El neuroectodermo es un tejido embrionario de origen ectodérmico, que en los cordados, se sitúa sobre el tejido mesodérmico, y sobre el sector dorsal de los somites. Este tejido participa en el proceso denominado neurulación que es la formación de la subsiguiente placa neural, de los pliegues neurales y del desarrollo del tubo neural.

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Neural plate= Placa neural en violeta.

El proceso de neurulación comienza en la tercera semana del desarrollo humano, cuando la notocorda en desarrollo, y el mesodermo adyacente estimulan el crecimiento del neuroectodermo.

Este se engrosa para formar la placa neural.
La notocorda a su vez, induce en el neuroectodermo una invaginación progresiva, transformándolo en el surco neural, con los pliegues neurales a cada lado. Finalmente estos pliegues se fusionaran formando el tubo neural.

Este tejido junto con la notocorda, darán lugar a la mayoría del sistema nervioso central, y a todos los tipos celulares del sistema nervioso: neuronas, astrocitos y oligodendrocitos.[1]

Señalización

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Las células neuroectodérmicas son inducidas a través de una serie de señales moleculares altamente orquestadas, de crear primero las células madre (stem cells) de la cresta neural (NCSC en inglés).
Posteriormente, las células NCSC responden a una variedad de señales de diferenciación y de migración, para generar derivados de la cresta neural que se diferencian de forma terminal.[2]

Véase también

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Referencias

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  1. López Serna L. «CAPÍTULO 20: Desarrollo del sistema nervioso: médula espinal». Biología del desarrollo. Cuaderno de trabajo. Consultado el 11 de noviembre de 2022. 
  2. Zhang JT.; Weng ZH.; Tsang KS.; Tsang LL.; Chan HC.; Jiang XH. (2016). «MycN Is Critical for the Maintenance of Human Embryonic Stem Cell-Derived Neural Crest Stem Cells.». PLoS ONE 11 (1): e0148062. doi:10.1371/journal.pone.0148062.