Las Hoyas

yacimiento paleontológico español

Las Hoyas es un yacimiento paleontológico situado en el término municipal de La Cierva, muy cerca de la ciudad de Cuenca (en la provincia del mismo nombre), Castilla-La Mancha (España).

Las Hoyas
Bien de Interés Cultural, Geositio global español

Calizas litográficas de Las Hoyas con los restos de Concavenator antes de su extracción.
Localización geográfica
Continente Europa
Región Península ibérica
Cordillera Sistema Ibérico
Macizo Serranía de Cuenca
Área protegida Tierra Muerta
Coordenadas 40°05′23″N 1°53′52″O / 40.089722222222, -1.8977777777778
Localización administrativa
País EspañaBandera de España España
Comunidad Castilla-La Mancha Castilla-La Mancha
Provincia Cuenca Cuenca
Localidad La Cierva
Datación
Rango temporal: 120 Ma
Era Mesozoico
Periodo Cretácico
Época Cretácico Inferior
Edad Barremiense
Información geológica
Zona geológica Cordilleras con cobertera sedimentaria de la península ibérica
Región paleogeográfica Iberia
Cuenca sedimentaria Dominio Ibérico Suroccidental de la Cuenca Ibérica
Formación geológica Formación La Huérguina
Litología principal calizas finamente laminadas
Ambiente de formación continental (humedales)
Medio sedimentario lacustre carbonatado
Información paleontológica
Taxón principal Aves, dinosaurios, peces, artrópodos, insectos
Tafonomía Konservat-Lagerstätte autóctono, sin transporte, restos en conexión anatómica y registro de tejidos blandos
Historia del yacimiento
Descubrimiento década de 1980
Excavaciónes desde 1988 Universidad Autónoma de Madrid, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
Investigadores principales José Luis Sanz, Ángela D. Buscalioni
Gestión
Gestión Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Comunidad de Castilla-La Mancha
Acceso público Restringido, solo con permiso
Museos Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha
Mapa de localización
Las Hoyas ubicada en Provincia de Cuenca
Las Hoyas
Las Hoyas
Ubicación en Cuenca

Está datado en el Barremiense (periodo Cretácico Inferior, y pertenece al tipo de yacimientos denominados Konservat-Lagerstätte que son aquellos que permiten una muy buena conservación del ecosistema que los formó. En concreto, Las Hoyas está conformado por formaciones de calizas litográficas que guardan en su interior los restos fosilizados que se formaron en el fondo de una laguna de agua dulce en lo que, por entonces, era una isla en un archipiélago del mar de Tetis.

Con el descubrimiento del yacimiento de Lo Hueco; la provincia de Cuenca se configura como uno de las más importantes zonas de estudio del Cretácico.

El yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría «zona paleontológica» el 15 de marzo de 2016.[1]​ Asimismo, está declarado como «Lugar de interés geológico español de relevancia internacional» (Geosite) por el Instituto Geológico y Minero de España, con la denominación «FC007: Yacimiento de Las Hoyas», dentro de la categoría «Fósiles e icnofósiles del Cretácico Inferior de la Península Ibérica».[2]

El ecosistema de Las Hoyas

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El yacimiento de Las Hoyas presenta los restos de un humedal subtropical del Cretácico inferior, marcado por una fuerte estacionalidad. Este ambiente presenta características transicionales entre los humedales forestales propios del Paleozoico y los modernos humedales cubiertos por angiospermas herbáceas acuáticas y por extensas masas de tapices de algas.

El ecosistema de Las Hoyas presenta una gran diversidad de plantas y animales que lo habitaron anual o estacionalmente. Los ambientes acuáticos estuvieron dominados por plantas carófitas, angiospermas primitivas (Montsechia vidalii, Ranunculus ferrerii y Proteaephyllum) y tapices de algas, diversos crustáceos (ostrácodos, peracáridos y decápodos), gran cantidad de peces (que presentan la mayor cantidad de fósiles del yacimiento) estructurados en nicho pertenecientes a tres niveles de profundidad (superficie, nectos y bentos), tortugas, gusanos oligoquetos acuáticos (tubifícidos)[3]​ e insectos tanto acuáticos (heterópteros de la familia Belostomatidae, coleópteros acuáticos) como semiacuáticos (chresmódidos). Asimismo en estos ambientes acuáticos también aparecen animales semiacuáticos tales como salamandras y cocodrilos (Bernissartia y Goniopholis).[4]

