Fístula urogenital

Una fístula urogenital es una comunicación anómala entre las vías urinarias y la vejiga, los uréteres o la uretra.[1]​ Una fístula urogenital puede producirse entre cualquiera de los órganos y estructuras de la región pélvica. Una fístula permite que la orina salga continuamente a través y fuera del tracto urogenital. Esto puede dar lugar a una discapacidad significativa, a la interferencia con la actividad sexual y a otros problemas de salud física, cuyos efectos pueden tener a su vez un impacto negativo en el estado mental o emocional, incluyendo un aumento del aislamiento social.[2]​ Las fístulas urogenitales varían en cuanto a su etiología (causa médica). Las fístulas suelen estar causadas por una lesión o una intervención quirúrgica, pero también pueden ser el resultado de un tumor maligno, una infección, un parto prolongado y obstruido, una histerectomía, una radioterapia o una inflamación.[2]​ El 97% de las fístulas que se producen por un parto difícil se dan en los países en desarrollo. Las fístulas urogenitales congénitas son raras; sólo se han documentado diez casos.[3]​ También pueden existir pasajes anormales entre la vagina y los órganos del sistema gastrointestinal, que también pueden denominarse fístulas.[3]: 673

Fístula urogenital
Especialidad urología, ginecología, obstetricia
Síntomas pérdida constante de orina, infecciones del tracto urinario
Tratamiento reparación quirúrgica, cateterismo de la vejiga o del uréter[1]

Clasificación

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Pueden existir pasajes anormales o fístulas entre la vagina y la vejiga, los uréteres, el útero y el recto, con el consiguiente paso de orina desde la vagina, o de gases y heces intestinales hacia la vagina, en el caso de una fístula vaginal-rectal.[2]​ Estas fístulas vaginales se denominan según el origen del defecto:

  • vesicovaginal
  • uretrovaginal
  • ureterovaginal
  • vesicocervical
  • vesicouterino[3][4]
  • vesicouretovaginal[3]
  • uterocervical
  • vesicocervical
  • uretercervical
  • ureteruterino

La vagina es susceptible a la formación de fístulas porque el tracto gastrointestinal y el sistema urinario están relativamente cerca de la vagina.[5]​ Un pequeño número de fístulas vaginales son congénitas.[6]​ La presencia de una fístula vaginal tiene un efecto profundo en la calidad de vida ya que hay poco control sobre el paso de orina y heces a través de la vagina.[7][8]​ Las fístulas urogenitales suelen clasificarse según su causa: fístula obstétrica, fístula congénita y fístula iatrogénica. Las fístulas urogenitales se pueden clasificar por tamaño y ubicación anatómica más específica, como "vagina superior" o "pared vaginal posterior".[1]

Causas

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En los países desarrollados, las causas de las fístulas son iatrogénicas (causadas por accidentes quirúrgicos).[1]​ El error del médico y la falta de capacitación contribuyen al tratamiento fallido de las fístulas obstétricas en los países en desarrollo.[9][7]​ Las lesiones en los órganos pélvicos son una causa de fístulas.[9][5]​ La mayoría de las que no están causadas por un parto obstruido se desarrollan a partir de lesiones. Un ejemplo de esto sería la colocación incorrecta de un instrumento durante una histerectomía.[10]​ Se pueden formar fístulas después del uso prolongado de un pesario,[11]​ histerectomías, enfermedades malignas e irradiación pélvica,[5][12][13]​ cirugía pélvica, cáncer o una fractura pélvica.[5][14]​ A veces se encuentran fístulas después de una cesárea.[9]​ Los médicos también pueden provocar inadvertidamente una fístula al realizar una cirugía obstétrica o ginecológica. Cuanto mayor sea la formación del médico, menor será la probabilidad de que se produzca una fístula urovaginal. Algunas mujeres desarrollan más de una fístula.[9][7]

Tratamiento

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A menudo se necesita una intervención quirúrgica para corregir una fístula que llega a la vagina. El tratamiento conservador con un catéter interno puede ser eficaz para las fístulas urinarias pequeñas y de reciente formación. Tiene una tasa de éxito del 93%.[2][5]​ Se utilizan tapones de colágeno, pero se ha comprobado que no tienen éxito.[7]​ El tratamiento quirúrgico para corregirla puede abordarse de diferentes maneras. La cirugía a través de la vagina tiene éxito en el 90% de los casos. La corrección quirúrgica puede llevarse a cabo mediante cirugía abdominal, laparoscópica y laparoscópica asistida por robot.[14]​ Los distintos tratamientos varían en frecuencia. El abordaje transvaginal se utiliza el 39% de las veces, el abordaje transabdominal/transvesical el 36%, el abordaje laparoscópico/robótico se utiliza para tratar el 15% de las fístulas urogenitales y una combinación de abordaje transabdominal-transvaginal se utiliza el 3% de las veces.[2]

Epidemiología

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En todo el mundo, el 75% de las fístulas urogenitales son fístulas obstructivas del parto. La edad media de una mujer que desarrolla una fístula debido a un parto prolongado es de 28 años. La edad media de una mujer que desarrolla una fístula por otras causas es de 42 años.[9]​ Las mujeres con una pelvis pequeña tienen más probabilidades de desarrollar una fístula. Aunque es poco frecuente, puede formarse una fístula después de la parte de recuperación de ovocitos mínimamente invasiva del tratamiento de la infertilidad.[15]​ Las fístulas urogenitales (vesicovaginales) causadas por complicaciones quirúrgicas se producen con una frecuencia de 0,8 por 1000.[2]

