Salud reproductiva en el Perú
La salud sexual y reproductiva en el Perú es un punto importante en la agenda del país que ha tomado relevancia durante las últimas décadas. A lo largo de los años, el país ha implementado diversas políticas y programas para abordar los desafíos en esta área, con el objetivo de mejorar el acceso a servicios de salud. Sin embargo, el camino no ha sido sencillo y ha estado marcado por controversias y desigualdades.
Políticas y programas de salud reproductiva
editarDesde el gobierno peruano se han propuesto diversas políticas direccionadas a la salud sexual y reproductiva.
Política Nacional de Población
editarEn 1985 se promulgó por primera vez en el Perú la Política Nacional de Población. Con ello, entre 1986 y 1987, a través del Instituto Peruano de Seguridad Social y del Ministerio de Salud se implementaron servicios de planificación familiar. Aquello tuvo por objetivo planificar y ejecutar las acciones del Estado relativas al volumen, estructura, dinámica y distribución de la población en el territorio nacional.[1]
Programa Nacional de Población
editarEn 1991, Alberto Fujimori declaró ese año como el 'Año de la Austeridad y la Planificación Familiar', lo que significó que las políticas del gobierno se enfocaran en promover la austeridad económica y en implementar medidas de control y planificación familiar. Es así que se aprobó el Programa Nacional de Población que tenía como objetivo disminuir la tasa de fecundidad y con ello alcanzar los niveles de desarrollo esperados. Más adelante, el gobierno implementó un marco normativo que parecía estar orientado a facilitar las metas de sus planes de "planificación familiar". En este contexto, en 1992 se aprobó la Resolución Ministerial N.º 0738-92-SA, que legalizó la esterilización como método anticonceptivo. Para finales de la década, la Defensoría del Pueblo recibió más de 90 denuncias relacionadas principalmente a la falta de información y consentimientos informados, así como la carencia de evaluaciones médicas previas y post-operatorias.[2]
Programa Nacional de Planificación Familia
editarEn el periodo del 2000 al 2004, durante el mandato de Alejandro Toledo se llevó a cabo el Programa Nacional de Planificación Familiar como un servicio de salud en el ámbito materno-infantil, es así que el ámbito de salud sexual peridió relevancia política y presupuestal. Este plan aumentó levemente el uso de anticonceptivos, más no el uso de métodos modernos. Aquello conllevó a un retroceso en la ejecución de derechos reproductivos y sexuales.[3]
Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva
editarDel 2004 hacia adelante,[1]el Ministerio de Salud ha implementado la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, una política que se centra principalmente en el reconocimiento del cuidado de la salud reproductiva como derecho de las personas, la cual considera la decisión de hombres y mujeres sobre si tener hijos o no, la garantización de partos seguros y la disminución de enfermedades de transmisión sexual.[4]La política es implementada por el Estado Peruano en cooperación con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), organismo que trabaja por los derechos y la libertad de decisión de todas las personas.[5]
Desafíos al acceso de la salud reproductiva y sexual
editarA pesar de los avances respecto a la salud reproductiva y sexual como la implementación de políticas nacionales, esta aún presenta desafíos. Las limitaciones geográficas agravan esta situación, especialmente en áreas rurales y remotas donde los servicios de salud son escasos o inexistentes. Estas barreras impiden que muchas personas reciban la atención y la información necesarias para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva, perpetuando ciclos de pobreza y mala salud. Además, la falta de educación sexual integral es uno de los principales obstáculos, ya que limita el conocimiento de las personas sobre prácticas seguras, métodos anticonceptivos y prevención de enfermedades de transmisión sexual. [6]
Falta de educación sexual
editarLa educación sexual en el Perú ha sido limitada y desigual, afectando el conocimiento y la toma de decisiones informadas entre los jóvenes. Si bien los esfuerzos por implementar políticas y programas de planificación familiar se remontan a la década de 1980, fue recién en el 2008 el año en el que implementaron los “Lineamientos Educativos y Orientaciones Pedagógicas para la Educación Sexual Integral”[7], una estrategia del Ministerio de Educación para garantizar aprendizaje pertinentes respecto a la educación sexual en los salones de clase. No obstante, la limitación al acceso a este tipo de información es limitada por tabúes, creencias o estigmas, lo que posteriormente repercute en la salud sexual de los niños, niñas y adolescentes.[8]
Limitaciones geográficas
editarLas limitaciones geográficas juegan un papel crucial en el acceso desigual a los servicios de salud sexual y reproductiva, afectando especialmente a las poblaciones rurales y marginadas. La centralización en el Perú afecta negativamente al acceso a la sevicios de salud sexual, ya que concentra los recursos y decisiones en las principales ciudades[9], dejando a las zonas remotas con servicios y programas insuficientes o precarios.
