Zona de protección: 236 ha. Zona de respeto: 467 ha.
Salzburgo ha logrado preservar un tejido urbano de excepcional riqueza, que se fue estructurando desde la Edad Media hasta el siglo XIX, cuando era una ciudad-Estado gobernada por un príncipe-arzobispo. El arte gótico flamígero de sus edificios atrajo a numerosos artistas, incluso antes de que la notoriedad arquitectónica de Salzburgo se afirmase tras la llegada de los arquitectos italianos Vincenzo Scamozzi y Santini Solari, que imprimieron al centro de la ciudad su sello barroco. El hecho de que la ciudad fuese un punto de encuentro entre el norte y el sur de Europa pudo influir en la genial inspiración del más ilustre de sus hijos, Wolfgang Amadeus Mozart, cuya fama universal aureola desde entonces a Salzburgo. (UNESCO/BPI)[3]
Zona de protección: 186 ha. Zona de respeto: 261 ha.
Residencia imperial de la dinastía de los Habsburgo desde el siglo XVIII hasta 1918, el palacio de Schönbrunn, construido por los arquitectos Johann Bernhard Fischer von Erlach y Nicola Pacassi, alberga un gran cúmulo de obras maestras de las artes decorativas. Con sus jardines –donde se instaló el primer parque zoológico del mundo en 1752– forma un conjunto barroco de excepcional calidad y constituye un acabado ejemplo de “Gesamtkunstwerk” (obra de arte total). (UNESCO/BPI)[4]
Zona de protección: 28446 ha. Zona de respeto: 20014 ha.
La actividad del ser humano en el magnífico paisaje natural de Salzkammergut se remonta a tiempos prehistóricos, cuando sus abundantes depósitos de sal comenzaron a ser explotados en el segundo milenio a.C. Este recurso constituyó hasta mediados del siglo XX la base de la prosperidad económica de la zona, que se refleja en la bella arquitectura de la ciudad de Hallstatt. (UNESCO/BPI)[5]
Zona de protección: 156 ha. Zona de respeto: 8581 ha.
Construida entre 1848 y 1854 a lo largo de 41 kilómetros de terreno montañoso, la línea ferroviaria de Semmering representa una de las mayores proezas de la ingeniería civil en los primeros tiempos de la construcción de vías férreas. Debido a la solidez de sus túneles, viaductos y otras obras de ingeniería, la línea se ha seguido utilizando sin interrupción hasta nuestros días. El ferrocarril atraviesa un espectacular paisaje montañoso, donde se han podido construir numerosos edificios de gran calidad arquitectónica destinados a actividades recreativas, desde que la región quedó comunicada gracias a este medio de transporte. (UNESCO/BPI)[6]
Zona de protección: 91,09 ha. Zona de respeto: 85,26 ha.
El centro histórico de Graz es un ejemplo notable de patrimonio cultural viviente. Este complejo urbano de Europa Central lleva la impronta de los muchos siglos en que la ciudad fue gobernada por la dinastía de los Habsburgo. El sitio se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial en 1999 y con la extensión actual comprenderá el palacio de Eggenberg, situado al oeste de la ciudad, a unos tres kilómetros de su centro histórico. Construido después de 1625 para servir de residencia al duque Hans Ulrich von Eggenberg (1568-1634), una de las personalidades políticas más notables del siglo XVIII en Austria, este edificio palaciego se halla en un estado de conservación excepcional. Su arquitectura y ornamentación exterior son buenas muestras de las influencias del arte renacentista italiano tardío y del barroco. (UNESCO/BPI)[7]
Zona de protección: 18387 ha. Zona de respeto: 2942 ha.
La Wachau es la comarca situada en el tramo del valle del Danubio comprendido entre las ciudades de Melk y Krems. Su bello paisaje ha conservado intactas muchas de las huellas de su evolución desde los tiempos prehistóricos, que se pueden percibir en los monumentos arquitectónicos (monasterios, castillos, ruinas), el urbanismo (ciudades y aldeas) y los cultivos, en particular los viñedos. (UNESCO/BPI)[8]
Zona de protección: 371 ha. Zona de respeto: 462 ha.
Viena se fue desarrollando desde los primeros asentamientos celtas y romanos en su territorio y a través de la construcción sucesiva de la ciudad medieval y la barroca, hasta convertirse en la capital del Imperio Austrohúngaro. La ciudad ha desempeñado un papel fundamental como centro importante de la música europea y su nombre va asociado a grandes compositores, desde el clasicismo vienés hasta la música de principios del siglo XX. Su centro histórico alberga una gran variedad de jardines y monumentos arquitectónicos, principalmente palacios barrocos, así como el conjunto de la Ringstrasse, que data de fines del siglo XIX. (UNESCO/BPI)[10]
Zona de protección: 52413 ha. Zona de respeto: 40119 ha.
