Rhynchophorus ferrugineus

El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es una especie de coleóptero de la familia de los gorgojos,[1]​ originario del Asia tropical. Es un gorgojo de gran tamaño, entre dos y cinco centímetros. Su color rojizo ferruginoso lo hace inconfundible.

Rhynchophorus ferrugineus
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Coleoptera
Superfamilia: Curculionoidea
Familia: Curculionidae
Género: Rhynchophorus
Especie: R. ferrugineus
(Olivier, 1790)
Sinonimia
  • Curculio ferrugineus Olivier, 1790
  • Cordyle sexmaculatus Thunberg, 1797
  • Calandra ferruginea Fabricius, 1801
  • Rhynchophorus pascha v. papuanus Kirsch, 1877
  • Rhynchophorus indostanus Chevrolat, 1882
  • Rhynchophorus signaticollis Chevrolat, 1882
  • Rhynchophorus pascha v. cinctus Faust, 1893
  • Rhynchophorus ferrugineus v. seminiger Faust, 1895
  • Rhynchophorus signaticollis v. dimidiatus Faust, 1895

Introducción

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Las larvas perforan galerías de más de un metro de longitud en los troncos de las plantas que hospeda, comprometiendo la vida de estas y convirtiendo al R. ferrugineus en una plaga. Sus plantas hospedantes son fundamentalmente de la familia de las palmeras, como el Cocos nucifera (cocotero), Elaeis guineensis (palmera del aceite) y el género Phoenix, entre ellas Phoenix canariensis (palmera canaria) y Phoenix dactylifera (palmera datilera), aunque se han constatado ataques en otras especies incluyendo el palmito Chamaerops humilis.

Las plantas afectadas por la plaga sufren amarilleamiento y marchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte del pie afectado. El control de esta plaga es complicado y se utilizan diferentes técnicas preventivas o curativas, como último recurso se proceda a la eliminación de los pies afectados y los que se sospecha pudieran estarlo, para evitar la propagación del insecto.[2]

 
Frente de unRhynchophorus ferrugineus

Distribución

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El picudo rojo se ha extendido a numerosos países, de África, Europa y América, ajenos a su área de distribución natural debido al transporte antrópico. Es el escarabajo comestible más consumido del África subsahariana. Está afectando actualmente a todas las palmeras de las áreas más cercanas a la costa de los países del sur de Europa.

Propagación en España

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En España la plaga apareció por vez primera en 1994, en Almuñécar. Tanto aquella vez como en las posteriores introducciones en diversos puntos de Andalucía oriental, Murcia y la Comunidad Valenciana, ha llegado a través de palmeras infectadas procedentes de Egipto u otros países del norte de África. La especie es originaria del sureste asiático.

En 2004 hubo un número inesperado de casos de picudo rojo en el colegio Ntra. Sra. de la Consolación, Murcia. Debido a ello, varias palmeras tuvieron que ser taladas para el descontento de alumnos y profesores.[cita requerida]

En 2005 la plaga se detectó en el palmeral de Elche, considerado el mayor palmeral de Europa. En las islas Canarias amenaza Phoenix canariensis (palmera canaria), joya del archipiélago que podría verse en peligro si la plaga sigue avanzando.

En verano de 2011, la plaga afectó a la ciudad de Jerez de la Frontera, afectando más de doscientas palmeras; la Junta de Andalucía colaboró con la ciudad para buscar medidas urgentes contra este insecto.

En Córdoba capital y provincia se están dando numerosos casos de palmeras afectadas por este insecto y en 2013 la empresa cordobesa Fertinyect publicó un remedio a partir de una patente de la Universidad de Córdoba, con inyecciones en el tronco de fitosanitarios cien por cien efectivas.[3]​ A este ejemplo, en 2014, se suma otro locus del coleóptero en Badajoz, teniendo que tomar medidas el Gobierno Local, no dejando plantar palmeras hasta el año 2017.[4]

La plaga también ha afectado al Parque de Málaga, donde dieciséis palmeras centenarias fueron declaradas muertas[5]​ en marzo de 2014, perdiendo la linealidad del parque. El insecto también afecta a otra buena cantidad de palmeras en el mismo recinto.

