Indio de León

raza autóctona española de gallinas originaria de Castilla y León

El indio de León es una raza autóctona española de gallinas originaria de Castilla y León.[5]​ Se cría en algunas localidades del valle del Curueño, en la provincia de León, y su explotación se centra exclusivamente en la producción de pluma para la industria de la pesca con mosca,[6]​ cuya fama es reconocida internacionalmente.[2]

Indio de León
Nomenclatura biológica Gallus gallus
Región de origen Provincia de León
Castilla y León Castilla y León
Primeros registros 1624[1]
Características
Tipo gallo
Dimensiones 50 cm de altura[2]
Peso 1,5 kg (hembras) y 2,2 kg (machos)[3]
Plumaje gris y reflejos azulados, muy variable en la capa según el color de la pluma: blanco gris, rojo, marrón y negro[3]
Cabeza fuerte, alta y derecha[3]
Cola desarrollada y arqueada, con arranque en ángulo recto[3]
Patas muslos amplios y robustos, tarsos fuertes con 4 dedos, y espolón potente[3]
Carácter agresivo (gallo de pelea)[2]
Otros datos
Difusión Valle del Curueño (León)[2]
Utilización elaboración de señuelos para la pesca con mosca[2]
Federaciones Asociación de Criadores del Gallo de León[4]

Está incluida en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y catalogada como especie en peligro de extinción.[7]

Historia

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Se cree que tiene su origen en el primitivo gallo rojo de la jungla, y está relacionado con la gallina andaluza azul, con la que comparte el gen azul.[8]​ La primera referencia histórica de la raza data del siglo XVII, pues sus plumas aparecen citadas ya en un manuscrito conocido como Manuscrito de Astorga, de Juan de Bergara,[9]​ que trata sobre el montaje de mosca de pesca y está fechado en 1624.[1]​ En el texto, describe hasta treinta y tres formas diferentes de montar sus plumas para convertirlas en señuelos.[10]​ También aparecen citados en otro manuscrito sobre pesca, redactado por el leonés Luis Peña en 1825, en el que eleva a 41 los señuelos posibles.[11]​ El escritor Miguel Delibes hace referencia a esta raza en su obra Castilla habla,[9]​ publicada en 1986.

En 1959 se intentó fijar un patrón racial, que no se siguió por los criadores, igual que ocurrió con el señalado en 1982 por la Facultad de Veterinaria de León,[11]​ por lo que en 1988 los ejemplares no presentaban una uniformidad morfológica en cuanto a formato, color de plumaje y otras características raciales. Por este motivo no estaban considerados como raza,[11]​ y su reconocimiento oficial como raza autóctona española no llegó hasta el año 2008,[12]​ cuando se publica el primer Catálogo Oficial de Razas Ganaderas de España en el que aparecen recogidas las razas aviares, que no se incluyen en los catálogos de 1979,[13]​ 1995[14]​ y 1997.[15]​ Desde su ingreso figura como raza en peligro de extinción.[7]

Por iniciativa de veintiún criadores en 2014 se inauguró en La Vecilla el Museo del Gallo, dedicado a este animal, tanto de esta raza como del pardo de León,[16]​ con un coste de 225 000 €.[4]​ También en el municipio se desarrolla el segundo fin de semana de marzo la Feria de Muestras de Gallos de Pluma y Mosca Artificial, que en 2023 registra su 25º edición.[17]

La Junta de Castilla y León mantiene una línea de subvenciones para el fomento de las razas autóctonas de la comunidad, en las que se incluye el indio de León.[18][19]

Morfología

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Se trata de animales de carácter agresivo,[2]​ con un comportamiento muy territorial y suelen pelearse sobre todo cuando son jóvenes.[20]​ De porte armónico y vigoroso, tienen cabeza fuerte, alta y derecha, con cresta sencilla que se apoya en el pico[3]​ y con una altura total de unos 50 cm.[2]​ Su cola es desarrollada y arqueada, con arranque en ángulo recto, y las patas están provistas de amplios y robustos muslos, tarsos fuertes con cuatro dedos, y espolón potente[3]​ El peso está establecido en 1,5 kg para las hembras y 2,2 kg para los machos,[3]​ aunque puede oscilar entre 2 y 3 kg.[4]

El plumaje es de color gris con reflejos azulados, variable en la capa según el color de la pluma: blanco gris, rojo, marrón y negro, según el patrón racial,[3]​ que también son denominadas como negrisco (negro grisáceo billante), acerado (gris ceniza), plateado (gris perla), rubión (rojo o gris con zonas del manto rojizas) y palometa (blanco).[11]​ Los criadores diferencian las variedades de oscuro, acero, medio, avellanado y claro,[2]​ y también se suelen citar otras como aplomado, sarnoso, crudo o palomilla.[11]​ Llegó a tener veinte variedades que comprendían del blanco al negro, incluyendo las de acero, dorado y rojizo y de las que ya se han perdido más de una docena.[4]​ Se debe en parte a que tradicionalmente se ha seleccionado en contra de las tonalidades fuertes del gris-azulado, por lo que presentan un aspecto gris claro y nada azulado. Sin quererlo, se ha ido contra los genes que aumentan la melanosis, que está presente en las razas negras españolas como la castellana negra, la menorquina, la carablanca o la andaluza azul.[11]

