Francisco Guerrero Martínez
Francisco Guerrero Martínez (Cartagena, Murcia, 26 de agosto de 1877-Albacete, 21 de diciembre de 1959) fue un tallista y escultor español que desarrolló su obra artística en Albacete.
Biografía
editarHijo del maestro tallista Gregorio Guerrero Laplaza, su vida corrió en paralelo a la del padre hasta la muerte de este en 1922.
En 1904, tras el regreso de la familia de Madrid, se establecen en la calle Tinte número 42 de Albacete, en una casa que hace las veces de vivienda y taller. Y así se anuncian, como "ebanistas", el patriarca, Gregorio, y sus dos hijos: Francisco y José Balbino.
Francisco Guerrero contrae matrimonio con Josefa Hortelano Herreros, teniendo tres hijos: María Concepción, María Mercedes y Ángel.
Salvo sus dos primeros años de vida en Cartagena y un breve periodo en Madrid en su juventud, su vida transcurrirá íntegramente en la capital albaceteña hasta su muerte.
Obra artística
editarAunque figurara como "ebanista" de oficio, Francisco Guerrero abarcó muchas técnicas y trabajó con los más diversos materiales. Desde la escayola para molduras y ornamentación de toda índole, pasando por la piedra en la confección de grupos escultóricos, hasta la talla en madera para la que no pudo contar con mejor «maestro» que su propio padre. Su actividad profesional se divide en varios periodos, diferenciados entre ellos únicamente por el cambio de identidad de sus socios.
- Primer periodo: los trabajos realizados en el taller de la calle del Tinte número 42, donde comparte labor y vivienda con su padre y su hermano José Balbino. Esta sociedad familiar se rompe con la muerte de Gregorio en 1922 y la marcha de su hermano a Madrid en 1924. De este periodo datan trabajos como: los escudos heráldicos de las familias de Gabriel Alfaro y Gabriel Lodares en la Capilla de San Antonio Abad en la Catedral de San Juan de Albacete, la ornamentación del Gran Hotel de Albacete (significar los grupos escultóricos de la fachada) y en la restauración del Teatro Circo de Albacete en 1919 (plateas, palcos y, lo único que hoy se conserva, las ninfas que representan la música y el teatro). En todos estos trabajos, las fuentes orales que le atribuyen la autoría también destacan la colaboración o participación indirecta de su padre y maestro, Gregorio Guerrero Laplaza.
Pasaje Lodares de Albacete (entrada desde la C/Mayor)
Bargueño en madera de nogal.
- Cuarto periodo: a principios de los años cuarenta, aquejado de una enfermedad que fue deteriorando su visión, deja los grandes proyectos y se retira para dedicarse a pequeñas labores de talla. Los trabajos los realiza en una habitación habilitada como taller en casa de su hija Mercedes, con quien vive junto a la familia de ésta.
Referencias
editar- Gregorio Guerrero Laplaza: un artista de talla e inventiva. Miguel Ángel Molina Jiménez. Instituto de Estudios Albacetenses. Albacete, 2017.
- El Día de Albacete: El Pasaje Lodares. Antonio Herreros Bisquert. 4 de abril de 2011.