En 2014 también se detectó su presencia en la comarca catalana de la Ribera de Ebro.[6]

En 2021 se detectó un caso de picudo rojo en el Centro Oncológico de Galicia en La Coruña, que terminó con la tala de una palmera centenaria.[7]

En 2022 una plaga afectó a una amplia mayoría de palmeras del ayuntamiento de Cambados obligando a su talado.[8]

Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto.[9]

Propagación en Uruguay

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En julio de 2022, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca emitió una alerta fitosanitaria debido a la detección de R. ferrugineus a través de la Dirección General de Servicios Agrícolas.[10]​ La presencia de este insecto es única en América del Sur y se desconoce su llegada a Uruguay.[11]

En julio de 2022 el insecto había sido detectado en cuatro departamentos: Canelones, Florida, San José y Montevideo. A agosto de 2023, se estima que el picudo rojo ha afectado a más de diez mil ejemplares.[12]

El picudo rojo ha llegado a infestar en Uruguay a palmeras canarias (Phoenix canariensis),[10]​ palmeras Washingtonias (robusta y filífera) y algunas pocas palmeras Pindó (Syagrus romanzoffiana), si bien se han evidenciado algunas muertes de Butia capitata en sitios de ataque de otras especies, el Ministerio aún no ha podido llegar a la conclusión de que el picudo rojo haya sido el agente que la haya matado. Hasta la fecha (agosto 2023) el Ministerio aún no ha decretado ningún protocolo de acción para proteger a los palmares de Rocha, pudiendo afectar a palmeras nativas de Uruguay del género Butia[13]​ y a otras distribuidas a lo largo del territorio, como aquellas del los géneros Trithrinax. La cantidad de palmeras afectadas no se pudo estimar con exactitud hasta la fecha, pero se cree que superan las diez mil.[14]

Ciclo biológico

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La vida media de este coleóptero, en el estado adulto, oscila entre cuarenta y cinco y noventa días, según las condiciones de su entorno: clima, alimentación, etc. Desde que eclosiona el huevo hasta su muerte tiene una vida media de entre ciento treinta y doscientos días.

El picudo rojo completa su ciclo biológico dentro del mismo hospedador, sin necesidad de cambiar de palmera hasta que esta ha sido destruida en su totalidad, es decir, hasta que el animal se queda sin alimento suficiente para la cría de la nueva estirpe o para el crecimiento del individuo. El imago o individuo adulto manifiesta una intensa actividad diurna; es entonces cuando sale en busca de nuevos ejemplares de palmera para infectarlas y depositar huevos. Las palmeras afectadas por este insecto suelen ser la palmera datilera (Phoenix dactylifera), la palmera canaria (Phoenix canariensis), el cocotero (Cocos nucifera) y la palmera de Guinea (Elaeis guineensis). En el plazo de un año este escarabajo es capaz de completar hasta tres ciclos biológicos.

Ovoposición

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Tras la fecundación, la hembra adulta deposita entre trescientos y quinientos huevos de forma aislada, a través de orificios producidos por ellas mismas en la búsqueda de alimento o bien aprovechando las hendiduras o heridas de la propia palmera. Estos gorgojos son sensibles a las cairomonas que desprenden las palmeras como resultado de heridas o podas sin tratar, por lo que no les resulta muy difícil encontrar nuevos hospedadores. La puesta se produce en los tallos terminales de la planta y en el tejido blando de las bases de las hojas. En la ovoposición, las hembras doblan los tarsos hacia arriba y se anclan al tejido con las espinas de las tibias apoyándose en el tercer par de patas hasta poner en contacto el ovipositor con el sustrato. Después los huevos quedan protegidos y fijados con una secreción producida por las hembras. Según M. M. Martín y T. Cabello, las hembras producen una puesta media de doscientos once huevos, de los cuales un 78,02% eclosiona en un periodo de 3,35 ± 0,27 días, dando lugar a larvas ápodas. El huevo, de color blanquecino, cilíndrico, brillante, tiene forma ovalada y mide de 1 a 2,5 mm. En la parte posterior de dichos huevos hay unas estructuras llamadas opérculos.

Larvas

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Larva de Rhynchophorus ferrugineus
 
Capullo
 
Pupa

Las larvas neonatas son de color amarillo blanquecino, segmentadas, ápodas (sin patas), y presentan una gran cápsula cefálica quitinosa, de color más pardo que el resto del cuerpo. Constan de unas potentes mandíbulas cónicas horizontales, con las que excavan galerías desde las axilas de las hojas hasta la corona, en cuyo interior se alimentan vorazmente. Estos insectos permanecen en el estadio larval una media de 95,53 ± 1,63 días, teniendo en cuenta los resultados de la investigación, pero puede variar ya que esta fase está muy influenciada por la temperatura. Durante el transcurso de este periodo, las larvas experimentan un crecimiento considerable, ya que pasan de medir apenas dos milímetros a los cinco centímetros. La tonalidad del cuerpo también cambia un poco, pasa de tener un color blanquecino brillante a un blanco amarillento opaco. Una vez completado el desarrollo larvario, construyen un capullo con fibras extraídas de las galerías de la palmera, en cuyo interior sufren una metamorfosis completa y pasan al siguiente estadio. Los capullos tienen una longitud de 4 a 6 cm y se localizan en la base de los árboles.

