Unión Latina
La Unión Latina (Unilat) fue una organización internacional, actualmente suspendida, conformada por los países que hablan algunas de las denominadas lenguas romances[1][2]. Fue creada en mayo de 1954, cuando se firmó un acuerdo constitutivo en Madrid, España y fue reconocida como una institución formal a partir de 1983. Por dificultades financieras, las actividades de la Unión Latina fueron suspendidas el 26 de enero de 2012 y la secretaría general permanente de la Organización cerró sus puertas el 31 de julio de 2012, cuando fue despedido el conjunto del personal de la Organización.[3]
Unión Latina | ||||||||||||||||||
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Su función es promover y diseminar su herencia común y aquello que identifica al mundo latino. Su nombre en las otras lenguas oficiales era: catalán: Unió Llatina; francés: Union Latine; italiano: Unione Latina; latín: Unio Latina; portugués: União Latina; rumano: Uniunea Latină.
Latinidad según la Unión Latina
editarCuando la idea de latinidad comienza a concretarse, en la segunda mitad del siglo XIX, en el punto de convergencia de visiones poéticas, de utopías políticas y de investigaciones filosóficas, se plantea el problema de su definición. Si bien es cierto que se abandona pronto la idea de una «raza» latina, se afirma el sentimiento de pertenencia a una misma familia cuya especificidad no se funda en el linaje de la sangre o en el arraigo a un suelo, sino en la referencia a una lengua de origen, el latín, que es el héroe epónimo y el fundamento de la latinidad. Todos los miembros de esa familia saben o sienten que las fronteras entre sus lenguajes respectivos son fronteras transparentes que se pueden franquear en cualquier momento, espontáneamente y sin formalidades.[4][5]
El latín es una lengua que habla del hombre. Sin duda que, antes del cristianismo, nunca se habló del hombre con tanta grandeza y simplicidad, con tanta mesura y sabiduría como en los textos que van de Cicerón a Séneca. Este lenguaje es fundador del humanismo del Renacimiento del cual nosotros somos herederos.[6][7]
El latín es también una lengua que habla de la sociedad. Es la lengua que expresó el derecho y que le dio la fuerza de sus leyes inscritas en el bronce. Al caos de las pulsiones, de las contradicciones, de los intereses y de los excesos personales, el latín opone el rigor y la equidad de sus códigos que se aplican a las situaciones y a los tiempos más diversos: es el derecho, sin el cual jamás se hubiera podido transformar en ciudadanos a los habitantes de un imperio inmenso y abigarrado.[8]
El hombre, el derecho, el saber: tal es el tesoro que el latín legó a la latinidad; pero la marcó con un sello indeleble que la hizo sensible y accesible a todos los hombres: la belleza, cantada por los poetas y los arquitectos: medida y proporción; simetría y armonía; equilibrio y claridad, las palabras mismas que dan cuenta de las reglas que presiden la organización y el funcionamiento del cosmos.
Criterios
editarDesde su fundación en 1954, el número de países miembros subió de los 12 originales a 36 en cuatro continentes. Cualquier país que deseara formar parte de la unión debía seguir los siguientes criterios:
- Criterios de lingüística
- Criterios lingüísticos/culturales
- Existencia de una cantidad significante de literatura en la lengua derivada del latín.
- Existencia de prensa y publicaciones en la lengua derivada del latín.
- Existencia de televisores con una fuerte proporción de programación en la lengua derivada del latín.
- Radiodifusiones en idioma derivado del latín con amplia difusión.
- Criterios culturales
- Directo o indirecto legado de la Antigua Roma, que el Estado trata de perpetuar con la educación del idioma latín.
- Educación en otro idioma derivado del latín foráneo al del propio país.
- Relaciones con otros países latinos.
- Organización social, particularmente en el área jurídica, planeada y basada en el respeto por las libertades. fundamentales, los principios fundamentales de los derechos humanos y la democracia, tolerancia y libertad de culto.
