Sancho Fernández de Tejada

Figura histórica y al mismo tiempo legendaria, fundador del linaje de Tejada. Noble, general de Ramiro I en la Batalla de Clavijo. Reconquistó a los musulmanes desde Clavijo hasta la frontera con el Reino de Aragón.

Sancho Fernández de Tejada (La Rioja, siglo IX), figura histórica y al mismo tiempo legendaria que encarna el fundador epónimo del linaje de Tejada, héroe de la Reconquista[aclaración requerida]. Noble, lugarteniente del rey Ramiro I en la batalla de Clavijo, el 23 de mayo del año 844.[1]​ Sancho, sus trece hijos, más doce caballeros gallegos obtuvieron una gran victoria que liberó a los cristianos de pagar el tributo de las cien doncellas.

Sancho Fernández de Tejada
Información personal
Apodo Don Sancho de Texada
Nacimiento siglo IX
La Rioja, Reino de Castilla
Información profesional
Ocupación Militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Lealtad Reino de Asturias
Ramiro I de Asturias
Rango militar General
Conflictos
Título Junto al señor Santiago, Patrón de las Españas, se encuentran don Ramiro I ( rey de Asturias y de León), don Luis de Osorio (su Alférez Mayor y antecesor de los marqueses de Astorga) y don Sancho Fernández de Tejada (en recuadro).

Biografía

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Familia y orígenes

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Cuenta la tradición que en el año 642, el Conde Don Gonzalo, Señor de los Rucones se casó con Sancha, princesa goda, hija de Suintila y hermana de Chindasvinto. El hijo de ambos, Tello, según documentos guardados en el monasterio de San Millan llevó la frontera con los moros más allá de la ciudad de Oca. Su hija se casó con el Duque de Cantabria, Don Fruela, hermano del Rey Don Alfonso I, “El Católico”, que gobernó el reino de Asturias y Galicia entre 739 y el 757. Fueron padres de Ruy Floraz, Conde de Lantarón. Su nieto, Fernán Díaz contrajo nupcias con Doña Ximena, hija del Conde de la Bureba, padre y madre de Don Sancho, fundador de la Villa y Solar de Tejada.

No se da fecha ni lugar de nacimiento, pero se le atribuye el matrimonio con María Onúñez Gundimara, de la Casa de Toral, madre de sus trece hijos.[2]

Por su heroísmo, se le dio por apellido Tejada, en recuerdo de la rama de tejo que utilizó cuando se le quebró su lanza en plena batalla.

No existe una fecha o datos ciertos y concretos de su matrimonio, pero se le atribuye haber estado casado con María Onúñez Gundimara, de la Casa de Toral, quien fuera la madre de sus trece hijos:

  1. Diego de Tejada
  2. Fernando de Tejada
  3. García de Tejada
  4. Gome de Tejada
  5. Gonzalo de Tejada
  6. Iván de Tejada
  7. Íñigo de Tejada
  8. Jimeno Sáenz de Tejada, padre de Fortún Jiménez de Tejada, que sigue la línea.
  9. Lope de Tejada
  10. Martín de Tejada, padre de Diego, Gonzalo, Martín, Rodrigo y Sancho de Tejada.
  11. Ramiro de Tejada
  12. Rodrigo de Tejada
  13. Sancho de Tejada
 
Francisco de Paula Van Halen, Batalla de Clavijo.

Muchos debieron ser los méritos de Sancho, ya que en la Historia antigua de España casi no hay ningún acontecimiento que se magnifique tanto y tenga tanta trascendencia como la Batalla de Clavijo y en ella tiene un papel muy destacado, según las palabras de su propio Rey.

La batalla tendría su origen en la negativa de Ramiro I de Asturias a seguir pagando tributos a los emires árabes, con especial incidencia en el tributo de las cien doncellas. Por ello las tropas cristianas de Ramiro I, capitaneadas por Sancho, irían en busca de los musulmanes, con Abderramán II al mando, pero al llegar a Nájera y Albelda se verían rodeados por un numeroso ejército árabe formado por tropas de la península y por levas provenientes de la zona que correspondería actualmente con Marruecos, teniendo los cristianos que refugiarse en el castillo de Clavijo en Monte Laturce.

Las crónicas cuentan que Ramiro I tuvo un sueño en el que aparecía el Apóstol Santiago, asegurando su presencia en la batalla, seguida de la victoria. De acuerdo con aquella leyenda, al día siguiente, el 23 de mayo del año 844, los ejércitos de Ramiro I, animados por la presencia del Apóstol montado en un corcel blanco y capitaneados por Sancho, se enfrentaron al ejército árabe. Sancho, sus Trece Hijos, sus Caballeros Galicianos y los hombres del Rey Ramiro obtienen una victoria enorme que libera a los cristianos de pagar el tributo de las cien doncellas “cincuenta nobles para tratar casamiento con ellas y las otras cincuenta para mancebas”.

El Rey le da por nombre "el de Tejada", en recuerdo de la rama de un Tejo que utilizó como arma cuando se rompió su lanza en el combate y que blandía valientemente arengando a sus tropas en un último esfuerzo.

Sus características míticas (la intervención milagrosa del apóstol Santiago), su condición de justificación del Voto de Santiago, y la revisión que desde el siglo XVIII supuso la crítica historiográfica de Juan Francisco Masdeu, la han hecho ser considerada en la actualidad más bien una batalla legendaria, cuya inclusión en las crónicas se debería al arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, y que incluiría, mezclándolos y mitificándolos, datos de otras batallas de diferentes momentos y localizaciones,[3]​ aunque es, a grandes rasgos, la mitificación de la segunda batalla de Albelda.[4]

Tras la batalla

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Escudo de Armas del Señorío de Tejada.
 
