Fungia fungites es una especie monotípica del género de corales Fungia, que pertenece a la familia Fungiidae.[2]​ Su nombre común es coral plato.

Fungia fungites
Estado de conservación
Casi amenazado (NT)
Casi amenazado (UICN)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Cnidaria
Clase: Anthozoa
Subclase: Hexacorallia
Orden: Scleractinia
Familia: Fungiidae
Género: Fungia
Especie: Fungia fungites
(Linnaeus, 1758)
Sinonimia
  • Fungia (Fungia) fungites (Linnaeus, 1758)
  • Fungia agariciformis Lamarck, 1801
  • Fungia agariciformis var. tenuifolia Dana, 1846
  • Fungia confertifolia Dana, 1846
  • Fungia crassilamellata Milne Edwards & Haime, 1860
  • Fungia crassolamellata Milne Edwards & Haime, 1851
  • Fungia dentata Dana, 1846
  • Fungia fungites var. columnifera Döderlein, 1902
  • Fungia fungites var. grandis Döderlein, 1902
  • Fungia fungites var. incisa Döderlein, 1902
  • Fungia fungites var. indica Döderlein, 1902
  • Fungia fungites var. insularis Nemenzo, 1955
  • Fungia fungites var. lucapensis Nemenzo, 1955
  • Fungia fungites var. plicata Döderlein, 1902
  • Fungia fungites var. stylifera Döderlein, 1902
  • Fungia haemei Verrill, 1864
  • Fungia papillosa Verrill, 1866
  • Fungia patella Ellis & Solander, 1786
  • Fungia puishani Veron & DeVantier, 2000
  • Madrepora fungites Linnaeus, 1758

Su esqueleto es macizo y está compuesto de carbonato cálcico. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas.

Hasta muy recientemente, el género contaba con más de 30 especies, pero el Registro Mundial de Especies Marinas ha actualizado su taxonomía, con base en estudios recientes,[3]​ reduciendo a una única especie en el género.[4]

Morfología

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Los corales Fungia fungites son pólipos solitarios libres, que, cuando alcanzan la madurez, pueden desplazarse unos 30 cm diarios. Durante su juventud están anclados a rocas mediante una especie de tallo que se romperá, dejando libre de movimientos al coral. Secretan un esqueleto en forma oval o discoidal, de cuyo centro parten radialmente los septa hacia el perímetro. El esqueleto es poroso y ligero. Alcanza los 31 cm.[1]

Tienen la habilidad tanto de quitarse sedimentos o restos de su superficie, como de recobrar su posición en caso de que hayan sido dados la vuelta; lo consiguen hinchándose de agua como una bola y aprovechando las corrientes.

La boca del animal se encuentra en el centro y los tentáculos son pequeños y presentan unas células urticantes denominadas nematocistos, empleadas en la caza de presas de plancton. Durante el día suelen tener retraídos los tentáculos, extendiéndolos por la noche para cazar.

La gama de colores abarca la práctica totalidad, siendo más comunes el verde, violáceo o rosa.

Alimentación

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Contienen algas simbióticas llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno).[5]​ Esto les proporciona entre el 70 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton y materia orgánica disuelta en el agua.

Reproducción

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Se reproducen asexualmente mediante gemación y sexualmente lanzando al exterior sus células sexuales. En este tipo de reproducción, la mayoría de los corales liberan óvulos y espermatozoides al agua, siendo por tanto la fecundación externa. Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula[6]​ que cae al fondo, se adhiere a él y comienza su vida sésil, secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, o coralito.

Hábitat

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Viven en arrecifes localizados en los mares tropicales, en zonas poco profundas, bien iluminadas y cercanas a las costas. Mayoritariamente se encuentran en fondos rocosos de laderas y en sustratos arenosos del arrecife, entre lagunas y zonas protegidas de fuertes corrientes.

Su rango de profundidad es entre 1 y 25 m,[1]​ aunque se reportan localizaciones entre 0 y 40 m, y en un rango de temperatura entre 25.48 y 28.22 °C.[7]

Distribución geográfica

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Se distribuyen en el océano Indo-Pacífico, desde las costas del África oriental, Madagascar, Seychelles, Maldivas, Mar Rojo, India, Indonesia, Nueva Caledonia, Filipinas, Japón, Nueva Guinea, Australia y en las islas del Pacífico central.

