Idioma más antiguo

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La pregunta de cuál es el idioma más antiguo del mundo ha sido objeto de mucha especulación y debate, dependiendo de qué criterios se utilizan para determinar la edad de un idioma. Existe un consenso claro de que ninguna lengua moderna es demasiado antigua, ya que el cambio lingüístico es permanente y hace que todas las lenguas estén en continua evolución. Las lenguas modernas ni siquiera son totalmente inteligibles con sus antecesoras: las lenguas romances no son inteligibles con el latín, ni el inglés o el alemán moderno lo son con el proto-germánico del que provienen.

Concepto de idioma más antiguo

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La noción de idioma más antiguo puede interpretarse de varias formas, por una parte la mayor parte de los estudiosos que se han encargado del tema, lo interpretan refiriéndose a la primera lengua natural que podamos conocer de manera directa o indirecta, que estuvo en uso real entre los seres humanos.

Otra interpretación minoritaria, es la que trata de identificar algunas de las lenguas habladas modernamente o testimoniadas en inscripciones, que pueda ser considerada como la lengua de entre estas que está testimoniada desde antes o que ha estado en uso durante más tiempo. Esta interpretación tiende a descartarse porque la lingüística histórica ha mostrado que el cambio lingüístico es un fenómeno natural e inevitable, por lo que toda lengua experimenta pequeños cambios aparentemente caprichosos con el tiempo, de tal manera que las formas más escritas antiguas de la lengua tienden a volverse incomprensibles para los hablantes más recientes. En ese sentido parece que ninguna lengua es "muy antigua" porque todas están en constante renovación, aunque pueda ser que en algunas los cambios lingüísticos se han sucedido más rápidamente que en otras.

Lenguas modernas «primitivas»

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Los lingüistas convienen que no existen idiomas primitivos: ninguna lengua humana tradicional tiene una gramática rudimentaria o un vocabulario limitado que límite la capacidad del hablante de expresar ideas nuevas o discutir a cualquier nivel de profundidad. Noam Chomsky y la lingüística generativa subsiguiente han aportado fuertes evidencias de que todos los idiomas humanos poseen una "estructura profunda en común"; esas estructuras son compartidas por todos los idiomas humanos, a pesar de sus diferencias superficiales. Así se postula que existe una gramática universal para los cuales los seres humanos muestran una capacidad innata, y solo a medida que el niño pasa la fase de adquisición de la lengua materna aprende las especificidades propia de la lengua de sus cuidadores, completando en su mente los detalles particulares de su lengua.

Se ha llegado a afirmar que el idioma pirahã es un ejemplo de un idioma rudimentario, considerando que no tiene ningún número, además de poseer un inventario muy pequeño de fonemas, y de que sus cláusulas tienen una estructura escasa. Por otra parte, uno de sus investigadores primarios, Daniel Everett, escribió «nadie debe sacar la conclusión... de que el idioma pirahã es primitivo en algún sentido. Tiene la morfología verbal más compleja que conozco y un sistema prosódico notablemente complejo».

Otra cuestión no aclarada y que sigue siendo un problema abierto, es cómo surgieron por primera vez las lenguas humanas, o cómo de abrupto fue el proceso. Es conocido que los primates superiores más relacionados con los humanos que conocemos, no poseen lenguaje por lo que con seguridad algunos de los ancestros de los humanos modernos no poseían lenguaje. En cambio, todos los grupos humanos conocidos han poseído un lenguaje, queda abierto el problema de en cómo surgió el lenguaje y cuanto tiempo llevó dicho proceso. A veces se ha sugerido que pudo existir una fase llamada "fase de lengua primitiva" o "pre-lenguaje" en la que los seres humanos aun cuando no hablaban una lengua natural en el sentido usual, exhibían formas comunicativas intermedias entre las habilidades de los humanos modernos y los primates sin lenguaje.

Aparición de nuevas lenguas

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La aparición de una nueva lengua natural se ha podido observar en el desarrollo espontáneo y no planificado de varias lenguas de señas. Estos demuestran la capacidad de los seres humanos para la lengua, cuando se junta una masa crítica de personas que requieren un idioma para comunicarse. La generación espontánea de un idioma y su desarrollo a partir de un primitivo «lenguaje de señas casero», a través del lenguaje rudimentario LSN (lenguaje de señas nicaragüense) y finalmente a una forma más compleja en ISN (idioma de señas de Nicaragua) fue observado en Nicaragua en los años 1970.