Castillo de Clavijo.

El Rey Ramiro quiso honrar a Sancho por su gesta mediante una serie de privilegios:[5]

  • Le nombró Alcaide de los fuertes de Viguera y Clavijo, que junto a la inmensa fortaleza natural de los Cameros, permitió en los valles y llanuras de la Rioja vivir en paz y prosperar.
  • Le hizo señor de los Montes Cadines (que son hoy los de Tejada). En estos montes edificó su casa, la entonces llamada Casa Cadina, ahora convertida en casa Tejada.
  • Le concedió la nobleza transmisible por línea de varón y de mujer a toda su descendencia. Sus descendientes —“señoras y señores hijosdalgo diviseros”— se inscriben en los registros de los Solares de Tejada y Valdeosera, considerados como corporaciones nobiliarias de las más antiguas de España, pues su documentación histórica comprobada se remonta a 1460. En ella hombres y mujeres son iguales y libres. Son dueños y Señores de sus tierras hasta el fin de los tiempos, el Rey, así lo reconoce y respalda. Además les concede un símbolo, un escudo, que representa esta Historia para que no se olvide y sirva de ejemplo permanente. Buena prueba de ello es su confirmación y reconocimiento por todos los Reyes de España y Jefes de Estado que se han sucedido hasta la actualidad, superando incluso momentos históricos de profunda persecución contra estas distinciones nobiliarias y de ahí logrando mantener su naturaleza jurídica y que no resultaran afectados sus Privilegios y distinciones ni por las Leyes Desvinculadoras ni las Disposiciones de uno y otro Gobierno.
  • Encomendó a Sancho y sus hijos mantener libres, seguros y transitables los caminos —también a Santiago de Compostela—, fundando la primera Orden de sus caballeros, tal y como se recoge en la Carta de Confirmación de Privilegios, Gracias y Mercedes otorgada por los Reyes Católicos al Solar de Tejada, firmada el 8 de julio de 1491 en la Vega de Granada.

Más en adelante, Sancho consigue arrebatar a los moros todas las tierras hasta el Reino de Aragón y las puso a los pies de su Rey y Señor, quién en gratificación de sus servicios le dio una villa en tierra de León. El católico Rey le dio otra montaña llamada Valdeosera, llamada así por los muchos osos que allí había. En esta montaña edificó trece casas, y a ellas envió a los Doce Caballeros y a su hijo menor llamado Sancho, como el padre. De esta forma hizo a los doce Caballeros y a su hijo Sancho Señores de ella.

El general Sancho se quedó en el Solar de Tejada junto a cinco de sus hijos, llamados: Fernando, Mateo, Martín, Andrés, Lope, Pedro y Gonzalo.

El señorío de Tejada siguió ejerciendo eficientemente la labor de protección de los caminos encomendada por el rey Ramiro. Cien años más tarde Gotescalco, Obispo de Puy, recorre esta ruta, se desplaza a Clavijo y se detiene en el Monasterio de San Martín de Albelda, -lugar donde entonces ya reposan los restos de la esposa de Sancho, Doña María, protectora, junto a su marido Don Sancho, del Monasterio, como también lo fueron del de San Millan. Encarga una copia del libro de San Ildefonso de Toledo sobre la Virginidad de Maria, el Códice Albeldense de Gomesano, que recoge un año más tarde a su vuelta de Santiago de Compostela. Los hombres de Tejada protegieron su peregrinar.

Véase también

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Referencias

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  1. Martínez Díez, Gonzalo (2005). El Condado de Castilla (711-1038): la historia frente a la leyenda I. 2 volúmenes. Valladolid. p. 143. ISBN 84-9718-276-6. «Refiriéndose a la batalla de Albelda, el historiador Martínez Diez dice 'Esta sería la única, auténtica e histórica batalla de Albelda, la que dio lugar más tarde a la legendaria batalla de Clavijo con aparición del apóstol Santiago y otros episodios maravillosos'.» 
  2. Jesús Luis Martínez-Corbalán Fernández. «Sancho de Tejada». Real Academia de Historia. p. 1. Consultado el 18 de noviembre de 2019. 
  3. Batalla de Clavijo Archivado el 16 de febrero de 2020 en Wayback Machine. en Enciclopedia Libre Universal en Español. Cita como fuentes Juan Francisco Masdeu.-Historia Crítica de España; Valladares Seminario Erudito; Don Francisco Rodríguez de Ledesma Diploma de Ramiro I, Madrid, 1805; y Memoria de la Academia de la Historia, Tomo 4.º.
  4. J.J. Sayas Abengochea y L.A. García Moreno, 1981, Historia de España dirigida por Manuel Tuñón de Lara II. Romanismo y Germanismo: el despertar de los pueblos hispánicos. Labor, Madrid.
  5. Don Juan de la Torre y Merino de Tejada. «Reales Cartas de Privilegio y Confirmación de los Señores de la Casa y Solar de Tejada desde Don Enrique IV de Castilla y León, en 1460, hasta S. M. el Rey Don Juan Carlos I, en 1981». Consultado el 18 de noviembre de 2019. 

Bibliografía

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Enlaces externos

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