Tabancura (del mapudungún: Tabun Kura ‘Terreno pedregoso’) es un barrio de la comuna de Vitacura, ubicado en el sector nororiente de Santiago de Chile.

Tabancura
Tabuncura
Barrio

Clínica Tabancura, 2004
Coordenadas 33°22′54″S 70°32′08″O / -33.38176389, -70.53553056
Entidad Barrio
 • País Chile
 • Región Metropolitana de Santiago
 • Provincia Santiago
 • Comuna Vitacura

Toponimia

editar

Viene del mapudungún Tabun: terreno accidentado y cura: piedras de bajo de río. Seguramente hace referencia a que el lecho del río Mapocho al entrar al valle de Santiago hace un meandro entre los Cerros Alvarado y Calán, dejando muchos bolones, una piedra redondeada, clásica en los cursos de agua rápidos de Chile.

Historia

editar

Desde el Período agroalfarero temprano se encuentran restos en esta zona.La relevancia de estos hallazgos, radica en que modifican notoriamente, la visión de un patrón de asentamiento con una orientación eminentemente costera para la Tradición Bato; y confirman un patrón para las prácticas mortuorias de la Tradición Bato,[1]​ que se diferencia claramente de las del Complejo Llolleo.[2][3][4]

De este período también se encontraron túmulos rocosos o “casas de piedra”, en el borde e interior precordillerano, como en la Dehesa y El Arrayán de la cuenca del Mapocho, o Estero Cabeza de León o El Manzano, en el Cajón del Maipo. Carlos Fuenzalida, director de Protege, refiere que en la Quebrada de Ramón se han encontrado palos quemados en roca, un sitio arqueológico que podría corresponder a un lugar ritual, incluso en la cumbre del cerro de Ramón se han descubierto cerámicas que son claramente utensilios de los habitantes de estas zona.[5]​ Tras la invasión inca de 1426 establecieron un camino de las minas que es el actual eje Providencia-Apoquindo-Las Condes-Camino Farellones .Como resultado de la expansión inca, el cacique Huara Huara (del mapudungun: Huara ‘Estrellas en plural’) se establece en la orilla sur del río Mapocho, en lo que hoy en día son las zonas de Apoquindo, Vitacura y Lo Barnechea. Bajo el mando de Huara-Huara, estaba el toqui Butacura que era el comandante del ejército. Su vicetoqui era Polobanda. Huara Huara y Polobanda tienen calles en su honor en la comuna de Las Condes. Butacura (del mapudungún: buta kura ‘piedra grande’) dio su nombre a la comuna de Vitacura. Cuando Inés de Suárez, la mujer que venía con Pedro de Valdivia, ordenó degollar al inca Quilicanta y a siete mitimaes prisioneros, para amedrentar a Michimalonco, el toqui que estaba atacando e incendiando Santiago para rescatar a los caciques, el 11 de septiembre de 1541, no quedó claro si mató al cacique Apoquindo o al cacique del poblado de Apoquindo. No hay registros de un cacique llamado Apoquindo en los distintos relatos. El cacique de esta zona se llamaba Picuncahue y su caserío estaba en lo que es actualmente la Clínica Las Condes en la actualidad.[6][7]

La fundación de Santiago fue el primer acto de usurpación legal de tierras mapuche, el que fue acompañado por el despojo de los Lof Mapu de los indios Huaicoches (del mapudungún: waykoche ‘Gente que vive en zona de huaicos) que tenían sus posesiones en las tierras ubicadas en las riberas del Río Mapocho, las que se comenzaron a denominar La Dehesa del Rey. Los huaicoches después del desalojo, fueron llevados a Tango, luego los trasladados a Peñalolén y finalmente se los incorporó al pueblo de indios de Apoquindo. Entre estos pequeños poblados se encontraban Picuncahue, Lo Fontecilla, Tabancura que pasó a llamarse Las Mercedes, Mollecura, Vitacura, Tobalaba.[8]​ y por supuesto Apoquindo, donde hoy está Los Domínicos, hasta la Avenida Vital Apoquindo donde está la quebrada.

Al oriente de Santiago había una acequia construida durante la cultura Aconcagua por los mitimaes y el poblado de Apoquindo que se prolongó hasta la nueva ciudad. Cuando el Gobernador ordenó recorrer los poblados cordilleranos que se divisaban desde el cerro Huelén se encontraron varios poblados con rucas de quincha, empalizada embarrada y techo de totora que no sobrepasaban las treinta, cercanas a vertientes (Baños de Apoquindo|Vital Apoquindo) y en medio del tupido y frondoso bosque nativo formado por quillayes, peumos, lumas, pataguas, robles y canelos.

A la llegada de los españoles estas tierras pertenecían al cacique del sector Apoquindo llamado Picuncahue y en ella había gran población indígena. Pedro de Valdivia estableció una encomienda a favor de Inés de Suárez en las posesiones de Apoquindo, de acuerdo a los siguientes términos:

"El Cacique de Apoquindo con todos sus principales e indios sujetos que tienen su asiento en el Valle del Mapocho".
Pedro de Valdivia

Inés de Suárez contrajo matrimonio con Rodrigo de Quiroga, quedando para los descendientes de él, ya que no tuvieron hijos. En el siglo XVIII perteneció a Don Antonio Chacón y Quiroga y luego a su hija Constanza quedando vacante a su muerte en 1717, posteriormente concedida a Don Francisco Antonio Avaria y después dividido en chacras, Apoquindo tocó a Don Juan Bautista Pastene.

