Máxima, Donatila y Segunda

Santa Máxima, Santa Donatila y Santa Segunda (c. 240 o c. 290-c. 257 o 303) son tres mártires cristianas que murieron ejecutadas en tiempos del emperador Valeriano. También es posible que muriesen bajo el mandato del emperador Diocleciano, cuando Annio Anulino era procónsul.[1]​ Son en ocasiones confundidas con Santa Perpetua y Santa Felicidad.

Santa Máxima, Santa Donatila y Santa Segunda

Ilustración de las Santas Donatila, Máxima y Segunda, por Jacques Callot (siglo XVII)
Información personal
Nacimiento c. 240 o c. 290
cerca de Thuburbo Maius, Africa Proconsularis (Cartago)
Fallecimiento c. 257 o 303
Thuburbo Maius, Africa Proconsularis (Cartago)
Religión cristiana
Información religiosa
Festividad 30 de julio
Venerado en Iglesia católica
Iglesia ortodoxa

Hagiografía

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Máxima, de 14 años de edad, y Donatila vivían cerca de Thuburbo Maius, una colonia romana ubicada en Africa Proconsularis,[2]​ casi 10 kilómetros al suroeste de Cartago. Según la versión que sostiene que murieron bajo el mandato de Diocleciano, cuando en 303 se emitió un edicto que obligaba a los ciudadanos a ofrecer sacrificios a los dioses paganos,[3][4]​ las jóvenes fueron las únicas habitantes en negarse. Denunciadas por una mujer, fueron arrestadas y trasladadas a Thuburbo Maius, donde fueron juzgadas y condenadas a muerte por Annio Anulino. Durante su encarcelamiento conocieron a Segunda, de 12 años de edad, quien se asume fue arrestada por separado puesto que la joven no es mencionada en el interrogatorio de Anulino.

La tradición sostiene que pese a que Máxima y Donatila trataron de convencer a Segunda de renunciar a su fe (era la más joven y la única hija de un hombre de avanzada edad), la pequeña se negó. Según su hagiografía, las tres mujeres fueron sometidas a diversas torturas (entre ellas ser martirizadas en un potro[5]​ y expuestas a animales salvajes, los cuales no las atacaron) y finalmente decapitadas con una espada.[5]​ Según el autor John Foxe:

...les dieron hiel y vinagre para beber, fueron severamente flageladas, atormentadas con una horca, frotadas con cal, quemadas en una parrilla, atormentadas con bestias salvajes, y al final decapitadas.[6][7]

Veneración

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Las jóvenes son consideradas santas por los cristianos orientales y occidentales, siendo su festividad celebrada el 30 de julio. El emperador Valeriano fue capturado en batalla poco después de la muerte de las tres mujeres por los partos y supuestamente desollado, acontecimiento que fue interpretado por muchos en África del Norte como un castigo divino por sus acciones contra las mártires,[8]​ de acuerdo con la versión que afirma que las santas murieron bajo su mandato.

Referencias

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  1. «The Persecution under Valerian (257 AD)». 
  2. Ruinart, Thierry (1689). Acta primorum Martyrum sincera et selecta. Ex libris cum editis tum manu scriptis collecta, eruta vel emendata, notisque & observationibus illustrata. Opera et studio Domni Theoderici Ruinart. p. 82. 
  3. The Passion of Maxima, Donatilla, and Secunda. 
  4. Tilley, Maureen A. (1996). Donatist Martyr Stories: The Church in Conflict in Roman North Africa, Translated Texts for Historians. p. 22. 
  5. a b «Ss. Maxima, Donatilla & Secunda, Virgin Martyrs, in North Africa». antiochian.org. 
  6. Malham, T.; Pratt (1829). Fox's Book of Martyrs: Or, The Acts and Monuments of the Christian Church; Being a Complete History of the Lives, Sufferings, and Deaths of the Christian Martyrs; from the Commencement of Christianity to the Present Period. p. 420. 
  7. Foxe Book of Martyrs: A Universal History of Christian Martyrdom from the Birth of Our Blessed Saviour to the Latest Periods of Persecution, Volumes 1-2. 1840. p. 10. 
  8. Meijer, Fik (2004). Emperors don't die in bed.