En el marco de la cultura védica (principios del III milenio a. C.), Paryania era el dios de la lluvia. En la posterior Cultura hinduista (fines del I milenio a. C.) fue absorbido (sustituido) por el dios Indra.

  • parjanya, en el sistema AITS (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito).
  • पर्जन्य, en escritura devanagari del sánscrito.
  • Pronunciación: /parshánia/.[1]
  • Etimología: posiblemente proviene de la raíz prich o prish [prij en AIST], que significa ‘llenar, saciar, satisfacer’, ‘dar copiosamente, otorgar ricamente’, ‘incrementar, aumentar’ o ‘alimento, nutrición’.[1]

Significado del nombre

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De acuerdo con el diccionario sánscrito-inglés (1965) de Shri Vaman Shivram Apte, paryania significa:

  • Nube de lluvia, nube con relámpagos, una nube en general.
  • La lluvia (como se hace referencia en el sloka [versículo] 14 del capítulo 3 del Bhagavad-guitá).
  • El deva (dios) de la lluvia (en general, Indra).

Menciones en los «Vedas»

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Los himnos 5.63 y 7.101 del Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.) se dedican a Paryania como alguien distinto que Indra (que en esa época era el jefe de los dioses). En sánscrito védico, paryania significa ‘lluvia’ o ‘nubes de lluvia’. En el Átharva-veda (el cuarto y último de los Vedas, de principios del I milenio a. C.) se mencionan oraciones dedicadas a Paryania, para invocar la bendición de las lluvias.[2]

Himnos del «Rig-veda» dedicados a Paryania

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Texto del Rig-veda (5.63) según la traducción de Ralph T.H. Griffith.[3]

«Rig-veda» 5.63

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1a) áchaa vada tavásam guirbjir abjí stují paryániam námasa vivasa
1c) kánikradad vrishabjó yīrádanu reto dadjati óshadjīshu gárbjam

Canten estas canciones de bienvenida al Poderoso, alaben y llamen el nombre de Paryania.
El Toro, rugiendo fuerte, es rápido para enviar su semen y establecer las semillas para la germinación.

2a) vi vrikshan janti utá janti raksháso víshuam bibjaia bjúvanam maja-avadjat
2c) utanaga īshate vŕshniavato iát paryánia stanáian jánti dushkŕtaj

Él voltea los árboles, mata a los demonios: todas los seres le temen a él, que blande la poderosa arma.
De él huyen los más fuertes ante los inocentes, cuando el atronador Paryania hiere a los malvados.

3a) ratjiva káshaiashuam abjikshipánn avir dutan krinute varshiaaam ája
3c) durat simjásia stanátja úd īrate iát paryániaj krinuté varshiam nábjaj

Al igual que el conductor de un carro azota a sus caballos, él hace que los mensajeros de la primavera anuncien la lluvia.
A lo lejos resuena el rugir del león, a qué hora Paryania llenará el cielo con las nubes de lluvia.

4a) prá vata vanti patáianti vidiúta úd óshadjir jíjate pínuate suaj
4c) íra víshuasmai bjúvanaia jaiate iát parjániaj pritjivim rétasavati

Envía ráfagas de viento, caen los relámpagos: las plantas son arrancadas, la luz invade todo el ámbito.
Manantiales de comida para todos los seres vivos, a qué hora Paryania vivificará la tierra con humedad.

5a) iasia vraté pritjiví nannamiti iasia vraté shapjávaj járbjuriti
5c) iasia vratá óshadjir vishuárupaj sa naj parjania maji sharma iachja

Tú, ante cuya presencia la tierra se inclina, a cuyo mando el ganado con pezuñas corre aterrorizado,
a cuya orden las plantas asumen todos los colores, incluso Paryania tú, nos brindas una gran protección.

6a) divó no vrishṭím maruto raridjuam pra pinuata vŕshno áshuasia djaraj
6c) aruaṅ etena stanaiitnúnéji apó nishiñchánn ásuraj pita naj

Envíanos la lluvia del cielo, oh Marut, y deja que tus chorros de semental caigan a raudales.
Ven aquí con tu rayo mientras haces llover, nuestro señor y padre celestial.

7a abjí kranda stanaia garbjam a dja udanuáta pári diia rátjena
7c dŕtim sú karsha víshitam niañcham sama bjavantuduáto nipadaj

Rayos y truenos: el germen de la vida. Vuela a nuestro alrededor en tu carro de agua.
Deja abierto tu odre hacia abajo, y nivela los huecos y las alturas al mismo nivel.

8a) majantam kósham ud acha ní shiñcha siándantam kulia víshitaj purástat
8c) gjritena dia-avapritjivi vi undji suprapanám bjavatu agjnia-abjiaj

Levanta el poderoso buque, derrama tu agua, y deja que las corrientes desatadas corran libremente.
Satura la tierra y el cielo con la gordura, y haz que las vacas tengan bebida abundante.


9a) iát parjania kánikradat stanáian jámsi dushkŕtaj
9c) prátidám víshuam modate iát kím cha pritjivia-am ádji

Cuando tú, con truenos y con rugidos, Paryania, demueles a los pecadores,
este universo se regocija en sí mismo, sí, todo lo que está sobre la tierra.

10a) ávarshir varshám úd u shû gribjaia-akar djánuani átietavaa u
10c) ájijana óshadjir bjójanaia kám utá prajabjio ’vido manisham

Tú que has derramado la lluvia, detén ahora las inundaciones. Tú hiciste los lugares desiertos aptos para viajar.
Tú has hecho crecer las hierbas para nuestro disfrute: sí, te has ganado las alabanzas de las criaturas vivientes.