Encrucijada distintas culturas durante ocho milenios como lo demuestra su variedad, el paisaje de la región del lago Fertö-Neusiedlersee es producto de un proceso evolutivo y simbiótico de interacción del ser humano y su entorno físico. La excepcional arquitectura rural de las aldeas que bordean las riberas del lago y la majestuosidad de varios palacios de los siglos XVIII y XIX, aumentan el interés cultural de este sitio. (UNESCO/BPI)[11]
Zona de protección: 274 ha. Zona de respeto: 3961 ha.
Este sitio comprende 111 lugares con vestigios de asentamientos humanos prehistóricos en palafitos, esto es, viviendas edificadas sobre pilotes. Situados dentro de la zona de los Alpes y en su entorno, esos vestigios datan del periodo comprendido entre el quinto milenio y el siglo V a.C. y están situados a orillas de lagos, ríos y pantanos. Las excavaciones arqueológicas, efectuadas solamente en algunos lugares hasta la fecha, han proporcionado elementos que dan una visión de la vida diaria del hombre del Neolítico y de la Edad de Bronce en la Europa Alpina, así como de su interacción con el medio ambiente. En Suiza se hallan cincuenta y seis de los lugares que integran el sitio. Estos asentamientos humanos, que forman un conjunto único de vestigios arqueológicos excepcionalmente bien conservados y extraordinariamente ricos en el plano cultural, constituyen una de las más importantes fuentes para el estudio de las sociedades agrarias primitivas de la región. (UNESCO/BPI)[12]
Zona de protección: 58.353,04 ha. Zona de respeto: 191.413,09 ha.
Esta extensión transfronteriza del bien Patrimonio Mundial de los Hayedos Primarios de los Cárpatos y Antiguos Bosques de Hayedos de Alemania (Alemania, Eslovaquia y Ucrania) abarca 12 países. Desde el fin de la última Edad de Hielo, los hayedos europeos se esparcieron desde unos pocos refugios aislados en los Alpes, los Cárpatos, el Mediterráneo y los Pirineos por un corto periodo de unos pocos miles de años en un procesos que aún perdura. Esta exitosa expansión está relacionada con la flexibilidad de los árboles y la tolerancia a diferentes condiciones climáticas, geográficas y físicas. (UNESCO/BPI)[13]
Localización del Patrimonio de la Humanidad en Austria. * Sitio compartido con Hungría - ** Sitio compartido con Alemania, Eslovenia, Francia, Italia y Suiza ***Hayedos primarios de Europa, compartido con otros países europeos
La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Austria, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 11 de julio de 2014,[14] ha presentado los siguientes sitios:
Los sitios que siguen estuvieron anteriormente en la lista Indicativa, pero fueron retirados o rechazados por la UNESCO. Los sitios que aún se incluyen en otras entradas en la lista Indicativa o que fueron aceptados y son parte de sitios del Patrimonio Mundial no se incluyen aquí.
! width="137px"|Imagen
! width="27%" |Nombre
! width="12%"|Año
! width="12%"|Tipo
! width="42%"|Descripción
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| Barrio antiguo de Hall in Tirol - La ceca
| 1994–2013
| K
| Hall in Tirol se convirtió en una ciudad en 1303 y debió su importancia económica a la producción de sal. En 1477 cobró importancia al trasladarse allí la ceca del principado de Tirol. El casco antiguo se conserva como un pequeño pueblo gótico.
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| Grandes spas de Europa
| 2004–2016
| K
| La propuesta internacional ya no incluye desde 2016 Bad Ischl, la "ciudad imperial" de veraneo.
