Ley de drogas (Chile)

ley chilena que tipifica el delito relacionado a drogas

La Ley N° 20.000, que sustituye la Ley Nº 19.366, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas,[1]​ conocida como Ley de drogas,[2][3]​ es una ley chilena que tipifica delitos y faltas relativos al tráfico y consumo de drogas y confiere facultades especiales de investigación a la autoridad. Fue promulgada el 2 de febrero de 2005 y publicada en el Diario Oficial el 16 de febrero del mismo año.[1]

Historia de la ley

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Legislación previa

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Los antecedentes de esta ley fueron:

  • Ley N.º 17.155, Modifica Código Penal en lo relativo a delitos contra la Salud Pública y Códigos de Procedimiento Penal y Sanitario, de 4 de junio de 1969.[nota 1]
  • Ley N.º 17.934, Reprime tráfico de Estupefacientes, del 16 de mayo de 1973.
  • Ley N.º 18.403, Sanciona el tráfico ilícito de drogas y estupefacientes y deroga la Ley Nº 17.934, del 4 de marzo de 1985.
  • Ley N.º 19.366, Sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, dicta y modifica diversas disposiciones legales y deroga ley N° 18.403, del 29 de septiembre de 1994.

Tramitación

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La Ley N° 20.000 se generó a partir del mensaje del presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, N.º 232-341, del 2 de diciembre de 1999, en el cual se destacan los avances logrados con la ley N.º 19.366, pero se plantea la necesidad de actualizar la normativa a la realidad de esa época.[4]

La propia aplicación de dicha ley ha determinado la necesidad de adecuarla a las actuales exigencias de la realidad nacional. A ello ha contribuido también la experiencia judicial y policial, el dinamismo con que se desarrollan estos delitos y los resultados de los permanentes estudios que efectúan el Gobierno, a través del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes y de otros servicios públicos, como también, de las Comisiones Especial de Drogas y de Constitución, Legislación y Justicia de la H. Cámara de Diputados, y de algunas instituciones privadas.
Mensaje de S.E. el Presidente de la República con el que inicia un Proyecto de Ley que sustituye la ley N° 19.366,
que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas
, 2 de diciembre de 1999.[4]

La ley ingresó a la Cámara de Diputados, la cual ofició su texto aprobado al Senado el 24 de enero de 2002. El Senado envió su texto revisado a la cámara de origen el 18 de agosto de 2004, siendo aprobadas las enmiendas del Senado por oficio del 5 de octubre de ese año. El 2 de noviembre de 2004 el proyecto pasó a la Comisión Mixta, cuyas observaciones fueron aprobadas por el Senado el 17 de ese mes, y la envió al presidente de la República —en ese entonces Ricardo Lagos— el 30 de noviembre de 2004.[4]

Tras pasar por el Tribunal Constitucional, la ley fue finalmente promulgada por el presidente Ricardo Lagos, el 2 de febrero de 2005, y publicada el 16 de febrero en el Diario Oficial.[1]

Contenido

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Estructura

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Títulos Párrafos Artículos
Título I: De los delitos y sanciones Párrafo 1º: De los crímenes y simples delitos Artículos 1-18
Párrafo 2º: De las circunstancias agravantes Artículos 19-21
Párrafo 3º: De la cooperación eficaz Artículo 22
Título II: De las técnicas de investigación Párrafo 1º: De las entregas vigiladas o controladas Artículo 23
Párrafo 2º: De la restricción de las comunicaciones y otros medios técnicos de investigación Artículo 24
Párrafo 3º: Del agente encubierto, el agente revelador y el informante Artículo 25
Título III: De la competencia del
Ministerio Público
Párrafo 1º: De la investigación Artículos 26-29 bis
Párrafo 2º: De las medidas de protección a testigos, peritos, agentes encubiertos,
reveladores, informantes y cooperador eficaz
Artículos 30-37
Párrafo 3º: De las medidas para asegurar el mejor resultado de la Investigación Artículos 38-46
Párrafo 4º: De la Cooperación Internacional Artículos 47-49
Título IV: De las faltas Párrafo 1º: De las faltas Artículo 50
Párrafo 2º: De las faltas especiales Artículo 51
Párrafo 3º: De la aplicación de la pena Artículos 52-54
Título V: De las medidas de control de precursores y sustancias químicas esenciales Artículos 55-60
Título VI: Disposiciones varias Artículos 61-76

Aplicación de la ley

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Procedimientos policiales

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La ley de drogas encarga a las fuerzas de policía —Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones— la realización de los procedimientos relativos a delitos y faltas de esta ley. Así mismo, otorga facultades limitadas a Gendarmería de Chile, cuando los delitos son cometidos dentro de los recintos penitenciarios, y al Servicio Nacional de Aduanas, cuando las pruebas del delito se encuentran en zonas sujetas a la potestad aduanera.