Por su parte los ambientes terrestres estaban dominados por bosques de coníferas (Brachyphyllum, Pagiophyllum, Sphenolepis, Cupressinocladus, Frenelopsis), cicadáceas, bennettitales y helechos, que podían llegar a formar un paisaje abierto de densa cobertera herbácea, similar a las sabanas modernas. Estas comunidades vegetales fueron afectadas por incendios estacionales, al igual que sucede en ls ecosistemas subtropicales estacionales modernos. Los insectos terrestres están representados por termitas, cucarachas, grillos, dípteros, neurópteros y una exuberante diversidad de coleópteros, entre otros. En cuanto a los vertebrados los cocodrilos son los más abundantes, especialmente los Gobiosúquidos; compartiendo hábitat con albanerpetóntidos, diversas especies de lagartos (Meyasaurus diazromerali, Hoyalacerta sanzi, Scandensia ciervensis, Ju­ca­ra­seps gran­di­pes), enantiornitas primitivas (Iberomesornis, Concornis y Eoalulavis), el mamífero Spinolestes, algunas especies de dinosaurios (Pelecanimimus, Concavenator, Mantellisaurus) y el pterosaurio Europejara.[4]

Estado de conservación

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Fósil de Montsechia vidalii proveniente del yacimiento de Las Hoyas, Serranía de Cuenca. Museo de Ciencias naturales de Valencia, Comunidad valenciana, España.

Los fósiles de este yacimiento presentan un alto grado de conservación gracias a las condiciones del ecosistema que permitieron la fosilización de estos restos. Los fósiles no muestran trazas de transporte; los elementos no muestran ningún tipo de abrasión y, en su gran mayoría, se conservan articulados (las plantas en menor grado), lo que indica que son autóctonos o que se produjeron próximos a su lugar de enterramiento. Aproximadamente, se estima que entre el 70 y el 80% de los esqueletos están articulados.

Es fácil encontrar esqueletos de pequeños animales, restos del recubrimiento de la piel de determinados animales e impresiones de plantas.[5]​ Entre los peces se conocen ejemplares juveniles de gran parte de los taxones presentes en el yacimiento; en algunos casos, forman niveles de mortalidad en masa, con cientos de individuos en un mismo nivel, y, en otros, ayudan a reconstruir series que muestran el modo de crecimiento de algunos de estos peces. Lo mismo sucede con los artrópodos, entre cuyos restos se han hallado distintos estadios de desarrollo de una misma especie, desde el estadio larvario hasta el estadio adulto; otras características de estos fósiles son los impresiones del patrón de coloración original de las alas o de finas partes como las antenas.

 
Fósil del dinosaurio carnívoro Concavenator corcovatus, encontrado en Las Hoyas (Cuenca). El fósil representa el ejemplar más completo conocido de un terópodo carcarodontosaurio.
 
Réplica del fósil de Iberomesornis romerali. Muséum national d'histoire naturelle, París.

En los fósiles de dinosaurios avianos y no avianos se han encontrado algunas muestras de tejidos blandos o difíciles de conservar. El primer dinosaurio ornitomímido descrito en Europa, Pelecanimimus polyodon, muestra algunos caracteres como la presencia de un alto número de dientes en la mandíbula e impresiones, así como marcas de piel que indican la presencia de una pequeña cresta de queratina en lo alto de la cabeza y un saco gular, similar al de los pelícanos actuales.[6]​ El ejemplar de Concavenator corcovatus muestra impresiones de una piel escamosa en la parte inferior de su cola y los pies, así como puntos de anclaje para plumas en los huesos de las extremidades superiores.[7]​ Por su parte, entre las aves encontradas hay desde ejemplares articulados a los que les falta el cráneo hasta restos aislados, plumas o incluso polluelos.[8]​ Gracias a esto se sabe que Eoalulavis, el ave conocida más antigua en presentar álula, poseía una mayor capacidad de frenado durante el vuelo, que habría aumentado sus habilidades de maniobrar y de control durante el aterrizaje.

