Diloboderus abderus

especie de insecto
(Redirigido desde «Isoca»)

El cascarudo, cascudo o bicho torito (Diloboderus abderus) es una especie de coleóptero escarabeido, uno de los escarabajos rinoceronte. Se le llama isoca o gusano blanco a su larva. Habita principalmente en Argentina y Uruguay, además en Perú, Brasil, Paraguay y Bolivia,[1]​ tanto en las praderas como en los jardines y espacios verdes de las ciudades.

Cascarudo torito

Diloboderus abderus macho ("torito")

Diloboderus abderus hembra ("cascarudo")
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Coleoptera
Familia: Scarabaeidae
Subfamilia: Dynastinae
Género: Diloboderus
Especie: D. abderus
Sturm, 1826
Cascarudo torito macho hallado en Sudamérica (Argentina)
Diloboderus abderus macho

Características

editar

La especie presenta dimorfismo sexual. Los machos tienen un tono negro mezclado con gris oscuro y poseen un cuerno cefálico, grueso en su base que se va afinando hacia el extremo; las hembras, de color más negro y liso, no tienen cuerno y poseen la habilidad de volar. En estado larvario, se lo conoce como gusano blanco o isoca, y se alimenta principalmente de raíces y residuos orgánicos.

Modo de vida

editar

Cada hembra pone 30 huevos aproximadamente, a una profundidad de entre tres y siete centímetros bajo tierra. A menudo repite las posturas llegando a veces a los 80 huevos. La larva o isoca se moviliza dentro del suelo consumiendo materia orgánica (restos vegetales), de modo similar a una lombriz de tierra.[2]​Los adultos salen a la superficie entre enero y febrero, y pueden llegar a encontrarse hasta fines de marzo. Miden 2 cm de largo aproximadamente. A diferencia de las larvas, los adultos no se alimentan.[3]​En total tienen unos 50 días de vida aérea.

Isocas como plagas de cultivos

editar

Esta especie es considerada nociva para la agricultura, ya que la larva produce daño en los cultivos de invierno de trigo, maíz, sorgo y girasol. Con bajas temperaturas habitan en mayores profundidades. Del mismo modo, prefieren suelos poco húmedos ya que en esos casos se reduce el crecimiento de organismos patógeno que los afectan. En cantidades moderadas son considerados de gran utilidad en siembra directa por reciclar nutrientes y facilitar la aireación e infiltración de agua. En densidades mayores, como por ejemplo, 5 isocas por metro cuadrado, se aconseja implementar medidas de control. [2][4]​Esta no es la única especie presente en cultivos, llegando a encontrarse hasta seis tipos de isocas diferentes. No obstante, la que más afecta a los cultivos es la larva de Diloboderus abderus, que se distingue de las otras por tener una cabeza más ancha y rojiza (blanquecina en las otras especies). Otro aspecto distintivo son las setas del raster, visibles a simple vista o con ayuda de una lupa.[2]

Referencias

editar
  1. The Polistes Foundation (ed.). «Diloboderus abderus». Discover Life (en inglés). Archivado desde el original el 12 de septiembre de 2015. Consultado el 12 de septiembre de 2015. 
  2. a b c «Gusanos blancos: cómo identificar y controlar a los perjudiciales». Argentina.gob.ar. 20 de mayo de 2024. Consultado el 30 de agosto de 2024. 
  3. Moretti, E. (1987). Sociedad Zoológica del Uruguay, ed. «Ficha Zoológica Nº 7». Archivado desde el original el 25 de noviembre de 2005. Consultado el 2 de septiembre de 2015. 
  4. Fava, F. D.; Imwinkelried, J. M. (2004). «Evaluación de insecticidas curasemillas en el control del gusano blanco Diloboderus abderus (Coleoptera: Melolonthidae) en trigo». Ediciones-INTA, E.E.A. Manfredi. Proyecto regional de agricultura sustentable. Boletín Informativo (Manfredi: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria [Argentina]) (2). ISSN 1668-2882. Consultado el 2 de septiembre de 2015. 

Enlaces externos

editar