Es especie nativa de Arabia Saudí; Australia; Birmania; Camboya; Chagos; isla Christmas; Cocos (Keeling); Comoros; islas Cook; Egipto; Eritrea; Filipinas; Fiyi; Guam; India; Indonesia; Israel; Japón; Jordania; Kenia; Kiribati; Madagascar; Malasia; Maldivas; islas Marianas del Norte; islas Marshall; Mauritius; Mayotte; Micronesia; Mozambique; Nauru; isla Navidad; Nueva Caledonia; Niue; Omán; Palaos; Papúa Nueva Guinea; Polinesia Francesa; Reunión; islas Salomón;Samoa; Samoa Americana; Seychelles; Singapur; Somalia; Sri Lanka; Sudán; Tailandia; Taiwán; Tanzania; Tokelau; Tonga; Tuvalu; Vanuatu; Vietnam; Wallis y Futuna; Yemen y Yibuti.[1]

Galería

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Conservación

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La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN califica esta especie de Casi amenazada ver 3.1, exponiendo al respecto: En general, la mayor amenaza para los corales es el cambio climático global, en particular, las temperaturas extremas que conducen a la decoloración y una mayor susceptibilidad a la enfermedad, aumento de la gravedad de los acontecimientos y las tormentas ENOS, y la acidificación del océano. La amenaza conocida más importante para esta especie es la extensa reducción del hábitat de arrecifes de coral, debido a una combinación de amenazas. Las tendencias de población específicas son desconocidas, pero la reducción de la población se pueden deducir de la pérdida de hábitat estimada (Wilkinson 2004).[8]​ Está muy extendida y es muy común en toda su área de distribución, y por lo tanto es probable que sea más resistente a la pérdida de hábitat y la degradación de los arrecifes, debido a un tamaño efectivo de la población general asumido que esiá altamente conectado y / o estable con una mayor variabilidad genética.

Las medidas recomendadas para la conservación de esta especie incluyen la investigación en: taxonomía, la población, la abundancia y tendencias, el estado de la ecología y hábitat, amenazas y resistencia a las amenazas, la acción de restauración; identificación, creación y gestión de nuevas áreas protegidas; expansión de las áreas protegidas; gestión de la recuperación; y de la enfermedad, y la gestión de parásitos patógenos. La propagación artificial y técnicas como la criopreservación de gametos pueden ser importantes para la conservación de la biodiversidad de corales.

Referencias

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  1. a b c d Hoeksema, E., Obura, C., Wood, E., Rogers, A. & Quibilan, M. (2008). «Fungia fungites». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2016.2 (en inglés). ISSN 2307-8235. Consultado el 19 de octubre de 2016.. 
  2. Hoeksema, B. (2015). Fungia fungites (Linnaeus, 1758). Accessed through: World Register of Marine Species at http://www.marinespecies.org/aphia.php?p=taxdetails&id=207350 Registro Mundial de Especies Marinas. Consultado el 19 de octubre de 2016.
  3. Gittenberger, A., Reijnen, B.T. & Hoeksema, B.W. (2011) (en inglés) A molecularly based phylogeny reconstruction of mushroom corals (Scleractinia: Fungiidae) with taxonomic consequences and evolutionary implications for life history traits. Contributions to Zoology 80: 107-132. , disponible en línea en: http://dpc.uba.uva.nl/cgi/t/text/get-pdf?c=ctz;idno=8002a02 Archivado el 2 de julio de 2019 en Wayback Machine.
  4. Hoeksema, B. (2015). Fungia Lamarck, 1801. Accessed through: World Register of Marine Species at http://www.marinespecies.org/aphia.php?p=taxdetails&id=206375. Registro Mundial de Especies Marinas. Consultado el 19 de octubre de 2016.
  5. Debelius, Heimut y Baensch, Hans A. Atlas Marino. Mergus. 1998.
  6. http://es.wiktionary.org/wiki/pl%C3%A1nula
  7. http://www.iobis.org/mapper/?taxon_id=444768 IOBIS: Sistema de Información Biogeográfica Oceánica. Consultado el 19 de octubre de 2016.
  8. Wilkinson, C. (2004) (en inglés) Status of coral reefs of the world: 2004. Australian Institute of Marine Science, Townsville, Queensland, Australia.

Bibliografía

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  • Gittenberger, A., Reijnen, B.T. & Hoeksema, B.W. (2011) (en inglés) A molecularly based phylogeny reconstruction of mushroom corals (Scleractinia: Fungiidae) with taxonomic consequences and evolutionary implications for life history traits. Contributions to Zoology 80: 107-132. , disponible en línea en: https://web.archive.org/web/20190702035821/http://dpc.uba.uva.nl/cgi/t/text/get-pdf?c=ctz;idno=8002a02
  • Hoeksema, B.W., (1989) (en inglés) Taxonomy, phylogeny and biogeography of mushroom corals (Scleractinia: Fungiidae). Zoologische Verhandelingen, Leiden 254: 1-295., disponible en línea en: https://web.archive.org/web/20150924090552/http://www.repository.naturalis.nl/document/149013
  • Sprung,Julian y Delbeek, J.Charles (1997). The Reef Aquarium (en inglés). Ricordea Publishing. 
  • Debelius, Helmut y Baensch, Hans A. (1998-2006.). Atlas Marino. Mergus. 
  • Gosliner, Behrens & Williams. (1996) (en inglés) Coral Reef Animals of the Indo-Pacific. Sea Challengers Publishers.
  • Veron, J.E.N. (1986) (en inglés) Corals of Australia and the Indo-Pacific. Australian Institute of Marine Science.

Enlaces externos

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