Por otra parte, todos los idiomas evolucionan conforme a procesos de cambio lingüístico. Los idiomas cambian inevitablemente en su vocabulario y su fonología mientras los viejos hablantes mueren y son sustituidos por los jóvenes. Algunos lingüistas han presumido que este proceso es inevitable; la deriva lingüística, como la deriva genética, se podría utilizar para instalar un marco del tiempo. Por consiguiente, se han propuesto la teoría que puede existir una cortina de tiempo detrás de la cual las relaciones entre los idiomas, aunque válidas, serían irrecuperables. Se ha estimado que los métodos de la reconstrucción lingüística tendrían un horizonte de entre 5000 y 8000 años, más allá de ese tiempo no sería posible por los precedimientos usuales lograr identificar parentescos.

Candidatos a lenguas más antiguas

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Lingüística comparativa y proto-sapiens

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La lingüística comparativa consiste en la aplicación de técnicas comparación y reconstrucción con el objetivo de conocer las características del antecesor de un grupo de lenguas. Usualmente para familias lingüísticas claramente reconocibles, esta reconstrucción proporciona una gran cantidad de información sobre la protolengua que las originó. Sin embargo, cuando se comparan lenguas más y más distantes entre sí la información recuperable sobre el antepasado común disminuye, al punto que se acepta que existe una cortina de tiempo, por encima de la cual no es posible extraer información.

Aun así, algunos lingüistas han sostenido que no existe ninguna cortina de tiempo y que los métodos comparatistas permiten reconocer parentescos para cualquier escala de tiempo. Así, una teoría muy polémica expuesta por lingüistas comparativos, tales como Joseph Greenberg y Merritt Ruhlen, propone que todos los idiomas humanos descienden de un solo antecesor común, el lenguaje del protomundo. Si se acepta la hipótesis del «lenguaje del protomundo», un criterio posible para seleccionar un candidato para el más antiguo idioma estaría con el uso de la cladística: los idiomas que parecen haberse separado más temprano del rizoma, posiblemente serían las más antiguas. Bajo este criterio, la mayoría de los exponentes de esta hipótesis da el puesto de honor a los idiomas khoisan, hablados en África. Esos partidarios también tienden a aceptar la hipótesis del origen único de los seres humanos, y esperan que la hipótesis sobre la distancia genética humana confirmará sus especulaciones lingüísticas.

Tal y como está formulada, esta hipótesis sigue siendo controvertida y muchos lingüistas sencillamente no aceptan la idea. Otros lingüistas han señalado problemas en la metodología de Greenberg y Ruhlen, que típicamente depende de la «comparación léxica total», la comparación léxica masiva. Ellos solamente consideran convincente la evidencia que viene del método comparativo, que requiere la reconstrucción de formas en un protoidioma y el desarrollo de un sistema regular de reglas para cambiar los sonidos. Según lo ya comentado anteriormente, algunos lingüistas creen que la comparación lingüística no tiene el alcance para establecer de forma fiable las relaciones que pudo haber existido en el pasado.

Los idiomas en los cuales el método comparativo ha cavado más profundamente son los idiomas indoeuropeos, pero esto puede ser debido a que la lingüística comparativa comenzó con los estudios indoeuropeos. En cualquier caso, entre los protoidiomas reconstruidos, el más extensivamente estudiado es el protoindoeuropeo y, como tal, se puede calificar como el idioma más antiguo bajo este criterio. El protoindoeuropeo, sin embargo, es una construcción académica.

El hebreo

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Para muchos teólogos cristianos medievales y un buen número de autores judíos del mismo período, el hebreo clásico habría sido la lengua primigenia, del que derivan todas las otras lenguas. A veces con variaciones, Abraham Abulafia (siglo XIII), en su Cábala de los nombres, distingue entre el lenguaje cabalístico de la Toráh eterna y el hebreo como lengua hablada, sugiriendo que en realidad es la lengua ideal de la Toráh eterna la matriz de todas las demás lenguas. Aunque Abulafia aún sostiene que las veintidós letras del alfabeto hebreo representan los sonidos ideales que deben presidir la creación de cada una de las otras setenta lenguas conocidas en su tiempo. Un poco después Yohanan ben Isaac Alemanno aun sostendrá que el hebreo documentado es una variación de una lengua ideal más antigua.

Un experimento de antaño

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El historiador Heródoto escribió que el faraón egipcio Psamético I (Psamtik) intentaba descubrir el origen del idioma e hizo un experimento con dos niños. Supuestamente le dio dos bebés recién nacidos a un pastor, con las instrucciones que nadie les hablara, pero que el pastor debería alimentarlos y cuidarlos siempre prestando atención a sus primeras palabras. La hipótesis era que la primera palabra sería pronunciada en el idioma rizomal de la especie humana. Cuando uno de los niños gritó la palabra «bekos» con los brazos extendidos, el faraón concluyó que esa lengua era el idioma frigio (la lengua indoeuropea de los frigios, ahora extinta) porque esa era una palabra frigia para indicar el pan. Por lo tanto, concluyeron que el idioma frigio era más antiguo que el idioma egipcio. No se sabe si la historia de Heródoto es verdad, pero por lo menos representa el interés por el origen del idioma desde la antigüedad.