«Rig-veda» 7.102

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Canten y alaben a Paryania, hijo del Cielo, que envía el don de la lluvia. Que nos provea de pasturas. Paryania es el Dios que crea las vacas, las yeguas, las plantas de la Tierra, y las mujeres, el germen de la vida. Ofrezcan y viertan en su boca una ofrenda rica en sabroso jugo de soma: que siempre nos dé comida’ (Rig-veda: «Himno a Paryania»).[4]

Menciones en otras escrituras hinduistas

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En el Jari-vamsa (hacia el siglo II a. C.), Paryania no era un dios sino un gandharva (músico celestial) y un rishi (sabio meditador).

Siglos después, en el Visnú-purana (siglo III d. C.), Paryania se había convertido en el guardián del mes de kártika,[5]​ y en uno de los Saptarishi (Siete Sabios) del quinto manu-antara (eón de un dios Manu),[6]

En la literatura puránica[cita requerida] se convirtió en uno de los doce Aditiás (hijos de Aditi).

Referencia en el «Bhagavad-guitá»

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annad bhavanti bhutaní
paryaniad anna sambhaváj
iagñád bhavati paryanió
iagñáj karma samudbhaváj
‘Los seres vivos son creados por los alimentos, y estos se crean por Paryania (la lluvia). Paryania es creado por los sacrificios rituales y estos se realizan por karma’ (Bhagavad-guitá, 3.14).[7]

Cognados en idiomas indoeuropeos

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El nombre se puede emparentar con el lituano Perkunas, dios del trueno, con el gótico fairguni (‘montaña’) y con el mordvino Pur'ginepaz (ver Perkwunos).[8]

  1. a b Véase la entrada parjánya, que se encuentra en el último renglón de la primera columna de la pág. 606 en el Sanskrit-English Dictionary del sanscritólogo británico Monier Monier-Williams (1819-1899).
  2. Mantra para hacer llover, en el Átharva-veda (4.15), traducido por Ralph T. H. Griffith, 1895.
  3. Rig-veda (5.83), traducido por Ralph T. H. Griffith, 1896.
  4. Rig-veda (7.102), traducido por Ralph T. H. Griffith, 1896.
  5. Visnú-purana (2.10), traducido por Horace Hayman Wilson, pág. 233.
    Parasara... En el mes de kartik son Paryania, BharadVaya (otro) Visuávasu, Visuáchi, Senayit, Airavata y Chapa. [...] Nombres de los doce Aditias. Nombres de los rishis, gandharvas, apsarasas, iaksha, uragas y raksasas, que asisten a la carroza del Sol en cada mes del año. Sus respectivas funciones...
  6. Según los hinduistas, actualmente la humanidad se encuentra en el séptimo manuantara (‘intervalo de Manu’, eón). Según el Visnú-purana (3.1), traducido por Horace Hayman Wilson, 1840 (pág. 262-263), en el quinto manuantara, el Manu fue Raivata: [el puesto de] Indra lo ocupó Vibhu: las clases divinas ―que tienen catorce dioses cada una― fueron los amitabhas, los abhutarajasas, los vaikunthas y los sumedhasas: los Siete Rishis fueron Jiraniaroma, Vedasri, Urddhabaju, Vedabaju, Sudhaman, Paryania y Majamuni.
  7. En AIST (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito): annādbhavantibhūtāni parjanyādannasambhavaḥ yajñādbhavatiparjanyo yajñaḥ karmasamudbhavaḥ. Traducido palabra por palabra al español:
    annat: ‘de la comida’
    bhavanti: ‘se producen’
    bhutani: ‘seres vivos’
    paryaniat: ‘de la lluvia’
    anna: ‘de comida’
    sambhavah: ‘producción’
    yajñat: ‘del sacrificio’
    bhavati: ‘se produce’
    paryaniá: ‘lluvia’
    iagña: ‘sacrificio’
    karma: ‘actividad (deber)’
    samudbhava: ‘nace de’.
  8. W. R. S. Ralston: Songs of the russian people (‘canciones del pueblo ruso’), capítulo 2, sección 1 («Los dioses antiguos») pág. 87; 1872.
    Paryania significa ‘lluvia’ o ‘el tronador’. [...] La descripción de Paryania es en todos los aspectos aplicable a la deidad adorada por las diferentes ramas de la familia eslavo-letona bajo varios nombres, tales como el Perkunas lituano, el Perkons letón, el Perkunos antiguo prusiano, el Piorun polaco, el Peraun bohemio, y el Perun ruso. También hay un parecido con el idioma mordvin/erzya Pur’ginepaz, el dios del trueno finés. De acuerdo con una leyenda lituana, también conocido por otras naciones indoeuropeas, el dios trueno creó el universo por la acción de Perkunas. El verbo perieti (forma presente periu) significa ‘producir por medio del calor’, siendo similar al latín pario y al ruso parit. En Lituania el dios del trueno Perkunas era adorado con gran reverencia. Se dice que su estatua tenía en sus manos «una piedra preciosa como fuego», con forma de «imagen del rayo», y ante él se quemaba constantemente una fogata de madera de roble. Si por casualidad el fuego se apagaba, era reavivado por medio de las chispas que producía la piedra al golpearla. Según el libro Obraztsy mordovskoi narodnoi slovesnosti de A. Yurtov (Kazán, 129, segunda edición, 1883), la tradición mordvino erza cuenta que «cuando Pur'ginepaz cabalga a través del cielo, salían chispas de las ruedas del carro y de los cascos de sus rojos caballos de fuego».