleva corona imperial y está ricamente ataviada con un manto rojo ribeteado de una cenefa con perlas y sujeto con un broche de oro. Se puede observar el detalle de las huellas de los pies sobre la piedra, como constancia de que en ese momento está ascendiendo. Por encima de su cabeza hay dos figuras, el Padre y el Espíritu Santo, representados aquí con corona real; están rodeados de una multitud de ángeles músicos que llevan sus instrumentos en la mano: flauta, órgano de mesa, viola y laúd. Sobre la orla o bordura puede leerse:
«Celos penetrat (la entrada en los cielos)»
La lectura sigue hacia la derecha hacia el espacio superior restante del tapiz. En la orla o bordura y sobre la misma escena, se lee
«Paravit homini paradisvm (ha preparado el paraíso para el hombre»
Es en efecto la representación del paraíso o seno de Abraham con el trono donde están sentados el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en majestad y con corona real, cetro y globo terráqueo, acompañados a derecha e izquierda por la Justicia y la Misericordia (ambas llevan su nombre escrito). La Caridad también está presente, de pie, con un rico tocado y un espléndido manto rojo en la mano, a la espera de colocárselo al hombre que arrodillado ante ella ha sido favorecido por la gracia de Dios representada a su vez por una mujer que tiene bordado en su pecho un gran sol. En la parte de arriba y como remate aparece Abraham con las almas que esperan la liberación prometida de Cristo.
La siguiente y última escena está separada de la anterior por el dibujo de unas nubes. Se sitúa en el ángulo inferior derecho donde San Miguel envía al infierno a todos los vicios. Más abajo están los Infiernos con figuras identificadas por sus nombres correspondientes, acompañados por diversos demonios y todo tipo de animales fantásticos y monstruosos. El tema está apoyado por la leyenda de la pequeña cartela de la bordura que dice:
«Infernus ululat (el infierno resuena con alaridos)»
Sice illos a facie mea
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«Arráncalos de mi presencia»
El cuarto tapiz comprado y donado por el obispo Fonseca y perteneciente al ciclo del Antiguo y Nuevo Testamento fue cambiado por este otro que en realidad corresponde a otro ciclo llamado Vicios y Virtudes, sin que se sepa realmente el motivo. El título viene dado en la leyenda de la filacteria que porta el personaje que está sentado en el extremo inferior izquierdo.
La lectura de este tapiz comienza en el extremo superior izquierdo donde la Trinidad está representada por tres personajes exactamente iguales sentados en un escaño cubierto de paño rojo como era costumbre que lo hicieran los reyes. El entorno es un jardín con una fuente en medio como símbolo de la gracia y a un lado y otro, dos mujeres que representan la Obediencia y la Libertad.
La narración continúa hacia abajo con la representación de la Justicia con espada [8]levantada en actitud de expulsar de su presencia a un grupo de personas identificadas con su nombre bordado: el Hombre, la Culpa, y la Debilidad.
La siguiente escena hay que buscarla arriba y en la parte central. La Soberbia (que lleva su nombre) está sentada en un trono acompañada de tres damas como representantes de vicios y virtudes y más abajo del escaño está la Culpa que tiene un cuadro en sus manos en el que está pintado Adán expulsado del paraíso y frente a ella, la Lujuria muestra dicho cuadro con un puntero.
La lectura continúa a la derecha con la repetición del tema de la lujuria, rodeada de los pecados capitales. La siguiente escena está separada de la anterior por un árbol; se encuentra en la esquina superior derecha, bajo la estructura arquitectónica de un palacio donde está sentada la Lujuria ataviada con una camisa de holanda transparente [9]y un manto azul, semidesnuda pero con corona. Ante ella están el Hombre, la Carne y la Culpa.
Para seguir el orden de la lectura hay que pararse ahora ante la zona central y baja donde se describe la lucha entre el demonio (que ataca con una lanza) y el hombre. En su vestido puede leerse Tentador. Otros personajes son la Carne, Caro (que azota al hombre) y el Mundo. A continuación y siguiendo a la derecha, el hombre descansa tranquilo sobre una pala de trabajo. [10]A su alrededor distintas alegorías tratan de cumplir cada una con su cometido: la Naturaleza, la Razón, la Lujuria, la Carne y la Culpa. El Trabajo está representado por una persona que mira al hombre como invitándole a seguirle.
