Migecianismo
El migecianismo fue un movimiento herético que predicaba Migecio en el año 782, profesando una doctrina islamizante encubierta, que condenaba el trato con los paganos y defendía la santidad de los cristianos, fruto de polémicas con musulmanes. Surgió en la provincia eclesiástica Bética, proliferando en Hispania, hacia el año 777.[1]
Su doctrina teológica sobre la Santísima Trinidad, claramente heterodoxa, según la cual David era Dios padre, Cristo hijo de David, y el hijo de Dios con San Pablo, el Espíritu Santo, estaba formada por personajes que entraban perfectamente como tema en el diálogo con musulmanes, adaptándose a sus interlocutores, aunque sea para refutarlos, y se puede considerar antecedente del adopcionismo, puesto que defiende la filiación humana de Jesús, hijo de David según la carne.[2]
Además de predicar otros errores o herejías como:
- Resistirse a celebrar la Pascua en la fecha puesta en el concilio de Nicea de 325 porque en la Bética se trasladaba del día 14 de Nissan al 22, y no al 21, dilatándose así la fiesta.[3] La Iglesia intentaba evitar el sistema judío de la Pascua en la fecha 14 del Nissan defendido por los obispos de Asia, que alegaban era la tradición de San Juan Evangelista, y porque la unanimidad en la fecha entre los cristianos era una muestra de universalidad de la Iglesia.[4]
- Dogmatizar que los sacerdotes no debían de tenerse por pecadores, y si se confesaban por ello, no debían acercarse al altar, y por no ser excluido del ministerio sacerdotal evitaba comer con los pecadores.[5]
- Practicar el ayuno el sábado, como lo hacían los visigodos al convivir la comunidad cristiana con la judía.[6]
- Abstenerse de la ingesta de animales inmundos.
- Considerar la inexistencia del libre albedrío y de la predestinación.
- Fomentar los matrimonios mixtos, el divorcio, el concubinato en los clérigos y las ordenaciones anticanónicas.[7]
- Opinar que la verdadera Iglesia católica estaba reducida en la ciudad de Roma por ser la nueva Jerusalén, junto con otros temas de tendencias judaizantes.[5]
El conjunto de enseñanzas de Migecio le acerca al islam en el monoteísmo absoluto, pero es para oponerse mejor a los musulmanes, puesto que en lugar de denigrarlos prefiere mostrar la santidad intrínseca de los cristianos, que no deberían tratar con ellos, precisamente por esa santidad que poseen.[8]
Todas estas herejías ponían en peligro las relaciones de tolerancia religiosa entre los ciudadanos mozárabes, y fueron denunciadas por el papa Adriano I en el año 782 al obispo Egila (775-784)[9][10] junto con el presbítero Juan, y a todos los obispos de Hispania, en las Epístolas 95, 96 y 97 extractadas del Códice Carolingio[11]
Fueron condenadas en el concilio de Sevilla de 784,[12] denominado Hispanum, y convocado por Elipando (783-808), arzobispo de Toledo y primado de Hispania, con el objetivo de reprimir a los migecianos por los errores difundidos por Migecio y Egila.[13]
Referencias
editar- ↑ P. Flórez. España Sagrada, tomo XII, 1754, pàgs. 167-172.
- ↑ Epalza. “Sobre el origen islámico del adopcionismo. Influencias musulmanas encubiertas en el cristianismo latino” en Encuentro Islamo-Cristiano, núm. 277. Serie C: Islam y Cristianismo, Madrid, mayo 1995, p. 2-3.
- ↑ P. Flórez. Clave Historial. 18ª ed, 1854, p. 168-169.
- ↑ Gonzálvez Ruiz. «El nacimiento del mundo mozárabe toledano (711-807). Un ensayo de historia comparada». Mozárabes. Identidad y continuidad de su historia, xxviii, 2011, p. 80.
- ↑ a b Díaz y Díaz. «Migecio». Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. iii, 1972, p. 1482-1483.
- ↑ COLLINS. España en la Alta Edad Media, 1986, p. 256.
- ↑ P. Flórez. España Sagrada, tomo ix, 1752, p. 261.
- ↑ Epalza. «Sobre el origen islámico del adopcionismo. Influencias musulmanas encubiertas en el cristianismo latino». Encuentro Islamo-Cristiano, núm. 277. Serie C: Islam y Cristianismo, mayo 1995, p. 3.
- ↑ Vives. «Egila». Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. ii, 1972, p. 778.
- ↑ P. Flórez. España Sagrada, tomo xii, 1754, p. 167-172.
- ↑ Duchesne. Historiae Francorum Scriptores Coetanei, tomo iii, 1641, p. 813-814 i 814-817.
- ↑ Duchesne. Historiae Francorum Scriptores, tomo iii, 1641, p. 813-823.
- ↑ Collins. España en la Alta Edad Media, 1986, p. 261.
Bibliografía
editar- P. Flórez, Enrique. España Sagrada. Teatro geográfico-histórico de la Iglesia de España, tomo v, Ed. Antonio Marin, Madrid,1750.
- Mansi, J. Dominicus. Sacrorum Conciliorum Nova et Amplissima Collectio, vol. xii (del año 687 al 777), Ed. Huberto Walter, Florencia, 1766=París, 1902.
- Duchesne, Francisco. Historiae Francorum Scriptores Coetanei, tomo iii, ed. Sébastien Cramoisy, París, 1641.