Lengua gitana de Colombia
La lengua gitana de Colombia es la variedad lingüística del Idioma romaní o gitano hablado en Colombia.
Lengua gitana de Colombia[1] | ||
---|---|---|
Rom | ||
Hablado en | Colombia | |
Región | Atlántico, Bogotá D.C, Bolívar, Córdoba Nariño, Norte de Santander, Santander, Valle del Cauca, Villavicencio (Colombia) | |
Hablantes | 4858[1] | |
Puesto | desconocido (Ethnologue, 2013) | |
Familia |
indoeuropeo | |
Dialectos | romanés y rumeniaste | |
Códigos | ||
ISO 639-1 | rom | |
ISO 639-2 | rom | |
ISO 639-3 | rom | |
Distribución de la lengua gitana en Colombia.
| ||
Origen
editarSe presume su origen en Beluchistán y Sindi hace unos 1000 años por migraciones del pueblo gitano hacia Europa.[1] El idioma gitano llegó a Colombia durante siglo XIX,[1] lo que se constata con la existencia de familias de hablantes de hasta cuarta generación.[1]
Distribución y subgrupos
editarSe encuentran principalmente en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Córdoba , Nariño, Norte de Santander, Santander y Valle del Cauca, además de la ciudad de Bogotá. La población gitana en estos centros urbanos forman el 93.47 % de todo el país.[1]
Los principales subgrupos de la etnia son los bolochoc, los boyrás, los churón, los jhánes, los langoseti y los bimbay; la mayoría de ellos pertenecen al grupo de los kalderash.[1] Lingüísticamente se pueden identificar dos grupos en el país: los hablantes de romanés y los de rumeniaste. Los primeros están ubicados en las ciudades de Barranquilla, Bogotá, Cali, Cartagena, Cúcuta, Girón, Itagüí, Pasto y Sogamoso.[1] El rumeniaste, hablado por los ludar, se concentran en Cúcuta y otras ciudades de la región Caribe.[1]
Situación sociocultural
editarLos pueblos gitanos se caracterizan por ser nómadas, esto les ha relegado socialmente, siendo marginados y perseguidos por su situación.[1] El pueblo gitano en Colombia es altamente vulnerable, que presenta altos niveles de pobreza y necesidades, esto ha provocado que los gitanos sean vistos con malos ojos por el resto de la sociedad.[1] Esta problemática se ve acrecentada por el hecho de que los oficios tradicionales de los rom ―como el adiestramiento de caballos y los actos circenses― han caído en desuso.[1]