Los osmolitos son compuestos que afectan a la ósmosis.[1]​ Son solubles en la solución dentro de una célula, o en el fluido circundante, p. ej. los osmolitos plasma. Tienen un papel en el mantenimiento del volumen celular y el equilibrio de fluidos. Por ejemplo, cuando una célula se hincha debido a la presión osmótica, los canales de membrana se abren y permiten el flujo de los osmolitos que llevan el agua con ellos, restaurando el volumen normal de la célula.[2]​ Los osmolitos también contribuyen al plegamiento de proteínas.[3]​ Los osmolitos naturales que pueden actuar como osmoprotectores incluyen N-óxido de trimetilamina (TMAO), dimetilsulfoniopropionato, trimetilglicina, sarcosina, betaína, glicerofosforilcolina, mio-inositol, taurina, glicina, y otros.[4][5]​ Las bacterias acumulan osmolitos para protección contra un ambiente osmótico alto.[6]​ Los osmolitos serán neutros no-electrólitos, excepto en bacterias que pueden tolerar sales. En los seres humanos, los osmolitos son de particular importancia en la médula renal.[7]​ La comprensión actual de los osmolitos se la ha utilizado para calcular la profundidad máxima donde un pez puede sobrevivir: 26,900 pies (8,200 metros).[8]

Referencias

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  1. «everythingbio.com». 
  2. Review of Medical Physiology, William F. Ganong, McGraw-Hill Medical, ISBN 978-0-07-144040-0.
  3. «The osmophobic effect: natural selection of a thermodynamic force in protein folding». Journal of Molecular Biology 310 (5): 955-963. 2001. PMID 11502004. doi:10.1006/jmbi.2001.4819. 
  4. Neuhofer, W.; Beck, F. X. (2006). «Survival in Hostile Environments: Strategies of Renal Medullary Cells». Physiology 21 (3): 171-180. PMID 16714475. doi:10.1152/physiol.00003.2006. 
  5. «The stabilization of proteins by osmolytes». Biophysical Journal 47 (3): 411-414. 1985. PMC 1435219. PMID 3978211. doi:10.1016/s0006-3495(85)83932-1. 
  6. Csonka LN (1989). «Physiological and genetic responses of bacteria to osmotic stress». Microbiology and Molecular Biology Reviews 53 (1): 121-147. PMC 372720. PMID 2651863. 
  7. Gallazzini, M.; Burg, M. B. (2009). «What's New About Osmotic Regulation of Glycerophosphocholine». Physiology 24 (4): 245-249. PMC 2943332. PMID 19675355. doi:10.1152/physiol.00009.2009. 
  8. «Marine fish may be biochemically constrained from inhabiting the deepest ocean depths». PNAS 111 (12): 4461-4465. 2014. PMC 3970477. PMID 24591588. doi:10.1073/pnas.1322003111. 

Bibliografía

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