Hermandad de Guipúzcoa
La Hermandad de Guipúzcoa fue una entidad territorial de la Corona de Castilla cuyo origen data en la Baja Edad Media. Es la principal precursora de la actual provincia y de su ordenamiento jurídico propio como «provincia exenta».
Antecedentes
editarAunque se conocen diversas juntas parciales formadas por las villas de la Tierra de Guipúzcoa en el siglo XIV, las celebradas en Guetaria en 1397 suponen un antes y un después en la estructuración política del territorio.
Aunque la documentación regia generada entre 1362 y 1370 ya habla en varias ocasiones de una «Hermandad de la Tierra de Guipuzcoa», será la de 1375 en Tolosa la que se considere como la primera Hermandad de la Provincia. Desde entonces, y para hacer frente a la violencia del territorio guipuzcoano, los cargos de alcaldes de Hermandad contaron con atribuciones especiales para actuar en cualquier parte de Guipúzcoa, llevar las investigaciones de cada caso denunciado y dictar sentencias inapelables.
Presidida por el corregidor Gonzalo Moro (reflejo del interés del rey castellano por potenciar el nuevo ente político), las decisiones tomadas en aquella Junta se plasmaron en el primer Cuaderno de Ordenanzas de la Provincia.
Las ordenanzas
editarHubo cuadernos de ordenanzas en los años 1397, 1415, 1453, 1457 y 1482; siendo el más importante el de 1463, cuyo objetivo principal no será ya la persecución de malhechores, sino la organización del Territorio y de la propia Hermandad. En este periodo la Hermandad encarga la realización de libros copiadores del conjunto de disposiciones legales que le afectaban, entre los que destaca el Libro de los Bollones (1481-1506), elaborado por Domenjón González de Andía, primer escribano fiel de la Provincia. Todos estos documentos se conservan en el Archivo General de Guipúzcoa (Tolosa). El rey castellano Enrique IV concede el título a Guipúzcoa de «noble y leal».