Lenguas más tempranamente testimoniadas

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Otro método para determinar la edad de un idioma es el de estudiar en profundidad su idioma escrito. Bajo este criterio, la mayoría de los arqueólogos concurren que las lenguas más antiguamente testimoniadas proceden de Oriente Medio:

  • Los primeros testimonios del sumerio, en escritura cuneiforme, se remontarían a cerca de 3200 a. C.[1]
  • por su parte, los primeros jeroglíficos egipcios datan del 2600 a. C.[2]
  • por otro lado, el elamita lineal es una escritura usada del 2300 al 1850  a. C. en una lengua no bien conocida, llamada proto-elamita, ya que se pensó que pudiera ser un antecesor del idioma elamita documentado entre el siglo VI y el siglo IV a. C.

Entre las lenguas o familias de lenguas con una historia documentada más antigua están:

  • Las lenguas siníticas, que cuentan con una serie ininterrumpida en alfabeto propio, cubren desde la escritura de oráculos sobre hueso (甲骨文, jiǎgǔwén) (bajo la dinastía 商 Shāng), que se remonta a partir de 1400 a. C., a los descendientes modernos de esa escritura, que aún existen. Cabe señalar que en realidad la lengua no sería idéntica, y que el chino arcaico es una lengua muy diferente al moderno chino o incluso el chino medio. Así, el "chino" habría sido usado por escrito durante unos 3400 años.
  • Las lenguas griegas se documentan desde el XVI a. C. a la actualidad, aunque igualmente se trata de lenguas que han ido cambiando. El estado más antiguo documentado se conoce como griego micénico, que dio paso al griego antiguo, y posteriormente al griego medieval y el griego moderno, por lo que estas lenguas se habrían usado por escrito durante unos 3600 años.
  • Las lenguas egipcias también cuentan con una historia inusualmente larga, desde el egipcio antiguo (c. 2600 a. C.) al copto, que actualmente se usa como lengua litúrgica de la Iglesia copta pero es una lengua muerta desde el siglo XVII o XVIII. Esto da un uso del "egipcio" como lengua escrita de unos 4000 años.[3]

Otros ejemplos, de lenguas usadas durante periodos notoriamente largos son las lenguas semíticas que usaron un abyad o escritura exclusivamente consonántico, inventadas hacia el 1500 a. C. También otras lenguas incluyen registros muy antiguos, como son el sánscrito (संस्कृतम् saṃskṛtam), el tamil y el canarés o kannada (ಕನ್ನಡ).

Véase también

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Referencias

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  1. «What Are the Oldest Languages in the World Still Widely Spoken Today?». Mondly Blog (en inglés estadounidense). 13 de mayo de 2020. Consultado el 9 de julio de 2022. 
  2. Bard, Kathryn A.; Steven Blake Shubert (1999). Encyclopedia of the Archaeology of Ancient Egypt. Routledge. p. 325. ISBN 978-0-415-18589-9. 
  3. Grossman, Eitan; Richter, Tonio Sebastian (2015). «The Egyptian-Coptic language: its setting in space, time and culture». 'Egyptian-Coptic Linguistics in Typological Perspective. De Gruyter Mouton. p. 70. ISBN 9783110346510. doi:10.1515/9783110346510.69. «The Egyptian-Coptic language is attested in a vast corpus of written texts that almost uninterruptedly document its lifetime over more than 4000 years, from the invention of the hieroglyphic writing system in the late 4th millennium BCE, up to the 14th century CE. Egyptian is thus likely to be the longest-attested human language known.» 

Bibliografía

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  • Coulmas, Florian, The Blackwell Encyclopedia of Writing Systems (Blackwell, 1999) ISBN 0-631-21481-X
  • Daniels, Peter T., y William Bright, eds., The World’s Writing Systems (Oxford, 1996) ISBN 0-19-507993-0
  • Moreno Cabrera, Juan Carlos. Lenguas del Mundo (Madrid: Visor, 1990) ISBN 84-7774-856-X
  • Moreno Cabrera, Juan Carlos. El Universo de las lenguas (Ed. Castalia, 2003).
  • Ruhlen, Merritt, The Origin of Language : Tracing the Evolution of the Mother Tongue (Wiley, 1996) ISBN 0-471-15963-8

Enlaces externos

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