Su cría resulta complicada debido al gran grado de consanguinidad que existe entre los ejemplares. Además, la fertilidad del huevo se sitúa alrededor del 50% y la supervivencia de los pollos se queda en un 30%, de los cuales la mitad son gallinas. Por ello, de una incubación de trescientos huevos, los gallos que llegan a la edad adulta se reduce aproximadamente a treinta y cinco.[6]​ También es una raza muy delicada en cuanto a enfermedades y manejo.[20]

La Asociación de Criadores del Gallo de León sostiene que el gallo combatiente español es un gallo indio de León, que el logareto sanabrés es un cruce entre el indio y el pardo de León, y que también descienden de él otras razas de gallos portuguesas.[4]​ Además, ha sido relacionado con otras razas aviares como la leghorn, la rhode o la castellana negra, aunque no se ha realizado ningún estudio científico para demostrarlo; pero con toda seguridad ha tenido cruces con otras aves de corral con las que haya compartido el espacio.[11]

Su uso principal es la producción de pluma, y con el fin de buscar mayor calidad ha sido seleccionado tradicionalmente. Destacan por su transparencia, finura, poder de secado y brillo[4]​ y con ellas se confeccionan señuelos, en concreto moscas para la pesca de la trucha.[7]​ Sus plumas son las más apreciadas por los pescadores de río, pues están consideradas las mejores del mundo y no solo están destinadas al mercado nacional, sino que se utilizan en Argentina, Chile, República Checa, Francia, Japón, Estados Unidos o Noruega, entre otros.[2][9]

Las plumas se extraen en lo que los criadores denominan la pela, que se hace varias veces al año arrancando las plumas de dos zonas del gallo: las del cuello para la fabricación de la mosca seca y las de la espalda para la mosca ahogada. Las primeras tienen mucha competencia en el mercado y son las segundas las más especiales y las que le han dado la fama que tienen.[11][20]

Estos gallos tienen una esperanza de vida de diez años, aunque a partir del quinto año sus plumas comienzan a perder calidad para su venta[21]​ y el segundo año es el mejor en cuanto a producción.[20]​ Cada ejemplar produce entre veinte y cuarenta docenas de plumas válidas.[21]​ Las más apreciadas son las de la variedad avellanado.[22]​ Sobre el color y el brillo característico, existe la creencia tradicional de que se debe a una veta de uranio que recorre el valle, que es falsa.[20][11]

Distribución

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El primer censo que se realizó de la raza fue en 1960, e incluyendo a la raza pardo de León, muy similar y autóctono de la misma zona, registra cien parejas,[6]​ y en 2013, incluyendo también a ambas razas, se cifra en dos mil.[6]​ En 2015 las parejas de esta raza no llegaban a cuarenta, y solo el 10% del gallo que se criaba en el valle correspondía a esta raza.[4]​ En 2018 ante la amenaza de la gripe aviaria el INIA congeló su semen para garantizar la supervivencia de la especie, que en ese año contaba, junto con el pardo, solo con setecientos ejemplares, y de ellos solo doscientas parejas,[2]​ cien ejemplares menos que en 2015.[4]

Su distribución geográfica se centra principalmente en la provincia de León, y en concreto en los municipios del valle del río Curueño,[3][23]​ como La Vecilla,[3][24]Valdepielago,[3]La Cándana de Curueño,[21][3]Campohermoso,[3]Aviados[3]​ y Ranedo,[3][7]​ aunque también se extiende por otras zonas, como la provincia de Zamora.[25]​ Otras localidades en las que también se extendía la cría tradicional de esta raza son La Mata de Bérbula,[11]​ La Matica,[11]Otero de Curueño,[11]La Mata de Curueño[11]​ o Boñar,[11]​ donde tuvo tanta importancia que estas aves antiguamente eran citadas como los gallos de Boñar.[11]​ La cría fuera de esas localidades es muy heterogénea, y hay poblaciones descendientes de ellos en el valle del Sella (Asturias), y en Francia son conocidos como coq de pêche.[11]

La Asociación de Criadores del Gallo de León asegura que solo La Cándana de Curueño dedica su crianza para la venta de pluma, y que solo se da con la finura y brillo característicos en esa localidad.[4][20]