En los pueblos indígenas como los Awajun o los Wampis, las mujeres controlan su fertilidad mediante el uso de plantas como el ajeq o jengibre, la sangre de grado (croton lechleri), y el piripiri (carex spp). Aquello conlleva a la ausencia de la menstruación o a la infertilidad reversible. Los anticonceptivos modernos también son usados dentro de estos grupos por su distribución gratuita, como el preservativo (método de barrera) y la ampolla (anticonceptivo subdérmico hormonal). Para la efectividad de la ampolla es necesario un control rutinario, sin embargo, hay mujeres que fallan en sus citas porque tienen que ir a trabajar en las chacras. Es así que este procedimiento debe ser reprogramado, caso que ocurre con frecuencia.[10]
Este desequilibrio en cuanto a recursos agrava la desigualdad, limitando los avances en la implementación de políticas de salud reproductiva, lo que perpetúa altos índices de embarazos no deseados, mortalidad materna y enfermedades de transmisión sexual en sectores vulnerables.
Referencias
editar- ↑ a b Aramburú, Carlos E. (14 de junio de 2014). «Idas y vueltas: los programas de planificación familiar en el Perú». Revista Latinoamericana de Población 8 (14): 81-103. ISSN 2393-6401. doi:10.31406/relap2014.v8.i1.n14.4. Consultado el 25 de mayo de 2024.
- ↑ Mantilla. (2014). El caso de las esterilizaciones forzadas en el Perú como una violación de los derechos humanos. IUS ET VERITAS.
- ↑ Coe, A. B. (2004). De antinatalista a ultraconservadora: restringiendo la opción reproductiva en el Perú. Aborto: perspectivas globales, 12(24), 55.
- ↑ Biblioteca Central del Ministerio de Salud (2006). «Manual de orientación y consejería en la salud sexual y reproductiva». Ministerio de Salud. ISBN 9972-851-27-3.
- ↑ Fondo de Población de las Naciones Unidas (2022). «Brochure IX Programa de Pais UNFPA». UNFPA Perú.
- ↑ Manzano-Pauta, Diana; Jerves-Hermida, Elena (25 de junio de 2015). «Educación sexual: La asignatura pendiente». MASKANA 6 (1): 27-38. doi:10.18537/mskn.06.01.03. Consultado el 10 de julio de 2024.
- ↑ Rousseau, S. (2007). Las políticas de salud reproductiva en el Perú: reformas sociales y derechos ciudadanos. Revista estudos feministas, 15, 309-331
- ↑ Diaz Lostao, Micaela; Lazo Perez, Kiara; Noriega Bracesco, Rafaela (2022). Educación Sexual Integral: Estigmas y tabúes parentales. Consultado el 4 de septiembre de 2024.
- ↑ Leiva, Z. (2015). Políticas públicas de salud sexual y reproductiva en el Perú: el ingreso de la reglamentación del aborto terapéutico en la agenda política gubernamental. Politai.
- ↑ Fuller. (2009). Relaciones de Género en la Sociedad Awajún. En Care.
Bibliografía
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