Anexo:Reyes de Argos
Antes del establecimiento de la democracia en Argos, este estado de la antigua Grecia fue gobernado por reyes, la mayor parte de los cuales deben considerarse como míticos o semi-históricos. Esta lista se basa en la proporcionada por Eusebio de Cesarea.
Dinastía Ináquida
editarÍnaco, el hijo de Océano y Tetis, es considerado el fundador del reino de Argos. Se casó con su hermana Melia, que le dio dos hijos, Foroneo y Egialeo. También se le considera padre de Ío.
Dinastía Danaida
editarDinastía Abántida
editar- Preto
- Acrisio
- Megapentes (Perseo, hijo de Acrisio, que nunca reinó sobre Argos, intercambió su reino con Megapentes, rey de Tirinto, estableciendo el reino de Micenas.)
- Argeo
- Anaxágoras, que dividió el reino en tres partes. La primera recayó en Melampo y la segunda en Bias, mientras que la tercera parte (la región central) fue conservada para sus descendientes.
- Aléctor
- Ifis
- Esténelo, que recuperó la porción dada a Melampo a la muerte de Anfíloco.
- Cilarabes, que recuperó la porción del reino dada a Bias a la muerte de Cianipo.[1]
Línea de Melampo
editarLínea de Bias
editarDinastía Pelópida
editar- Orestes, rey de Micenas. Obtuvo el trono de Argos y Esparta a la muerte de Cilarabes.
- Tisámeno fue el último rey de Argos, Micenas y Esparta antes de la conquista de los Heráclidas.[2]
Dinastía Heráclida
editar- Témeno.
- Fedón hijo de Témeno.
- Deifontes esposo de Hirneto, hija de Témeno.
- Ceiso o Ciso hijo de Témeno, mató a Deifontes.
- Medón hijo de Ceiso.
- Marón hijo de Ceiso.
- Testros hijo de Marón.
- Akoos hijo de Testros.
- Aristodamidas hijo de Akoos.
- Eratos.
- Fedón hijo de Aristodamidas.
- Lacidao o Lacidamo hijo de Fedón.
- Meltas
A la muerte de Témeno, el poder real comenzó a declinar rápidamente, y ya bajo Lacidamo el título real era meramente simbólico. Su hijo, el príncipe Meltas, trató de restaurar la dignidad y el poder real, pero los ciudadanos respondieron condenando a muerte al príncipe y transformando a Argos en una democracia.[3]
Referencias
editar- Jerónimo de Estridón, Crónica de Eusebio