Escultura moderna
Escultura moderna es un término de gran ambigüedad, que es utilizado por la bibliografía para referirse a muy distintos conceptos dentro de la historiografía del arte.[1] Su utilización dentro de cada una de las fuentes coincide o no con el sentido que se da a los términos "arte moderno", "pintura moderna" y "arquitectura moderna", igualmente ambiguos; así como al concepto de modernidad.
Utilizado con un criterio cronológico, podría referirse a la escultura de la Edad Moderna (siglos XV al XVIII); pero no es eso lo habitual.
Utilizado con un criterio si claro para de estético, se refiere a la escultura que rompe con los convencionalismos estéticos del academicismo y desarrolla las nuevas posibilidades expresivas que llegan a su punto culminante con las denominadas vanguardias artísticas. De esta manera, su ubicación cronológica sería el siglo XX; aunque también incluye las obras y autores del siglo XIX que se caractericen por su modernidad estética (por ejemplo, Auguste Rodin). Por el contrario, excluye a las obras y autores del siglo XX que se caractericen por su academicismo o conservadurismo estético; y que de hecho, son la mayor parte de las obras y autores de la primera mitad del siglo. En la segunda mitad del siglo XX se terminaron imponiendo las distintas modalidades de expresión vanguardista como canon estético y del mercado del arte, con notables excepciones (por ejemplo, gran parte de la escultura del franquismo y de los países del bloque del Este, donde se anquilosó el denominado realismo socialista).
Para mayor confusión, también es muy extendido el uso del término escultura contemporánea, con el que a veces se opone y a veces se identifica.