En el año 2013, se informaron 63 186 detenciones por infracciones a esta ley, de las cuales un 54,4% fue por porte o tenencia (34 379), un 21,8% por tráfico (13 780), un 15,7% por consumo (9910) y un 2,7% por cultivo (1687). Los principales decomisos de droga ese mismo año se realizaron por marihuana procesada (23 305,53 kilos), pasta base (10 798,40 kilos) y clorhidrato de cocaína (2932,77 kilos).[5]

Procedimientos por ley de drogas en Chile
Año Cantidad Detenciones
2010[6] 49 406 74 945
2011[6] 51 273 77 987
2012[6] 55 586 85 023
2013[5] 44 942 63 186

Permisos de cultivo

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La Ley N° 20.000 en sus artículos 8 al 11 permite excepcionalmente el cultivo de cannabis, estableciendo requisitos y penas por sus incumplimientos. El específico de estos permisos se explícita en el reglamento 867, en su título segundo; artículos 6º a 8º.[1]​ La ley establece que se permitirá el cultivo si se justifica «que están destinadas a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo», autorización que depende del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Dicho permiso se otorgó por primera vez en marzo de 2011, a la empresa Agrofuturo en Los Ángeles, pero fue revocado meses más tarde, ante lo cual la empresa interpuso un recurso de protección que fue acogido.[7]​ Finalmente, la Corte Suprema confirmó la anulación del permiso en 2014.[8]

En septiembre de 2014, el SAG autorizó a la Municipalidad de La Florida y a la Fundación Daya para cosechar cannabis con el fin de producir aceite de marihuana para pacientes con cáncer.[9]​ En enero de 2015, se autorizó nuevamente a Agrofuturo para realizar el cultivo de cannabis con fines medicinales y de investigación.[10]

Reglamentos

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El reglamento de la Ley N° 20.000, que la complementa, se aprobó por Decreto 867,[nota 2]​ del 8 de agosto de 2007, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet.[11]​Otras normas complementarias han sido dictadas en virtud de esta ley, como el Decreto 1.215 del 31 de octubre de 2006, que establece normas que regulan las medidas de prevención del consumo de drogas en los órganos estatales, y el Decreto 1.358 del 22 de diciembre de 2006, que establece normas que regulan las medidas de control de precursores y sustancias químicas esenciales mediante un Registro Especial de Usuarios.[12]

Reformas

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El texto de la Ley N° 20.000 ha sido modificado por las siguientes leyes:[13]

Otros proyectos de ley que han sido presentados en el Congreso Nacional para reformar esta ley no fueron aprobados o están en trámite, entre ellos los que buscan autorizar el uso terapéutico de la cannabis y la despenalización de su consumo.[3]

Críticas

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Regulación del consumo de drogas

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Los activistas califican esta ley como de «aplicación subjetiva y azarosa», dado que ésta no específica cantidades para distinguir la legitima posesión «para el consumo personal y próximo en el tiempo» y la figura penal del microtráfico. Así mismo, la Fiscalía tampoco dispone de criterios públicos que transparenten su disposición a formalizar esta figura penal.[14]

El antepenúltimo inciso del artículo 50, tipifica una figura llamada «consumo concertado».[1]​ Múltiples organizaciones pro-reforma de la Ley N° 20.000 lo califican como atentatoria contra el principio de libre asociación, contra la misma naturaleza humana de animal gregario, y la naturaleza del acto de consumo como un hábito social aceptado (ej: mate, café, etc).[15]

Uso de cannabis

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Cannabis sobre una copia de la Ley de Drogas, la cual castiga su cultivo, posesión, porte y distribución.

Como aplicación de la Ley N° 20.000, a través del Reglamento N° 867, el cannabis es clasificado en lista 1, como «sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas, productoras de dependencia física o síquica, capaces de provocar graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud». Cabe destacar que la cannabis en el Código Sanitario es clasificada en lista 2 como «sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas, productoras de dependencia física o síquica».