Véase también

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Referencias

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  1. a b Vizcay, Pedro (9 de marzo de 2007). «Gallos indios y pardos, las razas genuinas del valle del Curueño». León: Diario de León. Consultado el 11 de febrero de 2023. 
  2. a b c d e f g h i j Dallo, Eva (31 de marzo de 2018). «Salvar al gallo leonés de las plumas de oro». El Mundo. Consultado el 11 de febrero de 2023. 
  3. a b c d e f g h i j k l m n ñ o «Ficha: Raza aviar INDIO DE LEÓN». Razas Ganaderas (ARCA). Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Consultado el 11 de febrero de 2023. 
  4. a b c d e f g h i Gil Álvarez, Tomás (26 de diciembre de 2015). «El gallo indio de León. DEP». Diario de León. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  5. E., Melo, Manuel (1946). Tipos, clases y razas de gallinas y su presentación para exhibirlas.. [Impr. Nacional]. OCLC 18967100. Consultado el 29 de enero de 2023. 
  6. a b c d «El gallo de León para la producción de pluma». Avicultura.com. 29 de mayo de 2013. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  7. a b c d de España, Gobierno (2019). Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ed. Razas de ganado del Catálogo Oficial de España. Madrid: Centro de Publicaciones. Consultado el 28 de enero de 2023. 
  8. Fernández Rodríguez, Miguel; España. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (D.L. 2009). Guía de campo de las razas autóctonas españolas : D. Fernando Orozco Piñán in memorian. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Centro de Publicaciones. ISBN 978-84-491-0946-1. OCLC 630551372. Consultado el 29 de enero de 2023. 
  9. a b c H., M. (21 de abril de 2021). «El gallo de León o la muerte de nuestros pueblos». Diario de Burgos. Consultado el 11 de febrero de 2023. 
  10. Bustillo Navarro, Ángel. «Manuscrito de Astorga "Libro de adereçar y adobar plumas para pescar truchas"». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 
  11. a b c d e f g h i j k l m n ñ o Orozco Piñán, Fernando (1988). «El gallo de León». Selecciones avícolas (revista de la Real Escuela de Avicultura y la Real Escuela Oficial y Superior de Avicultura) (Arenys de Mar: José A. Castelló Llobet, publicado el junio de 1988) 30 (6): pp. 163-171. ISSN 0210-0541. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  12. «Real Decreto 2129/2008, de 26 de diciembre, por el que se establece el Programa nacional de conservación, mejora y fomento de las razas ganaderas». Boletín Oficial del Estado. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. 27 de enero de 2009. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  13. «Orden de 30 de julio de 1979 por la que se establece el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España». Boletín Oficial del Estado. Madrid: Ministerio de Agricultura. 9 de agosto de 1979. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  14. «Real Decreto 51/1995, de 20 de enero, por el que se establece un régimen de medidas horizontales para fomentar métodos de producción Agraria compatibles con las exigencias de la protección y la conservación del espacio natural». Boletín Oficial del Estado. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 8 de febrero de 1995. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  15. «Real Decreto 1682/1997, de 7 de noviembre, por el que se actualiza el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España». Boletín Oficial del Estado. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 21 de noviembre de 1997. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  16. «Museo del Gallo». Museos: educa tus sentidos. Portal de Turismo de la Junta de Castilla y León. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  17. Fernández González, Lidia (10 de febrero de 2023). Diario de Valderrueda, ed. «Regresa la XXV Muestra de Gallos de Pluma y Mosca Artificial de La Vecilla». Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  18. «Estas son las ayudas de la Junta para fomentar la cría de razas puras y autóctonas de la comunidad». Valladolid: La Opinión de Zamora. 22 de junio de 2021. Consultado el 18 de febrero de 2023. 
  19. «La Junta duplica el importe de las ayudas al fomento de la cría de razas puras en los libros genealógicos». León: León Noticias. 22 de junio de 2021. Consultado el 18 de febrero de 2023. 
  20. a b c d e f «Gallo de León, un ave muy peculiar». Agrinews. julio de 2014. Consultado el 18 de febrero de 2023. 
  21. a b c González, José María (2003). «Los Gallos de la Candana». Consultado el 11 de febrero de 2023. 
  22. Gómez, Antonio; del Blanco, Oscar. «Pluma de Gallo de León. INDIO AVELLANADO». Moscas de León. Consultado el 11 de febrero de 2023. 
  23. Díez Fernández, Jesús (2004). Sendas y espejos : río Curueño (1a. ed edición). [Cyan]. ISBN 84-8198-536-8. OCLC 433062365. Consultado el 16 de febrero de 2023. 
  24. «Montaña y Ribera». Mancomunidad del Curueño. Valdelugueros, La Vecilla y Santa Colomba de Curueño. Consultado el 16 de febrero de 2023. 
  25. de la Fuente Crespo, Luis Fernando; Yanes García, José Emilio (2010). «Cría tradicional del gallo indio de León en la provincia de Zamora». Feagas (36). ISSN 1887-4177. 

Enlaces externos

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