Guerra hispano-argelina (1775-1785)
La guerra hispano-argelina fue un conflicto militar del siglo XVIII que enfrentó a la regencia de Argel contra una alianza de naciones cristianas encabezadas por la Monarquía Hispánica, que buscaban terminar con la piratería berberisca y el comercio berberisco de esclavos capturados en las costas europeas. La victoria aliada significó la reducción temporal de estas actividades.
Guerra hispano-argelina (1775–1785) | ||||
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Parte de conflictos hispano-argelinos | ||||
Argel y su puerto en un grabado neerlandés de 1690. | ||||
Fecha | 1775–1785 | |||
Lugar | Argelia y el Mediterráneo | |||
Resultado | Victoria cristiana[1][2] | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Trasfondo
editarEspaña y Argelia se encontraban en un estado de conflicto desde la época de los Austrias españoles. Debido a la constante ocupación del imperio hispánico con guerras en Europa y en el resto del mundo, sus costas eran a menudo presa fácil para las incursiones esclavistas norteafricanas, que después vendían a sus víctimas en numerosos países. Aun después de la desastrosa guerra de sucesión española, España aún conservaba varias de sus Plazas Fuertes de África vecinas a Argel, destacadas de ellas Orán y Mazalquivir, la primera de las cuales había sido recientemente reconquistada por España en 1732, con una flota que incluía al Duque de Montemar y Blas de Lezo.
En 1774, el sultán Mohammed III de Marruecos declaró la guerra a España y puso sitio a Melilla, amparado por refuerzos británicos y argelinos. Pese a la larga duración del sitio y la gran ventaja numérica de los asaltantes, la plaza fuerte española resistió y repelió a los sitiadores el año siguiente. Con Marruecos fuera de acción por el momento, y en medio de este clima, Carlos III declaró la guerra a Argel, el foco central de toda la piratería mora y la oposición al control hispánico.
Conflicto
editarEl mismo año, 1775, España organizó una campaña para conquistar Argel. La expedición estaba formada por una flota de siete navíos de línea de 70 cañones, doce fragatas de 27, cuatro urcas de 40, nueve jabeques de 32, tres paquebotes de 14, cuatro bombardas de 8 y siete galeotas de 4, con un total de 46 buques de guerra y 1364 cañones. El mando correspondía al teniente general Pedro González de Castejón, el del ejército de 18 400 hombres al general Alejandro O'Reilly, y el de la flota sutil al capitán de navío Antonio Barceló. La escuadra zarpó el 22 de junio y, tras unírsele una fragata de Malta y dos del duque de Toscana, el 8 de julio comenzó la operación. La invasión, sin embargo, fue un fracaso debido a una mezcla de factores. Con la llegada de la guerra anglo-española de 1779, en la que España intervino para garantizar la independencia de los Estados Unidos, las acciones contra el corso musulmán debieron esperar.
Al término de la guerra en 1783, el monarca autorizó una acción de bombardeo contra Argel al mando de Antonio Barceló. Aunque se logró causar daños importantes a la ciudad con un número mínimo de bajas, no fueron suficientes. Al año siguiente, un nuevo bombardeo también comandado por Barceló consiguió infligir daños más significativos. El Dey de Argel, bajo la amenaza de una nueva expedición que ya estaba siendo preparada por Barceló, que había prometido bombardear Argel cada año hasta que aceptaran sus condiciones, aceptó entrar en negociaciones con España.[3][4] Esto culminó en un tratado que fue firmado el 14 de junio de 1786 por el mismo dey y José de Mazarredo, que llegó a Argel al mando de un escuadrón de dos navíos de línea y dos fragatas.[5] Túnez también prefirió llegar a un acuerdo con los españoles.[4]
Consecuencias
editarEn lo que se refiere a estas naciones, se daba temporalmente por terminada la piratería y el tráfico berberisco de esclavos en el mar Mediterráneo.[1][4] Aunque la redacción del tratado de 1785 resultó problemática, debido al compromiso de Mazarredo de pagar 700.000 pesos sin venir a cuento y a un error de traducción achacado a un posible espía francés, el Conde de Expilly, la firma del documento dio los españoles paz, paso libre y comercio con Argel, considerándose el desenlace como positivo en cualquier caso.[6]
Los resultados de este conflicto sentaron las bases del éxito de los Estados Unidos durante la guerra de Trípoli, que ha acaparado la atención de las fuentes históricas en detrimento del papel de España.[7] La piratería africana, sin embargo, regresaría al calor de las guerras napoleónicas.
Referencias
editar- ↑ a b Asensio Bernalte, 1984, p. 724.
- ↑ Laínz Fernández, 2006, p. 142.
- ↑ Rodríguez González, 2005, p. 211.
- ↑ a b c Trigo Chacón, 2008, p. 567.
- ↑ Fernández Duro, 1902, p. 347.
- ↑ Sánchez Doncel, 1991, p. 275-278.
- ↑ San Juan, 2019.
Bibliografía
editar- Asensio Bernalte, José Ángel (1984). «Incidencias corsarias en las costas catalanas durante en reinado de Carlos III (1756-1788), según la "Gazeta" de Madrid». Primer Congrés d'Història Moderna de Catalunya 1. Barcelona: Universidad de Barcelona. pp. 721-730. ISBN 84-75281-53-2.
- Fernández Duro, Cesáreo (1902). «XIX. Bombardeo de Argel». Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón VII. Madrid: Imprenta Sucesores de Rivadeneyra.
- Laínz Fernández, Jesús (2006). La nación falsificada. Madrid: Ediciones Encuentro. ISBN 84-7490-829-9.
- Rodríguez González, Agustín (2005). Trafalgar y el conflicto naval anglo-español del siglo XVIII. Madrid: Actas Editorial. ISBN 84-9739-052-0.
- Sánchez Doncel, Gregorio (1991). Presencia de España en Orán (1509-1792). Toledo: Instituto Teológico de San Ildefonso. ISBN 84-6007-614-8.
- San Juan, Víctor (2019). Breve historia de las batallas navales de las fragatas. Nowtilus. ISBN 978-8413050768.
- Trigo Chacón, Manuel (2008). Los estados y las relaciones internacionales 1. Madrid: Editorial Visión Libros. ISBN 978-84-9886-332-1.
- Vidal, Josep Juan; Martínez Ruiz, Enrique (2001). Política interior y exterior de los Borbones. Madrid: Ediciones Akal. ISBN 84-7090-410-8.