Los críticos de la ley, plantean que existe suficiente evidencia científica que refuta esta clasificación, lo que ha derivado en múltiples solicitudes de reclasificación que existen en la actualidad.[16][17]​ Otros incluso sostienen que el actual control político por parte del ejecutivo de esta lista es un vicio del sistema que se requiere una nueva orgánica independiente de naturaleza técnica y aislada de la política contingente de corto e inmediato plazo. En algunos documentos por ejemplo proponen como referencia el caso del Drug Committee en el Reino Unido.

Bajo la antigua Ley N° 19.366 se excluyó de sanción en tribunales a dos cultivadores que contaban con recomendación de su médico.[cita requerida] La ley insinúa la legitimidad de utilizar sustancias prohibidas bajo una autorización médica, al excluir de sanción a lo uniformados que así lo hagan en su Art. 14.[1]​ El cannabis y sus componentes activos son invalidados para uso clínico en los Decretos 867, 405 y 404.

«Lista negra» de abogados

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El artículo 61 de la ley N.º 20.000 de drogas establece un registro en la Contraloría de los abogados que concurran a juicio en representación de imputado por ley de drogas, para denegar o despedir a éstos de cualquier trabajo ante cualquier institución del Estado, incluso tratándose de profesores de derecho en universidades públicas.[18]​ Esta práctica ha sido considerada una discriminación arbitraria, que vulneraría el debido proceso, la igualdad ante la ley, la libertad de trabajo y otras garantías fundamentales resguardadas en la constitución y los tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile.[15]

Véase también

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  1. En su art. 3 introducía nuevos arts. 319 A a 319 G al Código Penal, relativos al tráfico y consumo de drogas.
  2. Oficialmente «Aprueba Reglamento de la Ley Nº 20.000 que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas y sustituye la Ley Nº 19.366».

Referencias

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  1. a b c d e f Ministerio del Interior de Chile (22 de octubre de 2015), «Ley N.º 20.000: Sustituye la ley n.º 19.366, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas», Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, consultado el 5 de marzo de 2016 .
  2. «Ley de Drogas». SENDA. Archivado desde el original el 19 de diciembre de 2013. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  3. a b «Marihuana en Chile: lo que dice la Ley 20.000 y la situación en otros países». BCN. 18 de junio de 2013. Archivado desde el original el 23 de febrero de 2014. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  4. a b c «Historia de la ley 20.000». Ley Chile. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  5. a b Subsecretaría de Prevención del Delito, Ministerio del Interior y Seguridad pública, Gobierno de Chile (enero de 2014). «Informe Nacional procedimientos policiales por infracción a la ley de drogas n.º 20.000 año 2013» (pdf). seguridadciudadana.gob.cl. Archivado desde el original el 12 de julio de 2015. Consultado el 20 de septiembre de 2014. 
  6. a b c Subsecretaría de Prevención del Delito, Ministerio del Interior y Seguridad pública, Gobierno de Chile (enero de 2013). «Informe Nacional procedimientos policiales por infracción a la ley de drogas n.º 20.000 año 2012» (pdf). seguridadciudadana.gob.cl. Archivado desde el original el 2 de mayo de 2014. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  7. «Corte Suprema acoge recurso que autoriza a empresa a cultivar marihuana». EMOL. 7 de octubre de 2011. 
  8. «Confirman fallo que anula autorización del SAG a empresa para cultivar marihuana en Los Ángeles». Biobio. 16 de abril de 2014. 
  9. «SAG autorizó marihuana de La Florida: Aceite en mayo de 2015». La Nación. 8 de septiembre de 2014. Archivado desde el original el 10 de septiembre de 2014. 
  10. «Copia archivada». Archivado desde el original el 5 de abril de 2015. Consultado el 2 de abril de 2015. 
  11. «Decreto 867». LeyChile. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  12. «Reglamentos de Ley N.º 20.000». SENDA. Archivado desde el original el 15 de diciembre de 2013. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  13. «Modificaciones Ley 20.000». Ley Chile. Consultado el 3 de diciembre de 2013. 
  14. Open Cannabis. «Carta al Fiscal». 
  15. a b Comisión Legalidad 1º Congreso Nacional del Cannabis. «Resumen Ejecutivo Informe Legalidad». Archivado desde el original el 2 de julio de 2014. Consultado el 30 de junio de 2013. 
  16. Marco Enríquez-Ominami. «Políticas públicas de drogas». 
  17. Andrés Velasco. «Propuestas » Derechos Civiles » Tenencia y autocultivo de marihuana». Archivado desde el original el 15 de julio de 2013. Consultado el 30 de junio de 2013. 
  18. TVN. «Informe Especial». 

Enlaces externos

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