Nicolás Nikoláyevich Románov el Viejo

Gran príncipe de Rusia

Gran duque Nicolás Nikoláievich (en ruso: Великий князь Николай Николаевич; 27 de julio de 1831 - 13 de abril de 1891) fue el tercer varón y sexto hijo del zar Nicolás I de Rusia y de la zarina Carlota de Prusia (Alejandra Fiódorovna). También es conocido como Nicolás Nikoláievich el Viejo para diferenciarlo de su hijo Nicolás Nikoláyevich el Joven. Entrenado para el ejército, comandó al ejército ruso del Danubio como mariscal de campo durante la Guerra ruso-turca (1877-1878).

Gran duque Nicolás Nikoláyevich
Información personal
Nombre completo Arnulf Nicolás Nikoláyevich Románov Holstein-Gottorp y Hohenzollern
Nacimiento 27 de julio de 1831
Tsárskoye Seló, Bandera de Rusia Imperio ruso
Fallecimiento 13 de abril de 1891
(59 años)
Alupka, Crimea, Bandera de Rusia Imperio ruso
Familia
Dinastía Románov
Padre Zar Nicolás I de Rusia
Madre Alejandra Fiódorovna
(Carlota de Prusia)

Carrera militar

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El Gran Duque Nikolái Nikoláyevich Romanov, cuando era joven en 1865.

Sus padres fueron muy cariñosos con cada uno de sus hijos, a los que dieron una excelente educación. El zar preparó a Nicolás para una carrera en el ejército. El mismo día de su nacimiento fue nombrado coronel honorario de la Guardia de Lanceros y fue enlistado en la guardia de zapadores.[1]​ Un soldado la mayor parte de su vida, entró por primera vez en combate durante la Guerra de Crimea, cuando contaba con una veintena de años. Allí, participó en la batalla de Inkerman (1854).[2]​ El Gran duque Nicolás Nikoláievich mostró un especial interés en la ingeniería militar. En 1856, fue nombrado Inspector general de ingenieros y, en 1864, se convirtió en comandante de la Guardia Imperial. En 1873, acompañó a su hermano, Alejandro II, a Berlín a la reunión de los tres emperadores: de Rusia, Alemania y Austria.

La cima de su carrera fue la Guerra ruso-turca (1877-1878), cuando fue nombrado comandante en jefe de los ejércitos rusos del Danubio, a pesar de que su reputación como estratega era muy mala. El Gran Duque no tuvo ninguna distinción particular en los éxitos iniciales en el conflicto, los cuales fueron seguidos por terribles reveses cuando el ejército estuvo bajo sus órdenes. Tras la expulsión de las tropas rusas de Rumelia y los ataques fallidos a la ciudad de Pleven, Nicolás Nikoláyevich fue apartado del mando, aunque en teoría se mantuvo en su puesto. La victoria de sus subordinados le permitió participar en el éxito en Adrianópolis y en el tratado de San Stefano; pero cuando terminó la guerra, fue criticado por no apoderarse de Constantinopla, cuando su cuartel general ya estaba establecido en Adrianópolis. El Gran Duque también sufrió la gran vergüenza de ser acusado de irregularidades financieras, de recibir sobornos y malversar dinero del gobierno.

Pese a esta situación, su hermano el zar Alejandro II promovió la carrera de Nicolás Nikoláyevich y lo nombró comandante de la región militar de San Petersburgo. Finalmente, recibió el rango de mariscal general de campo, inspector general de caballería e inspector general de las fuerzas de ingenieros rusos. Nicolás Nikoláyevich no solo fue una figura militar influyente, sino que también sirvió en el Consejo de Estado.

Un Gran duque ruso

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Alto, fuerte y con una larga y delgada nariz, Nicolás Nikoláievich no era ni muy guapo ni inteligente. Era un increíble mujeriego, "amaba a todas las mujeres, excepto a su esposa", como escribió un contemporáneo. Disfrutaba de la vida del ejército, de la caza[3]​ y era un conocido gourmet. También era un experto en ganado bovino, perros de pura sangre, caballos de cría y en la pesca. En su lujosa residencia de San Petersburgo, el Palacio Nikoláyevski, construido entre 1853 y 1861, los caballos eran uno de sus temas favoritos de conversación. El gran duque Nicolás tomó gran interés en la gestión de sus fincas, pero no era capaz de inspirar afecto, incluso entre los más cercanos a él.[3]

Matrimonio

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Alejandra Petrovna su esposa.

Nicolás Nikoláievich se casó de mala gana con su prima segunda, la Gran duquesa Alejandra Petrovna, antes princesa Alejandra de Oldenburgo (1838-1900), cuya abuela paterna era una hija del emperador Pablo I. La boda tuvo lugar en San Petersburgo el 6 de febrero de 1856. Alejandra era sencilla y no sofisticada, por lo que al poco tiempo, la pareja se dio cuenta de que tenían poco en común. Tuvieron dos hijos:

 
Su amante Catalina Chislova c 1865.

