Falacia de la ventana rota
La falacia de la ventana rota[1] fue propuesta por Frédéric Bastiat en su ensayo de 1850 Ce qu'on voit et ce qu'on ne voit pas (Lo que vemos y lo que no vemos) para ilustrar la idea de los costes escondidos, hoy más conocidos como costes de oportunidad.
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e6/Bastiat.jpg/220px-Bastiat.jpg)
Bastiat pone el ejemplo de un niño que rompe el cristal de un comercio. Al principio, todo el mundo simpatiza con el comerciante, pero pronto empiezan a sugerir que el cristal roto beneficia al cristalero, que comprará pan con ese beneficio, beneficiando al panadero, quien comprará zapatos, beneficiando al zapatero, etc. Finalmente la gente llega a la conclusión de que el niño no es culpable de vandalismo, sino que ha hecho un favor a la sociedad, creando beneficio para toda la industria.
La falacia de este razonamiento, según Bastiat, consiste en que se consideran los beneficios del cristal roto, pero se ignoran los costes escondidos; el comerciante está obligado a comprar una ventana nueva, cuando quizás fuera a comprar pan beneficiando al panadero. Al final, mirando el conjunto de la industria, se ha perdido el valor de un cristal, llegando Bastiat a la conclusión de que «la sociedad pierde el valor de los objetos inútilmente destruidos» y que «la destrucción no es beneficio».
Referencias
editar- ↑ Perdices de Blas, 2008, p. 15.
Bibliografía
editar- Perdices de Blas, Luis (2008). Diccionario de historia del pensamiento económico: economistas, escuelas y corrientes de pensamiento económico. Ecobook. ISBN 9788496877122.
Enlaces externos
editar- Carden, Art (29 de junio de 2011). «The Broken Window Fallacy» (en inglés). LearnLiberty. Consultado el 14 de junio de 2012.
- Frederic Bastiat, “Lo que se ve y lo que no se ve”