La contraportada incluye un escrito del mismo Payo en que explica el tono humorístico del contenido de las letras del disco, y la procedencia de la adquisición de su banjo. Este instrumento, típico del folclore norteamericano y ausente en la música tradicional chilena, le fue obsequiado por un amigo estadounidense. Entonces lo hizo suyo y lo incorporó como instrumento característico del disco, apareciendo incluso como elemento principal en la carátula del álbum.[1]