O sancta simplicitas!
última frase pronunciada por Jan Hus
O sancta simplicitas! (¡oh, santa ingenuidad!) fue, según la leyenda, la última frase pronunciada por Jan Hus (1369-1415), cuando estaba ya en el martirio de la hoguera, a la que se le había condenado por hereje, y se fijó en cómo una viejecilla, movida por su celo religioso, arrojaba más leña a las llamas en las que aquel ardía.[1]
Es similar a la frase de Jesucristo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.[2] Sin embargo, se trata en realidad de una expresión acuñada por san Jerónimo en su epístola 57 a Pamaquio: Venerationi mihi semper fuit non verbosa rusticitas, sed sancta simplicitas ("siempre he venerado, no la tosca verbosidad, sino la santa sencillez").[3]
Referencias
editar- ↑ 1412 - 1415
- ↑ Lucas 23, 34.
- ↑ Oxford University Press, ed. (2016). «St Jerome c.ad 342–420». oxfordreference.com. Oxford Essential Quotations (4 ed.).