Estados Frontera (en Europa del Este)

Estados de frontera fue un término político usado en el Oeste pòco antes de la Segunda Guerra Mundial y que refiere a las naciones europeas que ganaron su independencia del Imperio ruso luego de la Revolución Rusa de 1917 y el tratado de Brest-Litovsk que condujo finalmente la derrota del Imperio alemán y de Austria-Hungría durante la Primera Guerra Mundial. Durante el periodo de la entreguerra en el siglo XX las naciones de Europa Occidental implementaron una política de estados de frontera[1]​ que buscaba unir estas naciones contra la Unión Soviética y el expansionismo comunista. Los estados de frontera eran intercambiables: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, y, hasta su anexión a la Unión Soviética, Bielorrusia y Ucrania.

Mapa británico de Europa en el periodo inmediatamente posterior a la Primera Guerra Mundial y el derrocamiento del imperio zarista en Rusia (verde). Entre los cambios está el establecimiento de los estados independientes de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, y Yugoslavia (a la derecha del centro)

Referencias

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  1. Kirby, D. G. (1980). Finland in the Twentieth Century: A History and an Interpretation. Minneapolis: University of Minnesota Press. p. 111. ISBN 0-8166-5802-1.