Revolución silenciosa

«Revolución silenciosa» es el término con el que el expresidente del Gobierno español José María Aznar denominó a las reformas en materia de política económica durante su gestión de 1996 a 2004.[1]​ Este modelo económico tuvo por objeto el crecimiento del sector privado así como permitir la inmigración de trabajadores extranjeros, entre otros puntos, mediante medidas de austeridad fiscal, desregulación, privatización y liberalización. Para sus promotores ideológicos este impulso a la economía de España llevaría a que la Transición española trascendiera de ser política a convertirse también en una transición económica que superase los modelos previos del franquismo y la socialdemocracia,[1]​ y tenía las miras de mejorar las condiciones para que España integrase la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea, donde fue socio fundador en 1998.[1]

José María Aznar, presidente del gobierno español entre 1996 y 2004.

Aznar había probado este modelo durante su paso por la Junta de Castilla y León de 1987 a 1989 y luego lo aplicó a escala nacional en 1996, al alcanzar la presidencia del Gobierno. El método consistió en una serie de medidas para reducir y flexibilizar el Estado del bienestar.[2]

Conforme a los postulados económicos aplicados, el gasto público se redujo progresivamente de un 45% del PIB en 1995 a un 39,8% en 2003, una reducción en línea con la tendencia vivida en los demás países de la Unión Europea, pero mucho más profunda, pues en el mismo periodo el gasto público en la UE pasó de un 51,3 a un 48,4%.[1]​ Gracias a la reducción del gasto, el alto crecimiento económico y los 33.500 millones de euros que el Estado obtuvo con la privatización de grandes empresas estatales y otras desinversiones, se produjo una reducción sostenida de la deuda pública y el déficit en el periodo 1996-2004.[1]​ Según cifras del Instituto Nacional de Estadística se pasó de un 22,9% de desempleo registrado en 1995 a un 11% en 2004 y según las mismas cifras los grupos más beneficiados con la creación de empleo y reducción del paro fueron jóvenes y mujeres.[1][3]​ La productividad tuvo un incremento constante pero muy escaso, notablemente menor que el incremento observado en el periodo 1991-1995.[1]​ Asimismo, Aznar legisló vía decreto la Ley 45/2002 para la reforma del sistema de protección por desempleo y mejora de la ocupabilidad, que fue rechazado por los sindicatos mayoritarios (UGT y CC. OO) por suponer según aquellos la supresión de los salarios de tramitación y el recorte de las prestaciones por desempleo, motivo por el cual hicieron un llamamiento a la huelga general.[4]

En 2011, se publicó que la inflación general –los precios– se había incrementado en un 31,6% entre 2001 y 2011, según los cálculos del INE, aplicado el cambio de metodología de 2002 y después de la introducción del euro como nueva divisa.[5]

Críticas

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Las principales críticas a la política económica de Aznar se sustentan en que durante su mandato, pese a la intensa creación de empleo, este fue creado principalmente en sectores de bajo valor agregado (principalmente construcción y turismo),[6]​ lo que hizo que la productividad creciera muy poco en comparación con otros países de la Unión Europea.[7]​ Una interpretación de las causas del estancamiento de la productividad es la ausencia de avances en la educación de los jóvenes que se habrían de incorporar al mercado de trabajo. Durante los ocho años de Aznar la tasa de abandono escolar se mantuvo en torno al 30%, el doble de la media de la UE.[8]​ La reforma educativa del PP, aprobada en 2002 y presentada principalmente para corregir esta lacra, no llegó a entrar en vigor.[9]

Los salarios no aumentaron, sino que retrocedieron en su poder adquisitivo, al crecer menos que la inflación.[10]​ Esto afectó a la capacidad de consumo de los españoles, sobre todo a partir de la entrada en circulación del euro y la alta inflación encubierta que se produjo posteriormente,[11]​ especialmente en los precios de la vivienda. La economía de España durante los gobiernos de Aznar era altamente dependiente del crédito. El endeudamiento de los españoles aumentó notablemente, con un 154% de incremento.[12]

Fue también blanco de las críticas la supuesta corrupción amparada por el modelo, destacando el llamado «caso Gescartera». Este escándalo político-financiero acarreó la dimisión del secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna –hermano de la presidenta de la agencia de valores que dio nombre al caso– y, un mes después, la renuncia de la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Pilar Valiente. El caso, que supuso la desaparición de 18 000 millones de pesetas, mezclaba tramas de tráfico de influencias e información privilegiada en altas esferas del poder, inversiones de varias diócesis y otras instituciones católicas, movimientos de dinero negro y transacciones en paraísos fiscales.[cita requerida]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c d e f g Bernaldo de Quirós, Lorenzo; Martínez Rico, Ricardo (28 de octubre de 2005). «El modelo económico español 1996-2004: Una revolución silenciosa». Instituto Cato. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  2. Marco, José María (2004). «Retrato: José María Aznar» (html). La Ilustración Liberal (Sirk Tampoco ni Rubio) (21-22). ISSN 1139-8051. 
  3. Aznar, José María (24 de noviembre de 2003). «Discurso del presidente del Gobierno, José María Aznar, en un acto organizado por The Wall Street Journal» (pdf). Intervenciones de José María Aznar (Londres). Archivado desde el original el 13 de octubre de 2018. Consultado el 13 de octubre de 2018. «Yo digo que la gran revolución silenciosa que se ha producido en España es la del empleo y lo quiero expresar de una manera muy diáfana: a 1 de enero de 1976 vamos a poner esa fecha, 1976, trabajaban en España poco más de doce millones de personas; a 1 de enero de 1996, veinte años después, trabajaban en España poco más de doce millones de personas; a 1 de enero de 2004 van a trabajar en España, diecisiete millones de personas, lo cual quiere decir que hay un cambio social espectacular en nuestro país». 
  4. «20-J Huelga genera» (html). El Mundo. Junio de 2002. Consultado el 1 de diciembre de 2018. 
  5. González, Javier (27 de diciembre de 2011). «Los García mintieron: el euro subió los precios un 31% y los sueldos un 13%» (html). El Mundo. Consultado el 1 de diciembre de 2018. 
  6. Llamas, Manuel (23 de abril de 2008). «Casi el 40 por ciento del PIB español depende del negocio del ladrillo». Libertad Digital. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  7. Pascual Cortés, Raquel (2 de septiembre de 2003). «España es uno de los países de la UE donde menos crece la productividad» (html). Cinco Días. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  8. «España presenta el tercer índice de fracaso escolar más elevado de la UE». Consumer (Eroski). 11 de noviembre de 2005. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  9. «Aprobada la Loce con los votos a favor del PP y Coalición Canaria» (html). Diario de León. Agencia EFE. 20 de diciembre de 2002. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  10. Mars, Amanda (11 de diciembre de 2008). «'Mileuristas' para siempre» (html). El País. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  11. Espinet i Rius, Josep María; Vicenç i Eres, Josep; Romaguera i Güell, Teresa (2002). «¿Han subido los precios de productos de consumo habitual con el euro? La experiencia de una ciudad mediana» (pdf). Boletín Económico de Información Comercial Española (Ministerio de Economía) (2742): 27-36. ISSN 0214-8307. Archivado desde el original el 1 de octubre de 2018. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  12. «La deuda de las familias se disparó un 17% en 2003 y amplió su máximo histórico» (html). El País. 3 de mayo de 2004. Consultado el 13 de octubre de 2018.