Debido a estas condiciones de preservación, el yacimiento de Las Hoyas se considera de importancia similar a la de los yacimientos de Yixian en China, o de Messel en Alemania; Las Hoyas es uno de los pocos yacimientos paleontológicos del mundo que ofrece una visión tan completa de un ecosistema desaparecido, permitiendo la preservación de restos de gran fragilidad, difíciles de conservar, o el hallazgo de diferentes etapas vitales de una sola especie.[4]

Las excavaciones

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El yacimiento de Las Hoyas se lleva estudiando desde hace varias décadas por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha (responsable último de las colecciones paleontológicas de la región). Cada año en verano se hace una campaña de prospección y los restos hallados son posteriormente analizados en el laboratorio. El total de especímenes extraídos abarca varios cientos y sólo una pequeña parte han completado su análisis y han sido publicados por lo que es probable que en el futuro se incremente el número de nuevas especies identificadas en Las Hoyas.

Véase también

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Referencias

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  1. Consejo de Gobierno Comunidad de Castilla-La Mancha (2016) «Acuerdo de 15/03/2016, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural el Yacimiento de Las Hoyas en el municipio de La Cierva (Cuenca), con la categoría de Zona Paleontológica. [2016/3464]». Diario Oficial de Castilla-La Mancha, 35 (65): 7258-7297
  2. Instituto Geológico y Minero de España (2011). «Lugares de interés geológico españoles de relevancia internacional (Geosites)». Archivado desde el original el 10 de julio de 2012. Consultado el 16 de octubre de 2011. 
  3. Timm, T.; Vinn, O. y Buscalioni, A. D. (2016) «Soft-bodied annelids (Oligochaeta) from the Lower Cretaceous (La Huérguina Formation) of the Las Hoyas Konservat-Lagerstätte, Spain». Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie Abhandlungen, 280(3): 315–324
  4. a b c «Página oficial del yacimiento fosilífero Las Hoyas.». Archivado desde el original el 22 de febrero de 2020. Consultado el 8 de febrero de 2015. 
  5. Thomas Martin, Jesús Marugán-Lobón, Romain Vullo, Hugo Martín-Abad, Zhe-Xi Luo and Angela D. Buscalioni (2015). «A Cretaceous eutriconodont and integument evolution in early mammals». Nature 526 (7573): 380-384. doi:10.1038/nature14905. 
  6. Perez-Moreno, B. P.; Sanz, J. L.; Buscalioni, A. D.; Moratalla, J. J.; Ortega, F. y Raskin-Gutman, D. (1994). «A unique multitoothed ornithomimosaur from the Lower Cretaceous of Spain». Nature, 30: 363-367.
  7. Naish, D. (2010). «Concavenator: an incredible allosauroid with a weird sail (or hump)... and proto-feathers? Archivado el 12 de septiembre de 2010 en Wayback Machine.». Tetrapod Zoology, 9 de septiembre de 2010.
  8. Fabien Knoll, Luis M. Chiappe, Sophie Sanchez, Russell J. Garwood, Nicholas P. Edwards, Roy A. Wogelius, William I. Sellers, Phillip L. Manning, Francisco Ortega, Francisco J. Serrano, Jesús Marugán-Lobón, Elena Cuesta, Fernando Escaso & Jose Luis Sanz (2018) «A diminutive perinate European Enantiornithes reveals an asynchronous ossification pattern in early birds». Nature Communications, 9(937): 1-9.
  • Pérez-Moreno, B. P., Sanz, J. L., Buscalioni, A. D., Moratalla, J. J., Ortega, F., and Raskin-Gutman, D. (1994). "A unique multitoothed ornithomimosaur from the Lower Cretaceous of Spain." Nature, 30: 363-367.
  • Sanz, J. L. & Bonaparte, José F. (1992): A New Order of Birds (Class Aves) from the Lower Cretaceous of Spain. In: Jonathan J. Becker (ed.): Papers in Avian Paleontology Honoring Pierce Brodkorb. Natural History Museum of Los Angeles County Contributions in Science 36: 38-49.
  • Sanz, J. L. & Buscalioni, A.D. (1992): A new bird from the Early Cretaceous of Las Hoyas, Spain, and the early radiation of birds. Palaeontology 35(4): 829-845. PDF fulltext
  • Sanz, José L.; Chiappe, Luis M.; Pérez-Moreno, Bernardino P.; Buscalioni, Ángela D.; Moratalla, José J.; Ortega, Francisco & Poyato-Ariza, Francisco J. (1996): An Early Cretaceous bird from Spain and its implications for the evolution of avian flight. Nature 382(6590): 442-445. doi 10.1038/382442a0 (HTML abstract)

Enlaces externos

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