La pupa, de color rojo–marrón oscuro, se forma dentro del capullo formado por fibras de la palmera. En ese estado, el picudo sufre una metamorfosis, un último cambio antes de alcanzar el estadio adulto. Esta fase puede durar entre quince y treinta días. Este valor es similar a los 27,83 ± 3,13 días señalado por M. M. Martín y T. Cabello, pero hay que tener en cuenta una vez más que estos periodos están determinados por la temperatura. Una vez terminado el periodo de pupación, el adulto puede permanecer unos cuantos días más dentro de ese capullo fibroso.

Adulto

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El insecto adulto se desplaza caminando y volando, siendo capaz de alcanzar grandes distancias. No obstante, permanece en la palmera inicialmente atacada si todavía dispone de material vegetal para su alimentación. En caso contrario, y atraídos por los olores que desprenden las palmeras con heridas, colonizan ejemplares no infestados. De esta manera comienza un nuevo ciclo biológico, se producen más fecundaciones, otras ovoposiciones, eclosiones, etc. El macho se suele diferenciar de la hembra, no solo por su tamaño, que suele ser inferior, sino también porque en la parte superior del pico, junto a la boca, consta de una pequeña tira de pelos.

Remedios contra la plaga

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Hace más de diez[¿cuándo?] años que llegó esta plaga a España y la comunidad andaluza, la catalana y sobre todo la valenciana parece que están poniendo interés en estudiar soluciones para el problema, pero las pruebas de efectividad de los remedios se alargan mucho y aún no se ha encontrado una solución definitiva. El uso de parásitos para acabar con el picudo rojo demuestra su efectividad. Los expertos logran una alta mortalidad en la plaga que arrasa las palmeras del municipio de Murcia.

Hoy en día, siguiendo un protocolo adecuado y la unión de varios métodos, se logra reducir y recuperar por completo las palmeras afectadas, que no tengan la yema apical cortada por la larva. Con la utilización mediante endoterapia vegetal y aplicaciones foliares tipo ducha y constante seguimientos, se obtienen muy buenos resultados. Recientemente, se ha conseguido avanzar en el control de esta plaga mediante el uso de sensores sísmicos[15]​ para la detección temprana de las larvas dentro del estípite de la palmeras y su combinación con el uso de agentes biológicos inocuos para el entorno mediante el uso del hongo Beauveria bassiana[16][17]

Tratamientos de picudo rojo

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Para controlar eficazmente el picudo rojo, es fundamental implementar un programa de detección y tratamiento a lo largo de todo el año, con especial atención durante los meses cálidos (de mayo a septiembre), cuando la plaga puede proliferar más rápidamente. En áreas afectadas, las trampas de feromonas son útiles para detectar y monitorear la presencia de adultos, facilitando el seguimiento de la población.

Estudios recientes[¿cuál?] con sensores han demostrado que el picudo rojo no interrumpe su ciclo biológico durante el invierno, y las infestaciones persisten incluso en climas fríos. Además, cuando los síntomas foliares de infestación son visibles, es probable que el daño interno ya sea irreversible, limitando la efectividad de los tratamientos en esa etapa avanzada. Por eso, los tratamientos preventivos con insecticidas sistémicos, especialmente neonicotinoides, se destacan como los más efectivos, junto con aplicaciones de duchas foliares con insecticidas de contacto, que actúan directamente en áreas donde se hospedan adultos y larvas, reforzando la barrera protectora de la planta

Entre los métodos de tratamiento, destaca el sistema de endoterapia SOSPALM, que permite la instalación de una cánula fija en el estípite de la palmera para realizar dosificaciones de insecticidas de manera controlada y sin presurización. Este sistema reduce el riesgo de dañar los tejidos internos de la planta, ya que evita nuevas perforaciones en cada aplicación, asegurando una administración sostenida de los tratamientos. Su eficacia ha sido avalada por el Dr. Ing. Agr. José Manuel LLorens Climent[18]​, la Universidad Miguel Hernández de Elche en Alicante, España, y confirmada por el Instituto Volcani de Israel, lo que consolida su valor en la preservación de las palmeras.

