Es importante entender que la psicoacústica no es un diccionario de sentimientos o reacciones que evoca cierto sonido a un escucha, para esto es mejor abordar el tema desde la semiótica, considerando únicamente el lenguaje no verbal que depende de la cultura de cada individuo. La psicoacústica es el estudio de los procesos mecánicos y mentales que ocurren en nuestro cerebro y que afectan nuestra percepción de un evento sónico.[1]​ El estudio del sonido es crítico para entender la psicología del humano, para Jonathan Sterne el sonido ha jugado un papel importante en el desarrollo social y cultural. Escuchar es “esférico” no direccional como la visión, es inmersivo, tiende a ser subjetivo, requiere de tiempo y de un contacto físico con el mundo exterior. Según Shaun Farley, a través del tiempo científicos e investigadores han conseguido entender de manera parcial como nuestro cerebro entiende y responde a distintas clases de estímulos auditorios. Para él, esto es muy importante en el diseño sonoro y también en la música, ya que si estamos conscientes de estos comportamientos del cerebro, podemos explotar este conocimiento y hacer uso de él. [2]

Pitch en música

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Un concepto importante al hablar de psicoacústica y música es el de pitch o tono; Brian Moore en su libro Introduction to the Psychology of Hearing explica que existen ciertos aspectos en la manera en que percibimos la música que están relacionados de manera intrínseca a los mecanismos involucrados en la percepción del sonido. Por ejemplo, preferimos ciertos intervalos musicales porque nuestro cerebro percibe a este par de tonos como consonantes. Claramente la percepción individual y contexto cultural también juegan un rol muy importante; esto podría explicar porqué las sociedades de occidente preferimos ciertos intervalos musicales y otras culturas. Así como a un tono se le puede asignar un pitch, una secuencia de tonos puede evocar una melodía. En otras palabras, se puede encontrar una relación musical cuando se hace sonar más de un tono; no obstante, esta manera de percibir el sonido funciona sólo dentro de un rango determinado, más allá de los 5k Hz resulta muy difícil encontrar una sensación de melodía o de intervalo musical. Los tonos que son separados por una octava, ósea frecuencias separadas por una proporción 2/1, son llamadas de la misma manera porque suenan similar; de igual manera el oído asocia una relación con los demás armónicos en un sonido: entre el segundo y el tercer armónico hay una proporción de 3/2, entre el tercer y el cuarto de 4/3, etc. Moore explica una teoría, la cual sugiere que los humanos estamos expuestos a proporciones complejas desde los primeros momentos de nuestras vidas, nos acostumbramos a escucharlo en la voz de las personas. Gracias a esta exposición tan temprana a estos sonidos, aprendemos a asociar ciertos armónicos con determinadas frecuencias a proporciones específicas.[3]

Localización del sonido

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El sentido del oído funciona gracias a la resolución de la frecuencia que escuchamos. Gracias a la posición de nuestros receptores, los oídos, hay dos grandes factores que juntos nos dan la sensación de “espacio sonoro.” [4]​ La diferencia de tiempo interaural: un sonido a la derecha llega primero al oído derecho. La diferencia de nivel interaural: un sonido a la derecha suena más intenso en el oído derecho. Lo anterior fue explorado a más detalle por Helmut Haas que tomó en cuenta las reflexiones tempranas de un sonido cuando se está escuchando en un cuarto. Conocido como el Efecto Haas, se encontró que si una reflexión temprana era captada en 35 milisegundos o menos y esta no era 10 db mayor a la fuente, todo el sonido sería percibido como uno solo. Esto es importante porque afecta la manera en que escuchamos música en vivo, por ejemplo, el efecto Haas explica porque si estuviéramos escuchando a un grupo en un cuarto chico como un bar, un club o un foro con dimensiones pequeñas, a pesar de que el sonido de la banda está llegando a nuestros oídos por todas partes y no sólo de la dirección donde está la banda, seguimos percibiendo al sonido como uno solo, seguimos escuchando a la banda desde un punto y nuestros oídos no son engañados en que la banda está en diferentes lugares.[5]

Enmascaramiento en música

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Un aspecto muy importante de la percepción auditiva es la selectividad de frecuencia. Se estudia mediante el enmascaramiento sonoro, un fenómeno que ocurre cuando un sonido resulta inaudible debido a la presencia de otros sonidos. Cuando un instrumento suena, además de la nota raíz también suenan otros armónicos, dependiendo del material del instrumento y su forma, ciertos armónicos suenan y duran más que otros, esta propiedad es la que le da el timbre a cada instrumento. En un escenario donde se está escuchando a dos o más instrumentos y los timbres de estos comparten frecuencias similares, se podría dar el caso de que algunos armónicos están siendo enmascarados por otras frecuencias y como consecuencia de esto podríamos escuchar los instrumentos de manera distinta a como se escuchan individualmente.[6]​ No ha sido hasta el siglo XX que se ha utilizado gran parte de los conocimientos de psicoacústica en la música; el compositor Karlheinz Stockhausen haciendo referencia a su composición Kontakte menciona que quería incorporar en su obra todas las propiedades del sonido, como timbre, intensidad y pitch.[5]​ Por último, hay que tomar en cuenta que el estudio de psicoacústica y su relación con la música no sólo se limita a entender lo que pasa en nuestro cerebro cuando se perciben impulsos sónicos. También se puede aprovechar y usar para desarrollo tecnológico; Jonathan Sterne menciona que la psicoacústica ha sido primordial en la creación de los aparatos y equipos que usamos para escuchar hoy en día, desde el teléfono y grabadoras de cinta hasta el MP3. [2]

Referencias

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  1. Larsen, Erik; Ronald, Aarts (2004). Audio Bandwidth Extension: Application of Psychoacoustics. Inglaterra. 
  2. a b Sterne, Jonathan (2012). «The Sound Studies Reader». Routledge. Consultado el 22 de febrero de 2016. 
  3. Moore, Brian (2013). An Introduction to the Psychology of Hearing. Estados Unidos. 
  4. Plack, Christopher J (2004). «Auditory Perception». Psychology Press. Consultado el 22 de febrero de 2016. 
  5. a b Brandon Seyferth (9 de enero de 2015). «PsychoAcoustics: A Practical Guide to How Our Minds Distort Sound». Reverb. Consultado el 3 de marzo de 2016. 
  6. Fastl, Hugo; Zwicker, Eberhard (2007). Psychoacoustics - Facts And Models. Alemania: Springer.