Miembros
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Observadores permanentes | |
Los idiomas oficiales de la Unión Latina eran (por orden descendente en cantidad de hablantes según Ethnologue): el español,[9] el portugués[10], el francés[11], el italiano[12][13], el rumano y el catalán. Los cuatro primeros idiomas son los usados en sus trabajos, y todos los textos de difusión general deben estar traducidos a ellos.
La Unión Latina estuvo conformada por los siguientes países:
19 del idioma español: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Filipinas, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
8 del idioma portugués: Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bisáu, Mozambique, Portugal, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental.
5 del idioma francés: Costa de Marfil, Francia, Haití, Mónaco y Senegal.
2 del idioma italiano: Italia y San Marino.
2 del idioma rumano: Moldavia y Rumania.
2 del idioma catalán: Andorra y España.
En el caso del idioma español, hay países que lo comparten junto con otras lenguas que son oficiales, tales como Bolivia y Perú, junto con el quechua y el aimara; España, junto con las demás lenguas autonómicas y también oficiales además del castellano (en sus respectivas comunidades) como el catalán, el gallego, el euskera o Vasco (que no es una lengua latina) y el aranés; y Paraguay, junto con el guaraní (que también es lengua oficial de Bolivia).
En el caso de Filipinas, el español fue lengua oficial desde 1522 (todavía no existía como estado Español, si no, como Reino de Castilla) hasta 1987. Este idioma en este país asiático no ha dejado de ser algo significativo en el aspecto cultural e histórico, ya que en castellano se escribió acerca de la historia y en la prensa de esta nación, además de que, en años recientes, el interés por el idioma en este país ha aumentado, y su número de hispanohablantes está ascendiendo.
En el caso del idioma francés, Haití lo comparte junto con el criollo haitiano (derivado del francés como lengua criolla). Mónaco lo comparte junto con el dialecto monegasco (del ligur), la primera lengua oficial.
En el caso del idioma portugués, Portugal lo comparte junto con el mirandés, y Timor Oriental junto con el tetun, la primera lengua oficial.
Observadores permanentes
editarPaíses como Argentina y México, y entidades soberanas como la Ciudad del Vaticano y la Orden de Malta fueron observadores permanentes, pero nunca ingresaron a la organización como miembros plenos.
Véase también
editar- Hispanoamérica
- Iberoamérica
- América Latina
- Integración latinoamericana
- Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
- Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe
- Unión Latinoamericana
- Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales
- Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos
- Europa latina
- Estados Unidos de África Latina
- Herencia latina en África
- Influencia latina en Asia y el Pacífico
- Iberofonía
- Cumbre Iberoamericana
- Comunidad Iberoamericana de Naciones
- Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura
- Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica
- Hispanidad
- Hispanos
- Asociación de Academias de la Lengua Española
- Panhispanismo
- Influencia hispánica en la cultura filipina
- Lusofonía
- Comunidad de Países de Lengua Portuguesa
- Organización Internacional de la Francofonía
- Italofonía
- Imperio romano
- Imperio español
- Imperio portugués
- Imperio colonial italiano
- Imperio colonial belga
- Lenguas romances
- Asociación Latinoamericana de Integración
Referencias
editar- ↑ Kabatek, Johannes; Pusch, Claus D. «The Romance languages». The Languages and Linguistics of Europe: A Comprehensive Guide (en inglés). «Si observamos las lenguas romances desde una perspectiva sincrónica morfológica, sintáctica o orientada al contenido, existen varias características comunes a todas ellas que justifican la suposición de un tipo romance más o menos coherente, distinto del latín.»
- ↑ Metzeltin, Miguel. «Tipología convergente de las lenguas románicas». Las Lenguas románicas estándar: historia de su formación y de su uso. p. 45. «Pese a la gran variación que ofrecen los idiomas románicos, su evolución y sus estructuras presentan tantos rasgos comunes que se puede hablar de un tipo lingüístico románico.»
- ↑ «Disolución de la Secretaría General de la Unión Latina», Unión Latina.
- ↑ Devoto, Giacomo (1999). Il Linguaggio d'Italia. Milano: RCS Libri (Biblioteca Universale Rizzoli).