Aunque los métodos preventivos biológicos, por ejemplo, el uso de enemigos naturales del picudo rojo (parásitos, patógenos, bacterias, hongos y nematodos) han sido probados, no han mostrado una eficacia significativa en áreas con alta presencia del picudo rojo. Lo ideal es aplicar tratamientos preventivos para que, en caso de infestación, las larvas encuentren niveles letales de insecticida activo en el tejido de la planta, limitando así la proliferación de la plaga desde sus primeras etapas.

Síntomas para detectar infección

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Normalmente la infección en las palmeras afectadas suele detectarse aproximadamente al año de su contagio. Es entonces cuando las señales de peligro se hacen más evidentes y cuando debemos aplicar el tratamiento contra el picudo rojo para poder salvarlas a tiempo. Algunos de los síntomas que presentan las palmeras afectadas sonː

  • Decaimiento de las hojas.
  • Se debilita el brote apical y el meristemo de la palmera.
  • Presencia de galerías excavadas en el punto de inserción de las hojas.
  • Aparecen capullos de dicho insecto.
  • Hojas sanas y verdes aparecen colgando, (como si se hubieran medio cortado).
  • Trozos de hojas oídos en la copa o hijuelos en forma de V.
  • Coloración atabacada de hojas centrales.
  • Hojas centrales con extremo retorcido.

Referencias

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  1. «Zipcodezoo». Rhynchophorus ferrugineus (en inglés). Consultado el 21 de marzo de 2012. 
  2. Ecologistas en acción: Picudo rojo. Archivado el 23 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. Consultado el 28 de septiembre de 2011
  3. «Una firma cordobesa diseña un plan para erradicar el picudo rojo». Cordopolis.ES. Cordopolis. 8 de junio de 2013. Consultado el 10 de junio de 2016. 
  4. Prohibido plantar palmeras hasta 2017 por el picudo rojo
  5. Comienza la sustitución de las palmeras muertas por el picudo rojo en el Parque
  6. El Ayuntamiento de Flix trata las palmeras contra el picudo rojo (L'Ajuntament de Flix tracta les palmeres contra el morrut roig). Web oficial del Ayuntamiento de Flix (Tarragona). En catalán. 14 de abril de 2015 (consultado 9 de marzo de 2017)
  7. «El Oncológico tala una palmera centenaria infectada por la plaga del picudo rojo». El Ideal Gallego. Consultado el 5 de agosto de 2023. 
  8. [https://www.lavozdegalicia.es/noticia/arousa/2023/03/07/picudo-aniquila-ano-palmeras-paseo-calzada/0003_202303A7C2991.htm El picudo aniquila en un año todas las palmeras del paseo de A Calzada, en Cambados ]
  9. «Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras.». Boletín Oficial del Estado. 
  10. a b «Alerta fitosanitaria: Picudo rojo de las palmeras». Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Consultado el 25 de agosto de 2023. 
  11. «Detectan presencia de picudo rojo en el departamento de San José». Montevideo Portal. Consultado el 9 de julio de 2022. 
  12. «Miles de palmeras muertas por el picudo rojo, ¿qué les pasó?». El Observador. 21 de agosto de 2023. Consultado el 25 de agosto de 2023. 
  13. «Francisco Bermejo: “Uruguay debe proteger los palmares de Rocha, son únicos en el mundo”». Radio Sarandí 690 AM. 14 de agosto de 2023. Consultado el 25 de agosto de 2023. 
  14. «Miles de palmeras muertas por el picudo rojo, ¿qué les pasó?». El Observador (Uruguay). 21 de agosto de 2023. Consultado el 21 de agosto de 2023. 
  15. «Seismic sensor-based management of the red palm weevil Rhynchophorus ferrugineus in date palm plantations - Zvi Mendel, Hillary Voet, Nimrod Modan, Ravid Naor, Dana Ment: 14 October 2023». 
  16. «Un hongo contra el picudo rojo». Un hongo contra el picudo rojo. ¡Ciencinante!. Consultado el 25 de febrero de 2013. 
  17. Güerri-Agulló, B., Gómez-Vidal, S., Asensio, L., Barranco, P. and Lopez-Llorca, L. V. (2010), Infection of the Red Palm Weevil (Rhynchophorus ferrugineus) by the entomopathogenic fungus Beauveria bassiana: A SEM study. Microsc. Res. Tech., 73: 714–725. doi 10.1002/jemt.20812 10.1002/jemt.20812 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/jemt.20812/abstract
  18. «Eficacia del sistema SOSPALM, como método de aplicación de pesticidas por endoterapia, para el control del picudo rojo de las palmeras.».