Tomás Gregorio Camacho
Tomás Gregorio Camacho Betancor (San José de Mayo, 16 de febrero de 1868-Salto, 29 de mayo de 1940 fue un sacerdote católico uruguayo, primer obispo de la Diócesis de Salto.
Tomás Gregorio Camacho | ||
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Título | Obispo de Salto | |
Información religiosa | ||
Ordenación sacerdotal | 24 de agosto de 1891 | |
Ordenación episcopal | 9 de noviembre de 1919 | |
Información personal | ||
Nombre | Tomás Gregorio Camacho | |
Nacimiento | Uruguay San José de Mayo, 16 de febrero de 1868 | |
Fallecimiento | Uruguay Salto, 29 de mayo de 1940, 72 años | |
Bibliografía
editarNació en el hogar católico de Tomás Camacho, canario y Clemencia Betancor o Bentancur, uruguaya, quienes tuvieron en total nueve hijos: Fernando, Petronila, José, Ramón, Quiterio, Manuel, Tomas Gregorio, Calixta e Isabel. Fue bautizado el 22 de febrero de 1868, siendo su padrino el párroco Manuel Madruga.[1]
Hizo sus estudios elementales en San José de Mayo, en el colegio que tenía allí el presbíterio Fernando Stigliani. De allí pasó a Montevideo, donde luego de un año ingresó al Seminario, donde hizo todos sus estudios eclesiásticos.
Ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1891, celebró su primera Misa al día siguiente, en la iglesia del Sagrado Corazón, de los Jesuitas.
Tras un año y medio en las parroquias del barrio Cordón (Montevideo), junto al párroco José Marcos Semería y en Tala (departamento de Canelones), con Mamerto Birriel fue nombrado cura vicario de Carmelo, donde estuvo hasta 1894. Allí vio la necesidad de crear instituciones de enseñanza para niños de la ciudad y el campo, lo que se concreta en la fundación del Protectorado de la Niñez.
Regresa a Montevideo como capellán del manicomio, dejando ese cargo para ser secretario del obispo auxiliar Pío Stella en su labor misionera. Pasó luego a la parroquia de La Aguada, donde en 1900 se le nombró cura encargado y luego párroco. Allí comparte trabajos con Juan Ignacio Bimbolino. Luego de otros encargues en San José de Mayo y Santa Lucía vuelve de nuevo como párroco a La Aguada, hasta su nombramiento como obispo de Salto. Viaja a Europa a estudiar la doctrina social de la Iglesia y participa en las semanas sociales de Valencia y Amiens.
Fundó la Liga de Damas Católicas. Promovió la reparación del Cristo del Cordón. Se dedicó a las actividades de promoción católica entre jóvenes, mayores y niños. Funda en 1910 la Federación de la Juventud Católica del Uruguay, antecedente de la Acción Católica juvenil. Con Bimbolino y el Dr. Luis Pedro Lenguas fundan el periódico El amigo del obrero, difusor del pensamiento social cristiano.
La Diócesis de Salto había sido creada en 1897 por el papa León XIII. Sin embargo, las circunstancias políticas de la época determinaron que ni esa diócesis, ni su coetánea diócesis de Melo pudieran ser provistas de inmediato. Veintidós años después, ya establecida en la Constitución de 1917 la separación de la Iglesia y el Estado, la Santa Sede nombra a Camacho, el 3 de julio de 1919 como primer obispo de Salto. Éste elige como lema episcopal Caritas Christi Urgit Nos (La Caridad de Cristo nos apremia, 2 Cor 5,14). Tal vez quiso expresar la urgencia que sentía la diócesis después de tanto tiempo de espera.
Su primera tarea fue organizar la diócesis, formando un equipo de Curia que lo ayudara en esa tarea. Preocupado por la falta de sacerdotes, crea en 1924 el Seminario Menor y, para sostenerlo, la Asociación de la Contribución al Culto. En veinte años creó más de diez colegios católicos, parroquias y centros cristianos; otras tantas capillas y logró el aporte de quince nuevas congregaciones religiosas en la diócesis.
Buscando poner en práctica las experiencias e ideas que tenía en el campo social, alentó el trabajo del Pbro. Fernando Damiani en la creación de Cajas Populares. Con el salesiano Horacio Meriggi impulsó las Cooperativas agrarias y los Sindicatos de productores rurales. En el empeño de mejorar la vivienda y la situación de los trabajadores, escribió su última carta pastoral sobre Cooperativas de viviendas.
Para incentivar la vida espiritual de sus fieles, difundió varias devociones populares: a la Eucaristía, al Sagrado Corazón de Jesús, a Cristo Rey, a la Virgen María, San José, y San Miguel, patrono de la diócesis. Fomentó la Obra de los Ejercicios Espirituales para hombres, con los presbíteros J. C. Osés y Francisco de Paula Vallet Arnau, fundador de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey. Propulsó la Acción Católica en todas sus ramas.
Con todo su presbiterio, realizó en 1938 el primer Sínodo diocesano, el primero realizado en el país.
Erigió el edificio de la Curia Diocesana y en 1925 inició las obras del templo Catedral.
Contando ya con un obispo coadjutor, Alfredo Viola, aquejado por una larga enfermedad, falleció en la Curia de Salto. Está sepultado en la cripta de la Catedral de Salto.
Referencias
editar- ↑ Catedral de San José de Mayo, Libro XII de Bautismos, folio 177
Bibliografía consultada
editar- Elbio López, Apuntes históricos para una reflexión sobre la espiritualidad del clero secular en el Uruguay, en Vida Pastoral, órgano oficioso de la Conferencia Episcopal Uruguaya, nº 88, Montevideo, noviembre-diciembre 1981. pp. 364-365.
- Diócesis de Salto, Mons. Tomás G. Camacho, a 50 años de su muerte 1940-1990. Reseña biográfica por el Pbro. Rubén Irurueta y selección de documentos pastorales. Salto, 1990.
- Lellis Rodríguez, Apuntes Biográficos del Clero Secular en el Uruguay, Facultad de Teología del Uruguay “Mons. Mariano Soler”, Observatorio del Sur, Montevideo, 2006.