El test ácido (también denominado como prueba ácida, prueba de ácido o liquidez seca) es uno de los índices de liquidez frecuentemente usado como indicador de la solvencia de la empresa a corto plazo o capacidad de la empresa para hacer frente a sus obligaciones corrientes.

Un primer índice extendido de la liquidez de la empresa es la denominada razón corriente (ratio de liquidez) que compara el activo corriente (circulante) con el pasivo corriente que son las partidas de más corto plazo del balance..

El test ácido va más allá y trata de ser más preciso y no cuenta las existencias dentro de los activos líquidos, en tanto en cuanto por su naturaleza tienen una menor liquidez y su liquidación de forma apresurada puede conllevar pérdidas cuantiosas. Computa los saldos de efectivo, sus cuentas por cobrar, sus inversiones temporales y algún otro activo de fácil liquidación, sin tocar los inventarios.[1][2][3]

Para el caso de las empresas de servicios, donde los inventarios son bastante reducidos, los valores numéricos de la prueba ácida y de la razón corriente son prácticamente iguales.

Expresión matemática

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Matemáticamente, se formula de la siguiente manera:


 

En la medida que los componentes del activo corriente son existencias, cuentas a cobrar (realizable) y disponible, se puede reescribir:


 

Véase también

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Referencias

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  1. Indicadores financieros [1] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  2. Tanaka Nakasone, Gustavo (2005). Análisis de estados financieros para la toma de decisiones. Pontificia Universidad Católica del Perú. ISBN 9972-42-403-0. Consultado el 8 de octubre de 2022. 
  3. Arroyo, Antonio M.; Prat, Margarita (2003). Dirección financiera. Deusto. pp. 258-259. ISBN 84-234-2054-X.