Longanimidad
La longanimidad (del latín longus, largo + animus, alma: alma extensa) es la estrecha relación entre la perseverancia y constancia de ánimo frente a los obstáculos y las adversidades.
También se refiere a la benignidad, la clemencia y la generosidad.
De acuerdo con el cristianismo es un aspecto del fruto del Espíritu Santo operando en la persona creyente, que le ayuda a mantenerse fiel al Señor a lo largo de la vida.
Impide el aburrimiento y la pena que provienen del deseo del bien que se espera, o de la lentitud y duración del bien que se hace, o del mal que se sufre.
Requiere paciencia extraordinaria bajo provocación o prueba. Incluye dominio de sí. Sugiere tolerancia movida por amor y el deseo de paz. La longanimidad refiere a ser flexible en aceptar las cosas de la vida, en dar flexibilidad a las actitudes y acciones de los demás, con paciencia y tolerancia.
Véase también
editarReferencias
editarEnlaces externos
editar- Latin and christian woman (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).