Fístulas rectovaginales

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El paso anormal de heces a través de la vagina es causado por una fístula rectovaginal.[16]​ El tratamiento suele ser quirúrgico con el uso de injertos de tejido.[16][17]​ La presencia de enfermedad intestinal aumenta el riesgo de una fístula rectovaginal.[16]​ Se puede formar una fístula enterovaginal entre el intestino y la vagina.[18]​ Las fístulas rectovaginales se deben a enfermedad inflamatoria intestinal, traumatismo por enfermedad de Chrohn o lesión iatrogénica y derivaciones a otros órganos.[7][19]​ Las episiotomías pueden causar la formación de una fístula rectovaginal.[19]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c d Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (2019). «Guía de Asistencia Práctica: Fístulas urinarias» (PDF). Revista Progresos de obstetricia y ginecología 2 (62): 194-197. doi:10.20960/j.pog.00191. Consultado el 10 de junio de 2022. 
  2. a b c d e f Bodner-Adler B, Hanzal E, Pablik E, Koelbl H, Bodner K (22 de febrero de 2017). «Management of vesicovaginal fistulas (VVFs) in women following benign gynaecologic surgery: A systematic review and meta-analysis». PLOS ONE 12 (2): e0171554. PMC 5321457. PMID 28225769. doi:10.1371/journal.pone.0171554. 
  3. a b c d Hoffman, Barbara; Schorge, John; Schaffer, Joseph; Halvorson, Lisa; Bradshaw, Karen; Cunningham, F. (2012). Williams Gynecology (2nd edición). New York: McGraw-Hill Medical. pp. 677-683. ISBN 9780071716727. OCLC 779244257. 
  4. Wong MJ, Wong K, Rezvan A, Tate A, Bhatia NN, Yazdany T (March 2012). «Urogenital fistula». Female Pelvic Medicine & Reconstructive Surgery 18 (2): 71-8; quiz 78. ISSN 2151-8378. PMID 22453314. S2CID 5759825. doi:10.1097/spv.0b013e318249bd20. 
  5. a b c d e «Genitourinary Fistula: An Indian Perspective». Journal of Obstetrics and Gynaecology of India 66 (3): 180-84. June 2016. PMC 4870662. PMID 27298528. doi:10.1007/s13224-015-0672-2. 
  6. «[Congenital recto-vaginal fistula associated with a normal anus (type H fistula) and rectal atresia in a patient. Report of a case and a brief revision of the literature]». Investigacion Clinica 56 (3): 301-307. September 2015. PMID 26710545. 
  7. a b c d e «The challenge of pouch-vaginal fistulas: a systematic review». Techniques in Coloproctology 16 (6): 405-14. December 2012. PMID 22956207. doi:10.1007/s10151-012-0885-7. 
  8. «Obstetric fistula in low-resource countries: an under-valued and under-studied problem--systematic review of its incidence, prevalence, and association with stillbirth». BMC Pregnancy and Childbirth 15: 193. August 2015. PMC 4550077. PMID 26306705. doi:10.1186/s12884-015-0592-2. «Women with OF also suffer significant psychosocial repercussions, including isolation, divorce, loss of social roles—including the role of mother, for those whose infants are stillborn, loss of income, stigmatization, shame and diminished self-esteem.» 
  9. a b c d e «Iatrogenic genitourinary fistula: an 18-year retrospective review of 805 injuries». International Urogynecology Journal (en inglés) 25 (12): 1699-706. December 2014. PMC 4234894. PMID 25062654. doi:10.1007/s00192-014-2445-3. 
  10. Cron, Julia. «Lessons From the Developing World: Obstructed Labor and the Vesico-Vaginal Fistula». Medscape. Consultado el 13 de enero de 2018. 
  11. «An integrative review and severity classification of complications related to pessary use in the treatment of female pelvic organ prolapse». Canadian Urological Association Journal 9 (5–6): E400-6. May–June 2015. PMC 4479661. PMID 26225188. doi:10.5489/cuaj.2783. 
  12. «Management of genitourinary fistula». Current Opinion in Obstetrics and Gynecology 26 (5): 415-23. October 2014. PMID 25105561. doi:10.1097/gco.0000000000000095. 
  13. «Management of vesicovaginal fistulas (VVFs) in women following benign gynaecologic surgery: A systematic review and meta-analysis». PLOS ONE 12 (2): e0171554. 22 de febrero de 2017. PMC 5321457. PMID 28225769. doi:10.1371/journal.pone.0171554. 
  14. a b «Female urethral injuries associated with pelvic fracture: a systematic review of the literature». BJU International (en inglés) 120 (6): 766-773. December 2017. PMID 28805298. doi:10.1111/bju.13989. 
  15. Spencer ES, Hoff HS, Steiner AZ, Coward RM (2017). «Immediate ureterovaginal fistula following oocyte retrieval: A case and systematic review of the literature». Urology Annals 9 (2): 125-130. PMC 5405653. PMID 28479761. doi:10.4103/UA.UA_122_16. 
  16. a b c «Treatment of Fistula-In-Ano with Fistula Plug - a Review Under Special Consideration of the Technique». Frontiers in Surgery 2: 55. 2015. PMC 4607815. PMID 26528482. doi:10.3389/fsurg.2015.00055. 
  17. Taylor, Dana (24 de abril de 2017). Rectovaginal Fistula Treatment & Management: Approach Considerations, Medical Therapy, Surgical Therapy. p. Medscape. 
  18. «Laparoscopic surgery of benign entero-vesical or entero-vaginal fistulae». International Journal of Colorectal Disease 31 (1): 19-22. 2016. PMC 4701784. PMID 26423060. doi:10.1007/s00384-015-2395-3. 
  19. a b «Rectovaginal Fistulae». Clinics in Colon and Rectal Surgery 29 (1): 50-6. March 2016. PMC 4755772. PMID 26929752. doi:10.1055/s-0035-1570393. 

Enlaces externos

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