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|}
En un principio, el hombre utilizó el arte de la cetrería para procurarse alimentos, pero su evolución posterior hizo que hoy en día esté vinculado principalmente a la conservación de la naturaleza, al patrimonio cultural y a las actividades sociales de las comunidades. De conformidad con sus tradiciones y principios éticos, los cetreros doman, alimentan y adiestran para el vuelo aves de presa –halcónidos, y también águilas y acipítridos–, creando un vínculo con ellas y convirtiéndose en sus principales protectores. Practicado en muchos países de todo el mundo, el arte de la cetrería puede presentar algunas variantes prácticas –por ejemplo, en los equipamientos utilizados– pero sus métodos son siempre análogos. Los cetreros se consideran un grupo específico. A veces viajan juntos durante semanas, cazando y contándose luego mutuamente las vicisitudes de cada jornada en las veladas que organizan. Consideran que la cetrería les une al pasado, especialmente cuando pertenecen a comunidades en las que este arte representa uno de sus últimos vínculos con el medio ambiente natural y su cultura tradicional. Las prácticas y conocimientos relacionados con este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmiten de generación en generación en el seno de las familias, así como mediante sistemas de tutoría formal y aprendizaje o cursos de formación impartidos en clubs y escuelas. En algunos países es preciso aprobar un examen de nivel nacional para ser cetrero. La celebración de encuentros y festivales permite a las comunidades de cetreros intercambiar conocimientos, fomentar la diversidad y sensibilizar más al público al valor de su arte. (UNESCO/BPI)
Cada cuatro años, la ciudad de Imst celebra la fiesta del carnaval el domingo que precede al tiempo litúrgico cristiano de la Cuaresma. El regocijo principal es el Schemenlaufen, un desfile de bailarines disfrazados y enmascarados. Sus personajes principales son parejas de hombres, en las que uno va ataviado con un traje de cascabeles y el otro lleva esquilones que pueden pesar hasta 35 kg. Ambos ejecutan una singular danza musical compuesta por saltos y reverencias al ritmo de la cual los cascabeles y esquilones suenan con tonos graves y agudos. Son 55 las parejas que desfilan, acompañadas por otros personajes enmascarados que remedan sus pasos de baile pausadamente. Otros personajes mantienen el orden dando palmadas a los espectadores o arrojándoles agua, mientras que una joven desparrama polvos perfumados entre el público. En el desfile también hay deshollinadores enmascarados que trepan por las paredes de las casas para mostrar su bravura, brujas que lanzan gritos a la muchedumbre acompañadas por las melodías disonantes de una banda de música y osos blancos o pardos que muestran su fuerza al público. El carnaval agrupa a toda la población de Imst en torno a un objetivo común: organizar la fiesta de carnaval ateniéndose a una antigua tradición. Los vecinos de Imst, y más concretamente las mujeres, aprenden en la escuela técnicas para confeccionar los trajes utilizados en el desfile carnavalesco, y los herreros de la localidad forjan cascabeles y esquilones. Cualquier habitante de la ciudad puede esculpir máscaras de madera y las técnicas de artesanía tradicionales se suelen transmitir en el seno de las familias o se enseñan en cursos especiales. (UNESCO/BPI)
La equitación clásica de la Escuela Española de Equitación de Viena estriba en el arte y la práctica tradicionales de reproducción, cría, doma y monta de caballos lipizanos. Las prácticas sociales de esta Escuela, así como sus ceremonias y ritos configurados por una tradición cultural ancestral, se basan en la relación duradera establecida entre criadores, palafreneros, artesanos, jinetes y caballos. Los palafreneros, que son los primeros en ocuparse de la cría de los potros, transmiten a los alumnos de la Escuela los rudimentos de ésta. Los criadores cuidan de los caballos y se encargan del apareamiento de los sementales con las yeguas para responder a las exigencias de la Escuela en materia de reproducción. Los jinetes consumados y los alumnos se encargan de la doma y monta de los potros, sobre la base del establecimiento de una relación especial entre el caballero y su montura. Durante sus primeros años en la Escuela, los alumnos se dedican a aprender los cuidados que se deben dispensar a los caballos, así como el mantenimiento y uso correctos de los equipamientos. Los jinetes veteranos transmiten sus conocimientos a los alumnos mediante un sistema de tutoría. Las mujeres desempeñan hoy en día un importante papel en el ámbito de la equitación clásica –antaño esencialmente masculino– y tienen acceso a todos los puestos de la Escuela. Los veterinarios de la institución velan por la salud de cada caballo, mientras que los herreros, guarnicioneros, sastres, zapateros y sombrereros se encargan de fabricar y mantener el equipamiento para los jinetes y los caballos. El arte y la práctica tradicionales de la Escuela confieren a las comunidades que la componen un fuerte sentimiento de identidad y permiten salvaguardar conocimientos y técnicas ancestrales en numerosos ámbitos vinculados a la cría caballar. (UNESCO/BPI)
El artículo 18 de la convención de la Unesco de 2003 estipula que el comité intergubernamental selecciona periódicamente entre las propuestas presentadas por los estados partes, programas, proyectos y actividades de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial que reflejen mejor los principios y objetivos de la convención. Austria cuenta con un proyecto entre las mejores prácticas de salvaguardia bajo la denominación de Estrategia para salvaguardar el patrimonio cultural de la artesanía tradicional: los centros regionales artesanos[18], seleccionado en 2016.