Para terminar la historia hay volver arriba, junto al trono de la Soberbia, hacia la izquierda. Finalmente puede verse al hombre tranquilo y descansando. Le acompañan la Naturaleza y la Razón mientras que la Carne y la Culpa están distraídas. Vuelve a aparecer la alegría del Trabajo, un personaje que ofrece al Hombre unas muletas que le ayudarán a caminar.
Réplica en la Seo de Zaragoza
editarLa catedral de Zaragoza guarda una serie de tapices con el nombre genérico de La Redención o Combate de vicios y virtudes. Uno de los tapices es una réplica exacta de este 4º tapiz descrito aquí arriba, con idéntica orla o bordura, que lleva el título de Tapiz del Pecado o Las pasiones o Las consecuencias del pecado original en el hombre.
Tapicería de los talleres de Marc-Crétif
editarCon los títulos de Historia y letras de la Salve Regina o La Salve Regina se cita en los inventarios de la catedral de 1623 una serie de cuatro tapices que fueron entregados en 1529 por Antonio Rodríguez de Fonseca, hermano del obispo Juan Rodríguez de Fonseca (de 1504 a 1514), siguiendo la voluntad y el testamento de este último. Se encargó de llevar las gestiones el mercader de Burgos Juan López de Calatayud que viajó hasta Flandes para recoger la mercancía:
«[…] dhos quatro paños que cuestan los dhos quatrocientos ducados…»
El cardenal Fonseca había encargado la confección de estos tapices durante alguna de sus estancias en los Países Bajos, según lo atestiguan sus escudos integrados en la trama del tejido. [11] El tema elegido, basándose en las aclamaciones de María según el Cantar de los Cantares fue muy del gusto del cardenal Fonseca que demostró toda su vida ser un gran devoto de las advocaciones marianas. Esta devoción le impulsó a levantar el altar del trascoro de la catedral palentina dedicándolo a Nuestra Señora de la Compasión con el fin de que se celebrara en él una misa todos los sábados tras la cual vendría el canto solemne de la Salve Regina. Es posible que el encargo de los tapices se hiciera con el propósito de ubicarlos en las paredes del trascoro para ambientar así la ceremonia. El tamaño de los mismos se adapta perfectamente a los muros de este espacio.
Confección de los tapices
editarNotas
editar- ↑ Existe una gran analogía entre estos tapices y uno que está guardado en el museo Bayerisches de Munich, de 1505 cuyo tema es el Nacimiento de Jesús. También es notable su analogía con la serie 2 titulada “Episodios de la vida de la Virgen” del Patrimonio Nacional Español, cuyos cartones son obra de Jan van Roome, pintor de Margarita de Austria (1507).
- ↑ El título está sacado de Mateo 2,14 y 2,15: José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
- ↑ Este personaje ofrece además otra referencia en su manto donde se puede ver escrito XLIV David
- ↑ Job capítulo XIV. Se refiere a las quejas que hace Job sobre la muerte. La segunda frase corresponde al Deuteronomio XXXII, 35, aunque en la propia cartela se indica Moyses XLV.
- ↑ Era costumbre envolver los ricos y apreciados libros en paños valiosos
- ↑ El tema ha sido reproducido a los largo del tiempo por múltiples artistas, sobre todo en pintura
- ↑ Hubo un tiempo en que este tapiz tomó el nombre de La Ascensión.
- ↑ En este caso no lleva el nombre escrito pero se la ha identificado como tal por la réplica que existe de este tapiz en la Seo de Zaragoza, donde sí está incluido el nombre.
- ↑ La holanda es una tela de lino muy fina y de color blanco que se usaba para la confección de camisas de la gente rica e importante
- ↑ La pala era el símbolo de esperanza en la época en que está confeccionado el tapiz.
- ↑ En la serie anterior ya descrita, los escudos de Fonseca están superpuestos en las orlas, lo que indica que los tapices ya estaban hechos cuando él los compró y los escudos se integraron después. En esta otra serie son escudos timbrados con el capelo cardenalicio y unas bandas donde se lee la divisa Si dominvs regit me nihil mihi deerit.