- ↑ Lindenbauer, Petrea; Metzeltin, Michael; Thir, Margit (1995). Die romanischen Sprachen. Eine einführende Übersicht. Wilhelmsfeld: G. Egert.
- ↑ Harris, Martin; Vincent, Nigel (1988). The Romance Languages. London: Routledge. Reprint 2003.
- ↑ Boyd-Bowman, Peter (1980). From Latin to Romance in Sound Charts. Washington, D.C.: Georgetown University Press.
- ↑ Posner, Rebecca (1996). The Romance Languages. Cambridge: Cambridge University Press.
- ↑ Lapesa, Rafael (1981). Historia de la Lengua Española. Madrid: Editorial Gredos.
- ↑ Wetzels, W. Leo; Menuzzi, Sergio; Costa, João (2016). The Handbook of Portuguese Linguistics. Oxford: Wiley Blackwell.
- ↑ Price, Glanville (1971). The French language: present and past. Edward Arnold.
- ↑ Maiden, Martin (1995). A Linguistic History of Italian. London: Longman.
- ↑ Devoto, Giacomo; Giacomelli, Gabriella (2002). I Dialetti delle Regioni d'Italia (3rd edición). Milano: RCS Libri (Tascabili Bompiani).
Bibliografía
editar- Frederick Browning Agard. A Course in Romance Linguistics. Vol. 1: A Synchronic View, Vol. 2: A Diachronic View. Georgetown University Press, 1984.
- Gerhard Ernst et al., eds. Romanische Sprachgeschichte: Ein internationales Handbuch zur Geschichte der romanischen Sprachen. 3 vols. Berlin: Mouton de Gruyter, 2003 (vol. 1), 2006 (vol. 2).
- Alkire, Ti; Rosen, Carol (2010). Romance Languages: A Historical Introduction. Cambridge: Cambridge University Press.
- Martin Maiden, John Charles Smith & Adam Ledgeway, eds., The Cambridge History of the Romance Languages. Vol. 1: Structures, Vol. 2: Contexts. Cambridge: Cambridge UP, 2011 (vol. 1) & 2013 (vol. 2).
- Martin Maiden & Adam Ledgeway, eds. The Oxford Guide to the Romance Languages. Oxford: Oxford University Press, 2016.
- Metzeltin, Michael (2004). Las lenguas románicas estándar. Historia de su formación y de su uso. Uviéu: Academia de la Llingua Asturiana.
- Cravens, Thomas D. Comparative Historical Dialectology: Italo-Romance Clues to Ibero-Romance Sound Change. Amsterdam: John Benjamins, 2002.
- Sónia Frota & Pilar Prieto, eds. Intonation in Romance. Oxford: Oxford UP, 2015.
- Christoph Gabriel & Conxita Lleó, eds. Intonational Phrasing in Romance and Germanic: Cross-Linguistic and Bilingual studies. Amsterdam: John Benjamins, 2011.
- Philippe Martin. The Structure of Spoken Language: Intonation in Romance. Cambridge: Cambridge UP, 2016.
- Rodney Sampson. Vowel Prosthesis in Romance. Oxford: Oxford UP, 2010.
- Holtus, Günter; Metzeltin, Michael; Schmitt, Christian (1988). Lexikon der Romanistischen Linguistik. (LRL, 12 volumes). Tübingen: Niemeyer.
- Kibler, William W. (1984). An introduction to Old French. New York: Modern Language Association of America.
- Lodge, R. Anthony (1993). French: From Dialect to Standard. London: Routledge.
- Williams, Edwin B. (1968). From Latin to Portuguese, Historical Phonology and Morphology of the Portuguese Language (2nd edición). University of Pennsylvania.
- Penny, Ralph (2002). A History of the Spanish Language (2nd edición). Cambridge: Cambridge University Press. (requiere registro).
- Pharies, David (2007). A Brief History History of the Spanish Language. Chicago: University of Chicago Press.
- Zamora Vicente, Alonso (1967). Dialectología Española (2nd edición). Madrid: Editorial Gredos.
- John Haiman & Paola Benincà, eds., The Rhaeto-Romance Languages. London: Routledge, 1992.