El matrimonio tuvo problemas desde el principio y, cuatro años más tarde, Nicolás comenzó una relación permanente con Catalina Chislova, una bailarina del teatro en Krásnoye Seló (hoy distrito de San Petersburgo). El gran duque otorgó un rango de aristócrata a su amante y los hijos ilegítimos de la pareja tomaron el apellido Nikoláyev (y no Románov). El zar Alejandro II hizo caso omiso de la relación de su hermano, pero le aconsejó ser discreto. Su relación era bastante conocida y tuvieron cinco hijos:

  • Olga Nikoláevna Nikoláyeva (1868-1950)
  • Vladímir Nikoláevich Nykoláyev (1873-1942)
  • Catalina Nikoláevna Nikoláyeva (1874-1940)
  • Nicolás Nikoláevich Nykoláyev (1875-1902)
  • Galina Nikoláevna Nikoláyeva (1877-1878)

Últimos años

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Nicolás estaba en Cannes con sus dos hijos cuando su hermano Alejandro II fue asesinado, volviendo inmediatamente a Rusia en marzo de 1881. El ascenso al trono ruso de su sobrino, Alejandro III, marcó el comienzo de la disminución de responsabilidades ejercidas por el Gran duque. Alejandro III no sentía simpatía alguna por su tío y este fue privado de toda su influencia. Su autoridad disminuyó aún más cuando fue involucrado en unos pedidos fraudulentos del ejército. Cuando el Gran duque trató de explicar sus acciones en la Nouvelle Revue de París, atacó indiscretamente a los funcionarios del gobierno y a los comandantes militares y, finalmente, fue apartado de su cargo. Alejandro III también lo criticó sus relaciones extramatrimoniales.

Para entonces, Nicolás vivía abiertamente con su amante. Su esposa lo dejó en 1881 y se trasladó a Kiev, pero la Gran duquesa se negó a concederle el divorcio que él hubiera deseado. La pareja de hijos adultos tomó partido por su madre, pero continuaron viviendo en el palacio. Catalina Chislova solicitaba vehementemente a Nicolás que proveyera para ella y sus hijos, razón por la cual pronto se arruinó y debió hipotecar su palacio de San Petersburgo.[4]​ En 1882, Nicolás fue puesto bajo supervisión debido a la dilapidación de su fortuna, y vivió como un caballero en una modesta casa.

Incapaz de conseguir el divorcio, el Gran Duque tenía la esperanza de sobrevivir a su esposa y casarse con su entonces amante, pero fue Catalina Chislova quien murió inesperadamente en Crimea, mientras que la gran duquesa Alejandra Petrovna lo sobrevivió nueve años.[5]​ Poco después de la muerte de su amante, Nicolás enloqueció; enfermó de un cáncer de boca que se extendió a su cerebro. Sufrió de alucinaciones y estaba convencido de que todas las mujeres se enamoraban de él. Durante una presentación de ballet, el Gran Duque llegó a atacar a un joven bailarín que creía que era una mujer. En 1890, Nicolás fue declarado demente y se lo encerró en Crimea. Falleció en Alupka, un año después. La reputación del Gran Duque en la corte imperial era mala y su muerte no fue muy sentida. Había dilapidado toda su enorme riqueza y su palacio fue vendido inmediatamente para cancelar sus inmensas deudas.[6]

Ancestros

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Véase también

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Referencias

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  1. Belyakova, Zoia (1994). The Romanov Legacy: The Palaces of St. Petersburg, pág. 140
  2. Chavchavadze, David (1989). The Grand Dukes, pág. 65
  3. a b Zeepvat, Charlotte (2004). The Camera and the Tsars, pág. 31
  4. Chavchavadze, David (1989). The Grand Dukes, pág. 69
  5. Belyakova, Zoia (1994). The Romanov Legacy: The Palaces of St. Petersburg, pág. 153
  6. Belyakova, Zoia (1994). The Romanov Legacy: The Palaces of St. Petersburg, pág. 154

Bibliografía

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  • Alexander, Grand Duke of Russia, Once a Grand Duke. Londres: Cassell, 1932.
  • Beliakova, Zoia (1994). The Romanov Legacy: The Palaces of St. Petersburg, Hazar Publishing, ISBN 1874371274.
  • Chavchavadze, David (1989). The Grand Dukes, Atlantic, ISBN 0-938311-11-5
  • Greg King|King, Greg (2006). The Court of the Last Tsar, Wiley, ISBN 978-0-471-72763-7.
  • Perry, John y Pleshakov, Constantine (1999) The Flight of the Romanovs, Basic Books, ISBN 0465024629.
  • Zeepvat, Charlotte (2004). The Camera and the Tsars, Sutton Publishing, ISBN 0-7509-3049-7.