Logariasta (en griego: λογαριαστής, «contador») fue un tipo de funcionario financiero en el Imperio bizantino desde principios del siglo siglo XI en adelante, con la tarea de controlar los gastos.

Retrato de Alejo I Comneno procedente de un manuscrito griego de la biblioteca del Vaticano.

El puesto se menciona por primera vez en 1012, y existía tanto en las oficinas financieras (sekreta) del gobierno central como las de logoteta general, vestiarion y sacelario, así como en la administración provincial, en monasterios o fincas privadas. El logariasta aparece en las fuentes hasta el siglo siglo XV.[1]

El emperador Alejo I Comneno creó el cargo de gran logariata (en griego: μέγας λογαριαστής, «gran contador»), certificado por primera vez en 1094. Inicialmente compartió el deber de auditor general del fisco con los sacelarios, pero pronto reemplazó a estos últimos en su totalidad. El puesto está atestiguado hasta el siglo siglo XIV.[1]​ A mediados del siglo siglo XIV, el Libro de Oficios de Pseudo-Codinos, el gran logariasta ocupaba el puesto 40 en la jerarquía del palacio, siguiendo al logoteta doméstico y precediendo al protocinego.[2]​ Según Pseudo-Codinos, para su época no tenía ninguna función, sino meramente una dignidad honorífica.[2]​ El traje del oficio era idéntico al de logoteta doméstico, es decir, un turbante (faceole) y el epilúrico,[3]​ una prenda que se usaba sobre una armadura.[4]

En el siglo siglo XIV, se certifica el cargo especial de logariasta de la corte (en búlgaro: λογαριαστὴς τῆς αὐλῆς), responsable de pagar los sueldos de ciertos cortesanos.[1]​ También se registra a un logariasta de la crisóbula (en griego: λογαριαστὴς τῶν χρυσοβοῦλλων), pero sus funciones no están claras.[1]

Referencias

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  1. a b c d Kazhdan, 1991, pp. 1244-1245.
  2. a b Verpeaux, 1966, p. 135.
  3. Verpeaux, 1966, pp. 160-161.
  4. Parani, 2003, pp. 118-120.

Bibliografía

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