Siglo XX

editar

En el sector de Tabancura se encontraba la chacra Esperanza, propiedad de Ruperto Bahamondes. Un gran impulso al desarrollo inmobiliario del sector vino entre los años 1969 y 1970, cuando Luis Alberto Fernández Larraín y socios compraron y lotearon la mencionada chacra, vendiendo una parte de esta para la construcción del Colegio Tabancura. Con el pasar de los años, el antiguo campo se iría urbanizando alrededor del colegio.

Actualidad

editar

La vida comercial y residencial bulle en el eje conformado por las avenidas Kennedy y Tabancura. En sus cercanías existen importantes centros hospitalarios como la clínica Las Condes y la clínica Tabancura.Importantes centros médicos existen arededor de ellos. Restaurantes famosos existen allí como los Correa o el Tip y Tap.[9]​ Como ejes paralelos a la avenida Kennedy existen la Avenida Las Hualtatas y la Avenida Vitacura. En las cercanías de esta con la avenida Vitacura existe la mayor profusión de pubs de Santiago de Chile.[10]

Véase también

editar

Referencias y notas de pie

editar
  1. Los grupos Llolleo ocuparon la región central de Chile, entre el río Aconcagua y el río Cachapoal. Esta es una región de clima templado y con una gradiente que en cerca de 100 km, va desde el nivel del mar a más de los 6000 m de altitud en la Cordillera de los Andes. Pese a que la caza y la recolección comenzaron siendo vitales para las poblaciones Llolleo, la horticultura de productos como el maíz o la quinua fue adquiriendo mayor importancia, con lo cual habrían dado paso a una sociedad relativamente más sedentaria y compleja. Se sabe que practicaban la molienda de granos y se supone que disponían de guanacos amansados. En la costa es común encontrar asentamientos Llolleo de mariscadores, pescadores y cazadores de mamíferos marinos.No hay evidencias claras de jerarquías dentro de la sociedad. No obstante, la presencia de cráneos con deformaciones intencionales podría indicar la existencia de un marcador o diferenciador de estatus social. El poder debió radicar en los jefes de familias, los cuales pueden haber formado ciertas alianzas con sus vecinos más cercanos.Es muy común encontrar pipas de cerámica o de piedra en sitios de estos grupos, lo que permite pensar en el uso de sustancias alucinógenas como parte de los rituales de esta sociedad. De hecho, se han encontrado sitios arqueológicos que podrían corresponder a lugares ceremoniales donde se reunía una gran cantidad de personas y en donde el uso de las pipas jugó un rol central, a juzgar por la gran cantidad de estos implementos encontrados en esos lugares. Enterraban a sus muertos bajo el piso de sus viviendas, formando en algunos casos pequeños cementerios. El ajuar funerario consistía en adornos corporales, piedras horadadas, instrumentos de molienda y recipientes de cerámica, en su mayoría fracturados o perforados intencionalmente. Los niños eran enterrados en vasijas de cerámica, a manera de urnas, para lo cual se utilizaban grandes ollas o contenedores de agua. Patrón de Asentamiento Algunos sitios habitacionales alcanzan dimensiones relativamente grandes, d onde habitaban varias familias. Sin embargo no constituían aldeas propiamente tales, ya que cada familia se ubicaba a cierta distancia de sus vecinos y existían muchos lugares donde se asentaba únicamente una familia. Los asentamientos se distribuían cerca de las áreas de cultivo, sin que existieran jerarquías entre ellos.
  2. Poco se sabe sobre el origen de Llolleo, aunque comparte una serie de características culturales con la mayor parte de los grupos horticultores y alfareros del Cono Sur de América. Esto hace suponer que todos formaron parte de un gran movimiento cultural ocurrido alrededor del inicio de nuestra era. Los Llolleo compartieron los valles de Chile Central con las poblaciones Bato, con quienes debieron haber tenido contactos expresados en marcadas similitudes en su acervo cultural. En la cordillera interactuaron con cazadores- recolectores continuadores de la tradición Arcaica, con los cuales mantuvieron intercambios de bienes. Hacia 900 d.C., la irrupción de la cultura Aconcagua terminó abruptamente con la historia Llolleo.
  3. La cerámica de estos grupos alcanzó una gran calidad en sus técnicas. Destacan las ollas monocromas con incisos en el cuello y la botellas modeladas con representaciones zoomorfas, fitomorfas y antropomorfas. Son notables los rostros representados con ojos tipo "grano de café", además de nariz y cejas continuas. Una de las formas más comunes que aparecen en la cultura Llolleo es el llamado "jarro pato" y el uso del "borde reforzado", dos elementos que indican una fuerte vinculación con la zona sur de Chile, especialmente con la cultura Pitrén.
  4. Prácticas mortuorias de Agroalfarero temprano
  5. Encuentran restos de mastodonte a 20 minutos de Santiago Archivado el 28 de agosto de 2007 en Wayback Machine.
  6. León Echaiz:1972:8
  7. En el caso de Apoquindo, dependían de los Logko Picuncahue, con su Lof en el sector de Lo Fontecilla, Tabuncura en el sector - de Las Mercedes y Mayecura.
  8. Thopalahue (Tobalahua o Tobalahue), que quiere decir Lugar de las flores coloridas. Por lo tanto, el camino por el cual se podía acceder a dicho lugar se denominó “Camino de Tobalaba”. Al inicio del camino, en lo que hoy es la comuna de La Reina, estaba la Chacra de Tobalaba, que perteneció a Agueda Flores, abuela de Catalina de los Ríos y Lísperguer, La Quintrala
  9. Tip y Tap (Las Condes Homecenter)
  10. Pubs de Vitacura
Bibliografía

{{#coordinates:}}: no puede tener más de una etiqueta principal por página